Elisa Núñez, la mujer que tuvo el botón rojo antes de la DANA: "Sánchez nos abandonó, pero la consejera decide la emergencia"
- La consejera de Interior con Vox, que gestionó el incendio de Campanar, salió de la Generalitat hace 4 meses: "Las palabras de Sánchez me parecen un insulto a los valencianos".
- Más información: La consellera de Justicia y el jefe de Emergencias, señalados: a Pradas le achacan inacción y a Argüeso, llegar 10 horas tarde
En toda catástrofe interviene una alta dosis de arbitrariedad. No sólo porque la realidad termine superando la predicción, el comportamiento humano sea impredecible o porque las cosas podían haber sucedido de otra manera. También el azar marca lo político.
Elisa Núñez habría sido la mujer que hubiera gestionado la DANA de no ser por el giro de guión con el que Vox cambió el mapa del poder territorial hace sólo cuatro meses.
En julio de este año, el partido de Santiago Abascal decidió romper con el PP en los cinco gobiernos autonómicos que compartían, con el argumento de que los populares se habían plegado al reparto de menores migrantes procedentes de las Islas Canarias.
Los consejeros de Vox dejaron sus cargos y Elisa Núñez, que se había afiliado poco antes, también abandonó la formación dando un portazo. Le envió una carta a Abascal y criticó "la deriva radical" en la que se había instalado el partido en materias como la inmigración o la violencia machista.
Hasta entonces ocupaba el puesto de consellera de Interior y Justicia de la Generalitat Valenciana bajo la presidencia de Carlos Mazón. Es decir, que si la tormenta política no hubiera precedido a la climatológica, el botón rojo en la crisis de la DANA hubiera quedado en sus manos.
Ahora, en lo que de verdad se moja es en que el Gobierno les ha dejado "abandonados" y en que las palabras de Pedro Sánchez para justificar su gestión de la crisis le parecen "un insulto a los valencianos".
En lo demás, trata de esquivar las valoraciones al "no haber estado" en las reuniones de emergencia y "sin tener toda la información" a su alcance. Aunque afirma que "es muy fácil a toro pasado" determinar si se pudo avisar antes a la población o no.
"Yo pienso que en prevención nunca hay que escatimar, siempre es preferible tirar por arriba", sostiene.
A ella le tocó gestionar el incendio del edificio de Campanar, que provocó la muerte de diez personas, y una DANA mucho menos virulenta en septiembre de 2023. En esas situaciones, "la consellera de Interior es quien tiene el mando único de la emergencia".
La anterior DANA
El 1 de septiembre del año pasado, Núñez también recibió un aviso especial -el máximo nivel de alerta junto con los avisos rojos- de la AEMET y la Confederación Hidrográfica por la formación de una DANA durante los dos días posteriores.
Con nivel 2 de alerta, Núñez convocó una reunión en el Centro de Coordinación de Emergencias con todos los organismos implicados, como ocurrió también durante la última crisis. Con la diferencia de que aquel comité de crisis de 2023 se pudo convocar con 24 horas de antelación.
Se trata de un asunto protocolario, pues sin nivel 2 de alerta no se cita al Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi). Tampoco la DANA del año pasado es comparable a la de éste, pues sólo hubo algunas inundaciones en Castellón y ningún fallecido, pero sí que se pueden extraer lecciones de entonces.
"Lo que hay que hacer es tomar decisiones. Te asesoras con los técnicos, pero al final eres tú quien tomas la decisión de activar distintas medidas o levantas el teléfono para decirle al presidente que las ponga en marcha", explica Elisa Núñez. Aclara que así lo dicta el reglamento y exime al presidente de la Generalitat de tener que asumir el control en este momento.
La actuación de su sucesora en el cargo, Salomé Pradas, ha sido muy cuestionada por no reaccionr antes y haber mandado los avisos por móvil a la población cuando el agua ya había inundado varias localidades. Núñez le envió un mensaje de apoyo el día siguiente de la catástrofe y desde entonces se ha mantenido al margen.
"Esa noche no sentí ningún alivio por haber estado al frente poco antes, más bien lo viví con un sentido de la responsabilidad todavía presente. Te pones en el papel de la persona que está al mando y lo vives con mucha intensidad. Aunque lo que a mí me tocaba era apoyar a mis vecinos y mis amigos en un momento como éste", mantiene.
En esos momentos de crisis Núñez defiende que "la información siempre fluyó bien" entre la AEMET, la AVEMET -Asociación Valenciana de Meteorología-, las Confederaciones Hidrográficas o la Delegación del Gobierno. Y asegura que todos los datos que llegaban de estos organismos eran "perfectamente comprensibles" para el personal de Emergencias, bajo el que la consejera de Interior y Justicia toma las decisiones.
Ella, insiste, no tuvo problemas al respecto. "Pero, ¿si hay que revisar los protocolos? En una tragedia de este tipo, siempre es necesario revisarlo todo, evidentemente".
El "que lo pida" de Sánchez
Tras toda esta gestión inmediata de la crisis, toca negociar con el Gobierno central.
- ¿Tenían que haber pedido inmediatamente desde la Generalitat la intervención directa de Moncloa, que se decretara la Emergencia Nacional?
- El presidente Mazón compareció, explicó lo que le había pedido al presidente del Gobierno y dijo que iba a pedir más. Parecía que vivíamos en otro país.
Y aquí la exconsejera de Interior sí va más lejos en sus consideraciones. "Si yo me estoy ahogando y pasa un señor que me ve, ¿me puede decir desde arriba que se lo pida? Sánchez nos ha dejado abandonados, la ayuda ha llegado a cuentagotas y sus palabras me parecen un insulto a los valencianos".
Según Núñez, esa frase del presidente, pronunciada cuatro días después de las inundaciones, resulta aún más grave al haber observado las "consecuencias devastadoras" que tuvieron.
"Que hay personas que están pidiendo ayuda desesperadamente, que esto es como una guerra y que se ha prestado asistencia a otros países sin replicar", lamenta.
Futuro incierto
La exconsejera, jurista de profesión, ahora da clases en la Universidad y trabaja para reabrir su despacho de abogados. No quiere saber nada de Vox -"ya le dije a Abascal todo lo que le tenía que decir"- y, a sus 46 años, no cierra la puerta a volver algún día a la Generalitat.
En el pasado militó en las Nuevas Generaciones del PP y fue asesora en la Consejería de Inmigración bajo el gobierno de Francisco Camps.
- ¿Estaría dispuesta a regresar?
- Depende.
- ¿De qué depende?
- Son muchas cosas las que hay que valorar. Así que depende.
Su sucesora, Salomé Pradas, parece tener las horas contadas tras la DANA. Mazón ha anunciado la creación de una nueva Conselleria de Emergencias e Interior con mayores competencias en esta materia, aunque de momento no ha trascendido quién la ocupará.