En Marjayoun se hace frente a uno de los principales retos de las Fuerzas Armadas. La localidad libanesa, un enclave ubicado a escasos kilómetros de las fronteras de Siria e Israel, es el escenario en el que están desplegados 611 efectivos.
El trato con el entorno es uno de los factores clave: darse a conocer y tratar con las autoridades locales para poner en marcha diferentes proyectos cívico-militares. Igualmente se patrullan las rutas que aspiran a la desmilitarización. El clima es duro. El sol cae a plomo sobre la base Miguel de Cervantes, rebasando los treinta grados de temperatura. Ahora falta esperar el invierno, en el que el frío bajo cero envuelve el escenario.
La misión española cumple una década y diez efectivos cuentan a EL ESPAÑOL sus desafíos e inquietudes en el operativo, en una jornada en la que se recordó a los 14 compañeros caídos en el despliegue.
Cabo Jessica Pérez
"Formo parte del grupo táctico, pero integrado en el CIMIC. ¿Qué es eso? Estar en contacto con la población local para poner en marcha diferentes proyectos. Ayudamos, dentro del presupuesto asignado, a la construcción de carreteras, pozos, rehabilitación de espacios... El primer mes lo dedicamos a presentarnos a las autoridades y conocer sus inquietudes. También tenemos mucho contacto con niños, que vienen aquí a jugar a fútbol y a baloncesto, y con las mujeres. Desde España nos han donado mucho material, como juguetes y cosas del colegio. ¡Gracias!".
Teniente Alberto Beriguistáin
"Formo parte del grupo táctico y llegué al Líbano por primera vez en mayo de este año. La misión en la que participo tiene como objetivo vigilar la Blue Line, el espacio reconocido por la ONU que separa Líbano de Israel. Los vehículos con los que hacemos las patrullas, los LMV, son españoles, pero están al servicio de las Naciones Unidas".
Subteniente José Luis Pastor
"Es la tercera vez que estoy en el Líbano. Ya pasé por aquí en 2013 y 2015. Algunos compañeros que llegan por primera vez me preguntan por lo que se van a encontrar y yo intento quitar algunas ideas predeterminadas: esto no es como Afganistán, hay mucho más trato con la gente, que es maravillosa. Se nota que son fenicios [ríe] y que nos entendemos bien".
CLP Christian Melián
"Me dedico a abastecer, dentro de la Unidad Logística, de armamento, equipo, radios... Estuve dos veces en Afganistán, en 2009 y en 2012, y encuentro muchas diferencias en la relación con la gente. Aquí son mucho más abiertos y allí la comunicación era prácticamente nula. En la base somos como una gran familia, estamos unos 600 y nos acogemos todos".
Brigada Javier Iruela
"Estuve dos veces en Bosnia y todo lo que aprendí de aquel lugar es un valor añadido para trabajar en el Líbano. El clima es parecido en ambos sitios y hay una gran diversidad cultural. Además, la experiencia sirve para entrenar el aspecto psicológico: se pasan seis meses fuera de casa, lejos de la mujer y de dos niños".
Capitán Beatriz Pérez
"Soy la jefa del equipo de farmacia de la unidad de sanidad Role-1. Ya participé en misiones como la de Pakistán -ayudamos en el terremoto de 2005- o Afganistán. Nos encargamos de que el puesto esté siempre abastecido, hacemos la analítica del agua, atendemos a los pacientes... pero también participamos en proyectos cívico-militares con la población local, como la apertura de pozos e inspeccionar si la comida que se vende en los mercadillos cumple con los requisitos".
Sargento primero Jonathan Roldán
"Estuve en Líbano en el año 2010 y he notado algunas diferencias respecto a entonces: la calidad de vida ha sufrido una ligera mejoría. La misión es tranquila y nuestro objetivo es controlar que todo vaya bien en la Blue Line. Estuve en Kosovo en 2003 y 2004: mucho de lo que aprendí allí se puede aplicar en este lugar, que es un escenario muy diferente".
CLP Marco Rodríguez
"Es la primera vez que he venido al Líbano y que he salido de misión fuera de España. Mi familia me apoya, aunque al principio pudieran tener algo de miedo. Esto es como el futbolista que se entrena todo el año para llegar a jugar. El lugar es más tranquilo de lo que pensaba, después de ver en la televisión las imágenes de las misiones sobre este terreno. Como primera experiencia, creo que no puede haber otra mejor".
Cabo Miguel Ángel Navarro
"Llegué al Líbano por primera vez en 2010 y esta es la segunda ocasión en la que participo en la misión. Desde entonces he notado que la gente local es más cercana y que han montado más negocios. Se ven algunas mejoras respecto a entonces. El clima es extremo, con un verano muy caluroso. Los compañeros que pasaron aquí el invierno nos han advertido de que esos meses también son duros".
CLP David de Castro
"Antes de venir pasamos seis meses en la preparatoria, en la que nos instruyen sobre lo que nos vamos a encontrar aquí. Por eso tenía una idea muy formada de lo que era el Líbano. Integrado en el grupo táctico, participo en las patrullas que vigilan la Blue Line. El ambiente es buenísimo, con un gran compañerismo entre todos los que estamos en la base".