Imágenes de los inmigrantes aquella jornada en Melilla y Aboudiba, uno de los supervivientes.

Imágenes de los inmigrantes aquella jornada en Melilla y Aboudiba, uno de los supervivientes. E.E.

España TRAGEDIA EN MELILLA

El superviviente de Melilla que llegó a París: "Tras un año, seguimos sin papeles y buscando a los amigos"

Aboudiba estuvo en la avalancha de hace un año. Quería ir a Reino Unido. Es uno de los que ha dado su testimonio a Amnistía Internacional.

24 junio, 2023 03:49

Aboudiba Yusaf se encaramó aquella mañana del 24 de junio de 2022 a la verja fronteriza de Beni Enzar, frente a Melilla, en busca de una oportunidad. Lo intentaron él y otros 2.000 más. La mayoría huía de la guerra en Sudán. La avalancha produjo el aplastamiento que acabó con la vida de decenas.  

Un año después está en París. "Seguimos sin papeles. Seguimos esperando y buscando a nuestros amigos", dice al otro lado del teléfono. Él es uno de los supervivientes que ha prestado su testimonio a Amnistía Internacional para realizar un recuento más fiel del número de fallecidos. Oficialmente, 23; según denuncia ahora esta organización, "más de 100".

"Te dicen que no eres nada, que no eres un ser humano. Allí perdí a mi amigo. Le golpearon, se cayó y no volvió a levantarse", recuerda. Como él, muchos de los supervivientes entrevistados por Amnistía no saben nada de sus compañeros, a los que no han vuelto a ver desde aquel día.

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La organización no gubernamental insiste, aunque el Ministerio del Interior lo niegue, en que los hechos ocurrieron "bajo jurisdicción española". Y que los cadáveres de los fallecidos y de los moribundos fueron arrastrados por la Policía marroquí desde el lado español de la valla de vuelta a Marruecos, como se observa en las grabaciones de aquella jornada.

Aboudiba ha intentado buscarse la vida como ha podido. "Pensaba ir a Reino Unido, pero descarté la idea porque es demasiado peligroso. Algunos de mis amigos fueron en un camión. Tras un año, yo sigo en París, esperando".

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Familias sudanesas como la de Aboudiba, que creen que sus seres queridos murieron en la valla o están presos en cárceles marroquíes no pueden al país. Una y otra vez les deniegan los visados y les imposibilitan la compra de un billete.

Hace tres meses, el Ministerio de Asuntos Exteriores sudanés permitió a algunas familias enviar muestras de ADN a Marruecos para compararlas con el de los cadáveres. Aún no se han publicado los resultados.

Aboudiba observa con desesperación el paso de los meses sin noticias de muchos de los que aquella mañana intentaron cruzar con él. "Me dicen que todavía no saben dónde está la gente. Echo de menos a mi mejor amigo", lamenta. 

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Pero el joven está convencido de que no sobrevivió. "No está allí. Estoy seguro de que está muerto. Y no tenemos ninguna posibilidad de saber dónde está su cuerpo. Está muerto, porque no hay noticias de él. Si estuviera vivo, me llamaría", dice.

"Ahora es más difícil"

Dice Aboudiba que ahora sus compatriotas no están teniendo tantas oportunidades de llegar a Europa. "Nos dicen que ahora todo es más difícil que antes en Marruecos. Dicen que la Policía no les respeta, que les insultan y les ponen motes, que lo pasan fatal".

Muchos desisten y regresan. "La gente vuelve a Libia, Túnez o Argelia. Dicen que ahora si entras en las fronteras marroquíes y te encuentran, te meten en la cárcel. Ni siquiera tienen libertad en Marruecos. Si te encuentran, vas a prisión", asegura.

De acuerdo con la información de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), aún se encuentran detenidas 87 personas en Nador y otras cárceles del país por el salto a la valla de hace un año. No hay información pública sobre los juicios a estos inmigrantes ni sobre el paradero del resto de personas que fueron metidas en autobuses y abandonadas en el sur de Marruecos.

La mayoría de los cuerpos de los fallecidos aquel 24 de junio, día de San Juan, permanecen aún en la morgue de Nador. Las autoridades marroquíes han declarado que no enterrarán los cadáveres sin identificación, pero tampoco facilitan que las familias puedan identificarlos.

Ni Marruecos ni España han ofrecido indemnizaciones a las víctimas o a sus familias. "Su situación es de absoluto desamparo", dicen en Amnistía Internacional.