El acercamiento de Arrimadas a Sánchez dificulta la alianza PP-Ciudadanos en Cataluña

Ciudadanos habla ya abiertamente de que está dispuesto a sentarse a negociar los Presupuestos Generales del Estado con el Gobierno de Pedro Sánchez. Son tiempos excepcionales para tomar posiciones excepcionales. Sin embargo, este acercamiento de Inés Arrimadas al Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos complica la estrategia compartida en la dirección nacional del partido naranja y del Partido Popular de no competir e ir en las mismas listas electorales a las elecciones de Cataluña. 

El escenario político ha mutado radicalmente desde que el PP catalán pedía hace un año la unión del constitucionalismo para hacer frente al independentismo. Ahora, el partido que lidera Pablo Casado echa cuentas sobre la conveniencia de ir de la mano con la formación naranja, el partido que ganó las elecciones en Cataluña en 2017 pero que pierde votos desde que Albert Rivera perdió 47 escaños entre las elecciones de abril y noviembre. 

Inés Arrimadas fue la candidata más votada en las elecciones catalanas de 2017, un triunfo histórico que se transformó en decepción cuando, a los pocos meses, decidió dejar huérfanos a los catalanes que se sienten españoles y partió hacia Madrid para hacer carrera nacional. Desde entonces, la fuga de votos es tan estrepitosa que Ciudadanos ha optado por en pleno mes de agosto a la candidata que ganó  las primarias, Lorena Roldán, por Carlos Carrizosa. 

Las direcciones nacionales de PP y Cs trabajan en cuál es la fórmula más ventajosa para no perjudicar al bloque constitucionalista en las próximas elecciones catalanas, unos comicios que todavía están sin convocar. Con todas las encuestas dándole la espalda, los de Arrimadas son los que apuestan ahora por una alianza con el PP en las cuatro circunscripciones electorales. El objetivo es amortiguar el desastre electoral con los votos que pueda recuperar el PP. 

Buenos pronósticos

Los pronósticos electorales dan por fin un respiro a los de Pablo Casado en Cataluña, que confían en poder subir a siete u ocho escaños de los cuatro sillones que tienen hoy en el Parlamento catalán. Con esta curva ascendente y el descalabro de Cs, el equipo que lidera Alejandro Fernández apuesta por competir con los naranjas en las urnas y mostrarse como una opción segura ante los ciudadanos desencantados con Arrimadas. 

Si irán juntos, como en País Vasco, o por separado, como en Galicia, se decidirá en Madrid. De momento, se ha puesto encima de la mesa la opción intermedia: una alianza PP-Cs para Lérida y Gerona e ir por separado en Tarragona y Barcelona. Esta opción tampoco convence a la dirección del PP catalán, que presenta un proyecto sólido y considera que está en condiciones de incluso superar en votos a Ciudadanos en una autonomía todavía en manos del independentismo.