Así documentaron 11 guardias y policías los crímenes de tropas rusas para la Fiscalía de Ucrania
Los agentes trabajaron sobre el terreno para documentar varios ataques en Kiev y Járkov. Con esas pruebas, Ucrania acudirá a la Corte Penal.
26 diciembre, 2022 02:58Un mes para documentar los crímenes de guerra en Ucrania mientras los misiles caían sobre ellos. Cuatro semanas después de su regreso, el grupo de agentes enviado por el Ministerio del Interior ha entregado ya a la Fiscalía de Ucrania las pruebas de los delitos cometidos por las tropas rusas durante la invasión.
Según ha podido conocer EL ESPAÑOL de fuentes próximas a la investigación, los agentes han logrado constatar y reconstruir algunas de las atrocidades perpetradas por los soldados rusos en Kiev y, en al menos, otra ciudad, Járkov, una de las más castigadas por los bombardeos.
El Equipo Policial de Apoyo (EPA) estaba formado por 11 agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional. Han sido coordinados por un comandante y un inspector jefe. Los efectivos procedían de los departamentos de Sistemas y Policía Científica y del Servicio de Criminalística de ambos cuerpos. Contaban además con especialistas en desactivación de explosivos y con un equipo de protección de élite.
Este miércoles regresaron a España después de un mes en el que han reconstruido y mapeado los bombardeos que estos meses Putin realizó contra centrales eléctricas y otras infraestructuras clave.
"A los ucranianos les interesaba utilizar nuestra tecnología con drones. Con esas imágenes que hemos tomado se reconstruyen los hechos y se presentan pruebas contra Rusia", explican fuentes policiales que presenciaron de este equipo sobre el terreno.
Según las autoridades ucranianas, las tropas rusas podrían haber cometido más de 50.000 violaciones de las leyes internacionales. Por eso las Policías de distintos países han acudido a la llamada de las autoridades del país para recabar pruebas de estos hechos.
El día a día
Cada jornada, durante el último mes, los policías y los guardias han vivido con las alarmas antiaéreas clavadas en el cerebro. "Sonaba al menos una o dos veces cada día". El día anterior, por la tarde, las autoridades les señalaban el lugar al que se desplazarían a la mañana siguiente.
Nada más despertarse en su hotel en la capital, las autoridades les conducían hasta el punto en cuestión. Allí les esperaban los fiscales ucranianos. Como en la escena de cualquier otro crimen, pero con el peligro de las bombas dificultando su labor. Y siempre pendientes del sonido de la alarma antiaérea. Listos para ser evacuados antes del impacto.
Antes de su llegada, los grupos de desactivación de explosivos que les acompañaban, comprobaban que el terreno no estuviera minado y aseguraban la zona.
Cuando la situación ya era segura, los agentes ponían en marcha sus drones. "Los hacíamos sobrevolar edificios o una central eléctrica", explican las fuentes consultadas a este periódico. Desde el aire se grababa el lugar en el que se habían estrellado los proyectiles rusos. Y en el suelo se recogían pruebas de esos obuses.
Esta labor resulta fundamental, sobre todo antes de iniciar la reconstrucción de los edificios. Con esas pruebas, Ucrania pretende acudir a la Corte Penal Internacional.
Los especialistas llevaron consigo la tecnología necesaria para crear modelos completos en tres dimensiones de instalaciones bombardeadas. Documentaron sobre el terreno el tipo de material, armas y artefactos explosivos utilizados, así como las técnicas empleadas en los ataques.
Segunda fase
La creación de los equipos policiales de apoyo parte de una instrucción firmada por el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez. Su actividad depende directamente del número dos del departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska. Su orden es la que constituye y establece la disponibilidad, operatividad y capacidades de apoyo y reacción de esta compañía.
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La misión ha concluido su primera fase de forma satisfactoria. El equipo trabaja al lado de investigadores y fiscales ucranianos en la recogida de pruebas, que podrán ser incorporadas en los procesos judiciales abiertos en Ucrania, y que servirán para identificar a las víctimas de posibles actuaciones contrarias al Derecho Internacional.
Hace una semana, Naciones Unidas publicó un informe documentando los asesinatos de al menos 441 civiles en Ucrania (341 hombres, 72 mujeres, 20 niños y ocho niñas) que podrían constituir crímenes de guerra por parte del ejército invasor ruso.
La segunda fase de las investigaciones de este grupo policial queda pendiente para los próximos meses, y tendrá que ver con el análisis y la identificación de cadáveres. Dependerá de lo que solicite Ucrania a España. Y de lo que decidan en el Ministerio del Interior.