Albares busca "vías" para sacar de Kabul a más afganos 'españoles': "Es mi empeño personal"

El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, ha asegurado este miércoles que el Gobierno mantiene su empeño en "no dejar a nadie atrás" en Afganistán y por eso sigue buscando vías para poder sacar a los colaboradores afganos que durante años trabajaron para España.

Así lo ha hecho saber durante la inauguración del Foro 2021 de la Cooperación Española con motivo del Día del Cooperante, que se ha celebrado en la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), en presencia de trabajadores de este sector.

Ante ellos, Albares ha recalcado que "no vamos a dejar a ninguno de nuestros colaboradores afganos, tampoco de la cooperación española, atrás".

El aeropuerto de Kabul no es ya una vía segura, ahora que está controlado por los talibán, "pero encontraremos otras vías", ha recalcado, sin entrar en más detalles.

"Es mi empeño personal y en ello trabajaré en las próximas semanas", ha prometido el ministro, insistiendo en la "responsabilidad y la obligación" hacia los afganos que ayudaron tanto a la AECID como a las tropas españolas o la Embajada.

La Cooperación Española

Asimismo, ha aprovechado para poner en valor el trabajo realizado por la Cooperación Española entre 2005 y 2013, mientras estuvo al frente del Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT) de la provincia de Bagdhis. "Vuestro papel fue crucial", ha recalcado.

Albares ha reconocido que "hay que sacar lecciones de la salida de Afganistán, qué no ha ido bien" pero también poner en valor los resultados logrados en estos 20 años. Así, ha incidido en que cuando la Cooperación Española llegó a Bagdhis no había ni carreteras ni hospitales.

En los años siguientes, ha destacado, se construyeron 160 kilómetros de carreteras rurales, se rehabilitó y equipó el hospital provincial, "el primero de la provincia", se construyeron siete clínicas rurales, una red de agua y saneamiento en la capital provincial, tres institutos de educación secundaria, uno para niñas, y seis escuelas rurales.

"Todo eso no podemos resignarnos a que sea un paréntesis en la historia de Afganistán, tenemos que seguir trabajando para que eso no sea así", ha subrayado.