El PSOE pide a Arrimadas romper con el PP en otros lugares y Casado abre la puerta a dirigentes de Cs

La crisis política desatada el pasado miércoles en Murcia, donde PSOE y Ciudadanos anunciaron una moción contra el presidente Fernando López Miras que de momento parece frustrada, sigue provocando consecuencias en todo el panorama español.

El partido en el Gobierno de España y el que lidera la oposición vuelven a enquistarse como hace meses que no se veía. Una situación que afecta al proceso de renovación institucional, para el que se había producido un primer deshielo con el acuerdo para nombrar al nuevo Consejo de Radio Televisión Española (RTVE), y que ahora corre de nuevo peligro cuando aún está pendiente renovar, entre otros órganos, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Todo ello con Ciudadanos en medio, al que socialistas y populares intentan marcar el rumbo.

El número tres del PSOE, José Luis Ábalos, elevaba el tono contra los populares este sábado hasta el punto de acusarles de comprar "como a esclavos" a los tres diputados de Ciudadanos en Murcia que han frustrado la moción y que este mismo sábado tomaban posesión como consejeros del nuevo Gobierno murciano, al tiempo que eran expulsados formalmente de su partido.

López Miras y la vicepresidenta Isabel Franco, expulsada de Ciudadanos. EFE

Pese a todo el ministro de Transportes, lejos de tener palabras amables para Inés Arrimadas, aliada en la operación en Murcia, no dudaba en lanzarle una advertencia, tachando incluso a la líder centrista, aun de manera algo velada, de ingenua. 

"¿Realmente piensan que el PP de Murcia es distinto al de Madrid, al de Castilla y León, al de Andalucía? ¿realmente cabe tanto espacio para la ingenuidad en política?" afirmaba Ábalos en un encuentro telemático con alcaldes socialistas, en el que también se presentaba la candidatura para las autonómicas de Madrid de Ángel Gabilondo, quien finalmente repetirá si hay elecciones en esa comunidad el 4 de mayo.

Agitar otros territorios 

Uno de los hombres fuertes del aparato dirigido por Pedro Sánchez animaba así a la presidenta naranja a buscar iniciativas similares a la de Murcia en otros territorios e instituciones. En concreto en Castilla y León ya hay presentada otra moción de censura contra el popular Alfonso Fernández Mañueco, aunque en esta ocasión por el PSOE en solitario y sin que el vicepreside naranja, Francisco Igea, la haya respaldado.

Arrimadas, entretanto, afronta una delicada situación interna, que se pondrá de manifiesto el lunes, cuando tendrá lugar una tensa Ejecutiva Nacional solicitada por algunos dirigentes territoriales de peso, como el valenciano Toni Cantó o la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís.

Desde el PP, en cambio, se volvía a abrir las puertas a los dirigentes de Ciudadanos que quieran recalar en sus filas. Un ofrecimiento que el mismo miércoles, en el momento álgido de la crisis, hizo el número dos del partido, Teodoro García Egea, y que este sábado reiteraba a través de su perfil en Twitter el propio Pablo Casado.

En un mensaje de respaldo a la candidatura madrileña de Isabel Díaz Ayuso, el presidente de los populares afirmaba que "el PP es la casa común del centro derecha y sus puertas están abiertas a todos los que les importa España y la libertad".

No sólo los socialistas, sino también importantes dirigentes de Ciudadanos y de Podemos compartían la acusación de que el PP lo que ha hecho es "comprar" de manera corrupta a los tres diputados murcianos. Una coincidencia de diagnóstico que incluso se visualizaba en las redes.

El diputado de Ciudadanos por Málaga, Guillermo Díaz, habitualmente muy crítico con los de Pablo Iglesias, le daba un significativo "me gusta" a un mensaje del portavoz parlamentario de Podemos, Pablo Echenique, en el que utilizaba el lema oficioso de campaña lanzado por Ayuso para señalar al PP como una formación corrupta. 

Incluso el ex vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, arremetía contra quienes, a su juicio también desde los medios de comunicación, defienden la "compra" de diputados.