La receta de Zapatero para Cataluña: volver al Estatut anulado por el Constitucional
- "El Estatut era constitucional", según Zapatero, que pide un consenso sobre la reforma de la Carta Magna durante este año para resolver la crisis territorial.
- "La responsabilidad principal es de los partidos de la oposición: PP y Ciudadanos. Deben ayudar al Gobierno".
- "Si no hay un desahogo" sobre la época de Artur Mas, el 9-N, el 1-O, no habrá "un terreno común mínimo para aproximarnos y encontrar una vía de solución"
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Un "desahogo" de todos los actores, generosidad para llegar a acuerdos y una nueva Constitución Española que consolide los derechos sociales y dé una respuesta duradera a la crisis del modelo territorial. Eso es lo que este martes ha propuesto el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, en unas jornadas sobre los 40 años de la vigencia de la Constitución que comenzaron este martes en Madrid.
Zapatero ha asegurado que la "fractura" territorial en Cataluña, el principal reto del país, se produjo en 2010, con la sentencia del Tribunal Constitucional ante un recurso del PP, que anuló algunos artículos e interpretó otros. El expresidente ha asegurado que seguir "discrepando en sus fundamentos políticos" de lo expresado por al alto tribunal. "El Estatuto respetaba la Constitución", según él, que impulsó la reforma de la ley autonómica, aprobada por el Parlament, reformada por las Cortes y votada en referéndum antes de la sentencia.
"Si queremos empezar a recuperar el tiempo perdido en Cataluña tenemos que volver a ese momento, a 2010, a esa sentencia. No habrá otro camino. Hay que partir del momento en el que se produjo la fractura", ha incidido en la conferencia, organizada por el Consejo General de la Abogacía Española junto a la Fundación Instituto de Investigación Aplicada a la Abogacía.
El discurso encaja con el de la nueva ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, que este sábado pidió una reforma de la Constitución "urgente" que recupere artículos anulados por el TC, aunque por otra vía, la de las leyes orgánicas.
Acuerdo constitucional este año
Zapatero cree que el asunto territorial, que según el es estructural ("no debemos angustiarnos tampoco") será el gran protagonista de la reforma constitucional, sobre la que ha pedido un pacto antes de diciembre, cuando la actual Carta Magna cumple 40 años. "Nada sería mejor que llegar a diciembre de este año con un gran consenso", ha asegurado.
Según él, los redactores de la actual Constitución dejaron el modelo territorial "casi federal, pero donde hay una notable ausencia de instrumentos federales, como los instrumentos de cooperación, que tiene el reverso de lealtad", ha lamentado. "El constituyente puso en pie un modelo inacabado, no por falta de técnica jurídica, imaginación o conocimientos. Está inacabado porque el consenso estaba inacabado".
Y es ese consenso el que debería lograr la "nueva generación" de líderes que, desde la moción de censura que acabó con el mandato de Mariano Rajoy como presidente, está llamada a resolver los problemas del país. "El gran reto de la generación política del presente, pensando en la generación política del futuro, es sin duda alguna nuestro modelo territorial", ha dicho el antiguo jefe de Gobierno.
Medidas para recuperar la confianza
¿Cómo se hace eso? Para empezar, hay que "tomar medidas de recuperación de la confianza. Han de ser medidas de ambas partes, de las fuerzas políticas estatales, del Gobierno y por supuesto de la Generalitat". Para ello hará falta hablar de la época soberanista de Artur Mas en la Generalitat, de la consulta del 9 de noviembre de 2014 o del 1 de octubre de 2017, suspendidas por el Constitucional, o del "disparate" que supusieron las leyes de desconexión que aprobó el Parlament en septiembre del año pasado.
"Hay que hacerlo con toda crudeza, con toda franqueza, con los reproches recíprocos que sean necesarios. Si no hay un desahogo, no tendremos un terreno común mínimo para aproximarnos y encontrar una vía de solución", según él.
Llamamiento a PP y Cs
Después, se necesita una oposición responsable. "Hay que construir más confianza a tenor de cómo son los posicionamientos políticos de los principales políticos estatales. En este momento, la responsabilidad principal", al igual que en 2006, cuando se tramitó el Estatut, es de "los partidos de la oposición, PP y Cs. Deben ayudar al Gobierno de España", ha dicho. "Deben ser tan leales" con el Gobierno como lo ha sido el PSOE en los últimos meses con Rajoy, según él.
"Cuando se está en la oposición y se es generoso, leal y cooperativo, es la mejor manera de llegar al Gobierno o de recuperarlo. Esa es mi experiencia y además lo que hace país", aconsejó.
"Hoy España necesita reformas, es decir, pactos", porque "una victoria sin crispación es una victoria que enriquece la democracia" mientras que "a veces, una victoria con crispación congela la democracia porque congela la posibilidad de grandes acuerdos, que es la única vía de hacer reformas", ha dicho.
En presencia de Miguel Herrero de Miñón, uno de los padres de la constitución, le reprochó con cariño que hicieran la Carta Magna poco menos que irreformable para los asuntos esenciales, que exigen una amplia mayoría, disolución de las Cortes, la validación de las nuevas y un referéndum. "Creo, Miguel, que si queríais haber puesto alguna cláusula de intangibilidad [...] hubiera sido más directo decirlo", bromeó, como ocurre en otras Constituciones de otros países. Herrero de Miñón, en primera fila, sonreía.
Los derechos sociales
Además del modelo territorial, Zapatero cree imprescindible reformar la Constitución para consolidar los derechos sociales que no encontraron cabida en el momento histórico de 1978 pero ahora son una obviedad. "Quizás en lo que más ha cambiado la sociedad española es en el avance imparable de la igualdad entre hombres y mujeres", que según el expresidente no se recoge bien en la Constitución.
Otro ejemplo, para él, es el propio término "disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos" (artículo 49), que está desfasado comenzando por el propio término.
Aunque Zapatero asumió que hay un "debate del constitucionalismo" sobre "hasta qué punto son derechos subjetivos", cree que en torno a este asunto habrá un amplio consenso político, a diferencia del territorial.
Como presidente, Zapatero aseguró echar de menos "un sistema normativo bien articulado y un anclaje constitucional para abordar situaciones de emergencia que no cabían en los estados de alarma, excepción y sitio", ha explicado. Desde la Moncloa, el PSOE decidió crear la Unidad Militar de Emergencias (UME) para disponer de una fuerza que pudiese actuar sin traspasar competencias autonómicas.
La salud de la Constitución
"Estos 40 años pudieron ser mejores", dijo Zapatero al final de su conferencia. "Por supuesto, como no. Pero han sido muy democráticos. La última aspiración de una Constitución es que los valores democráticos estén insertos en una sociedad", algo que se ha demostrado en España.
Para prueba, que España ha superado la crisis económica sin poner en cuestión la Carta Magna, o que se ha transformado en una sociedad pluripartidista que encaja perfectamente en la ley de leyes. Y, por el camino, no ha surgido ninguna fuerza "xenófoba que arrincone de verdad los valores democráticos", algo por lo que hay que felicitarse.
Sin embargo, Zapatero cree que ha llegado el momento de la reforma para evitar que asuntos como el territorial condicione la vida política.
"Les debemos reclamar [a los nuevos políticos] más capacidad de acuerdo, de consensos y de pactos urgentes que a la que ha tenido toda generación desde los que construyeron nuestro edificio constitucional 1978". Lograr un pacto sería "un buen legado" para generaciones venideras, ha dicho.