Representantes sindicales de CSIF y Acaip-UGT, en una manifestación para reclamar medidas ante las agresiones sufridas en servicios penitenciarios

Representantes sindicales de CSIF y Acaip-UGT, en una manifestación para reclamar medidas ante las agresiones sufridas en servicios penitenciarios

España INTERIOR

Interior abandona las cárceles: la mitad de médicos que hace 10 años y un 26% más de agresiones

Un informe de Acaip-UGT refleja el descenso de facultativos en las prisiones, lo que redunda en más ataques entre internos y a trabajadores.

21 agosto, 2024 02:36

"La atención médica en los centros penitenciarios se ha reducido a la mitad en los últimos 10 años". "La ausencia de médicos impide la detección precoz de enfermedades mentales que muchas veces se manifiestan en la agresión a un trabajador o a otro interno". "Las agresiones a trabajadores penitenciarios [...] han aumentado en un 53,49% y, entre internos, un 26,27%".

Las anteriores son sólo tres de las preocupantes conclusiones del Informe sobre el estado de la sanidad penitenciaria de 2024, elaborado por el sindicato Acaip-UGT en base a datos obtenidos del Portal de Transparencia y de estadísticas oficiales del Ministerio del Interior y del Consejo General del Poder Judicial.

El documento, consultado por EL ESPAÑOL, recalca el "deterioro cada vez mayor" de los servicios sanitarios en las cárceles españolas. Todas ellas dependen de Interior, salvo las de Cataluña, País Vasco y Navarra, cuya gestión está transferida a los Gobiernos autonómicos.

Esta situación, según subraya el sindicato, se traduce en "un déficit de atención al interno y en problemas de seguridad", que complican la labor de los trabajadores de los centros penitenciarios.

El citado informe compara la situación actual con la de una década atrás. En el año 2014, la población reclusa estaba formada por 55.726 personas, para la cual existían 333 médicos/jefes de servicio médico y 38 subdirectores médicos. "La ratio era de 6,66 médicos por cada mil presos", destaca Acaip-UGT.

Actualmente, dicha ratio es de 3,46 facultativos por cada 1.000 internos. Es decir, la atención, de acuerdo con los datos que aporta el sindicato, ha menguado a la mitad. Ello pese a que, según consta en las estadísticas anuales que proporciona el CGPJ, el número de presos se ha reducido.

La falta de médicos en las cárceles que lamenta el sindicato incide también en las agresiones sufridas por los trabajadores de las prisiones. Las agresiones a estos, por cada mil internos, se han incrementado: desde un ratio de 7,03 en 2016 a uno de 10,79% en 2023. Lo mismo ha sucedido con las agresiones entre internos: de 86,16 por cada millar de presos a la cifra más reciente, de 108,79.

"Estos datos reflejan que las agresiones a trabajadores penitenciarios por cada mil internos han aumentado en un 53,49% y las agresiones entre presos, en un 26,27%", concluye el informe, que reclama al Ministerio del Interior, encabezado por Fernando Grande-Marlaska, y a las comunidades autónomas que gestionan prisiones que atajen esta situación.

Atención hospitalaria

Una de las consecuencias de la reducción en la atención sanitaria dentro de las cárceles —expone el estudio— es el aumento de salidas de internos a recibirla fuera de la cárcel, lo que consume recursos de transporte y de seguridad, además de requerir la gestión entre el centro penitenciario y el hospital. Acaip-UGT también señala que estas situaciones son terreno abonado para los intentos de fuga por parte de los presos.

El Ministerio del Interior, Fernando Grande-Marlaska, visita una cárcel de Madrid, en una imagen de junio de 2024.

El Ministerio del Interior, Fernando Grande-Marlaska, visita una cárcel de Madrid, en una imagen de junio de 2024. Ministerio del Interior

El sindicato también advierte de las funciones esenciales que realizan los médicos dentro de las prisiones, como diseñar las medidas para contener contagios de ciertas enfermedades, realizar los cribados de los internos de nuevo ingreso, gestionar la medicación de los internos enfermos... Especialmente, debido a que la población reclusa sufre una mayor incidencia de enfermedades que el resto, como sucede con el VIH. 

Otra deriva de esta problemática —especifica el informe— es que "algunas sanciones, muchas de ellas derivadas de agresiones a trabajadores, quedan sin cumplirse por falta de facultativos". ¿Por qué? La ley, por ejemplo, obliga a que el régimen de aislamiento de un interno se efectúa previo informe médico.