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España MENSAJE DE NAVIDAD

El Rey realza el valor del diálogo en el primer año en el que Sánchez y Feijóo no se han reunido ni una sola vez

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Felipe VI ha resaltado en su discurso de Navidad la necesidad de mantener un espacio de "concordia" como garantía de los derechos y libertades democráticas de todos los españoles. 

"Un pacto de convivencia se protege dialogando", ha defendido el monarca. "Por eso es necesario que la contienda política, legítima, pero en ocasiones atronadora, no impida escuchar una demanda aún más clamorosa: una demanda de serenidad", ha añadido.

Se refería a mantener el espíritu que llevó a firmar la Constitución de 1978, pero también al "ruido de fondo" de nuestros días. Y lo hace en un año en el que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no se ha reunido ni una sola vez con el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo.

Discurso del Rey a favor del diálogo

No es un hecho inédito en nuestra democracia, pero sí resulta excepcional. La última vez que se vieron Sánchez y Feijóo fue el 22 de diciembre de 2023, en un encuentro en la Moncloa en el que trataron de desbloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) -renovado a mediados de este año- y acordaron reformar el artículo 49 de la Constitución para reemplazar el término "disminuido" por el de "persona con discapacidad". 

Las anteriores ocasiones en las que se vieron cara a cara, realmente fueron citas protocolarias, pues se enmarcan dentro de sendas rondas de contactos para lograr la investidura. Primero, en el intento fracasado de Feijóo y después como paso previo a la investidura de Pedro Sánchez. 

Antes, en 2022, también se reunieron tras la dimisión del presidente del Tribunal Supremo y CGPJ, Carlos Lesmes; y poco después de que Feijóo fuera nombrado líder del Partido Popular.

Sánchez y Casado

La relación entre Pedro Sánchez y Pablo Casado tampoco fue mucho más cordial. En 2022 y 2021 no hubo ningún encuentro entre ellos. No así en 2020, año de la pandemia, en el que hablaron de forma directa en un par de ocasiones -al menos una por videoconferencia- por este motivo, mientras que hubo otro encuentro para tratar la situación en Cataluña y la situación económica. 

En 2019 las cumbres bilaterales se disparan, como ocurre en la mayoría de los años electorales entre presidente y líder de la oposición, ya que ese año hubo que repetir las generales. Varios de esos encuentros estaban centrados en buscar un acuerdo de investidura. 

En 2018, el año en el que llegó Sánchez al Gobierno a través de una moción de censura y Pablo Casado sucedió a Mariano Rajoy al frente del PP, ambos se vieron en la Moncloa poco después de ambos acontecimientos. 

Rajoy y Sánchez

Mariano Rajoy, sin embargo, sí que procuró encontrarse al menos una vez al año con Pedro Sánchez, líder de la oposición desde 2014 a 2018. Un periodo solo interrumpido por varios meses entre 2016 y 2017, cuando Sánchez fue descabalgado como secretario general del PSOE y ocupó su lugar una gestora. 

Especialmente relevantes fueron las reuniones de 2017 y 2018, en pleno desafío independentista, cuando Rajoy y Sánchez se reunieron para reforzar el pacto constitucional y abordar la situación en Cataluña.

Entre 2015 y 2016 los encuentros estuvieron centrados en las negociaciones para formar Gobierno.

Rajoy y Rubalcaba

Rajoy no se vio con tanta frecuencia con Alfredo Pérez Rubalcaba, antecesor de Sánchez como líder del PSOE. Sin embargo, su comunicación siempre fue fluida, como destacaron ambos líderes y quedó demostrado con la abdicación de Juan Carlos I, en la que ambos estuvieron en contacto directo. 

Por tanto, al tándem Rajoy-Rubalcaba le faltó el protocolo, pero no el diálogo. La línea de comunicación siempre estuvo abierta para tratar asuntos de Estado, como las ayudas a los bancos en plena crisis financiera o la política internacional en ese contexto.

Zapatero y Rajoy 

También José Luis Rodríguez Zapatero se preció de mantener abierto un canal directo con Mariano Rajoy, líder de la oposición durante los ocho años de su Gobierno. Tan sólo hubo un periodo de 18 meses entre octubre de 2008 y mayo de 2010, cuando la crisis económica o las desavenencias por el Estatuto de Cataluña impidieron que ambos se reunieran.

Algunas de las citas más importantes se produjeron, precisamente, con motivo de la crisis económica y las ayudas al sistema financiero en 2008; o en ese mismo año, cuando anunciaron un acuerdo en materia antiterrorista entre los dos grandes partidos. 

Durante los años precedentes, el declinar de ETA fue uno de los elementos fundamentales de sus reuniones, que se celebraron a un ritmo bianual.

Aznar y Zapatero

José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero tuvieron una relación más tumultuosa, aunque eso no impidió que ambos se citaran también de forma recurrente una vez al año. Tan sólo el 2002 quedó inédito, después de que estuvieran preparando una cumbre para mantener en pie el pacto antiterrorista, que finalmente no se llegó a celebrar ante la tensión surgida entre el PP y el PSOE. 

La invasión de Irak de 2003, que el Gobierno de Aznar apoyó, marcó el final de la relación del líder popular con Zapatero, erigido entonces como opositor a la guerra.

Eso no impidió que poco antes del inicio de las hostilidades se produjera una reunión entre ambos en la que Aznar le pidió su apoyo en la guerra. Después se produjo una polémica por el relevo de las tropas españolas en Irak.

La situación en el País Vasco tras una tregua de ETA, que duró desde noviembre de 1999 a enero de 2000, también protagonizó sendos encuentros entre Aznar y Zapatero en 2000 y 2001.

El siglo XX

Estas relaciones contrastan con las que se produjeron durante los años anteriores, cuando el diálogo solía ser más fluido. Por ejemplo, en los siete años que José María Aznar se mantuvo en la oposición, entre 1989 y 1996, se reunió al menos una docena de veces con el presidente Felipe González

Una frecuencia que fue todavía mucho mayor con Manuel Fraga como líder de la oposición, ya que Gonzalez afirmó que se veía con él de forma periódica una vez al mes. 

Las reuniones oficiales entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición se inauguraron en 1978, con un encuentro entre el jefe de Gobierno Adolfo Suárez y Felipe González en la oposición. En aquella reunión se trataron las relaciones con Argelia y los vínculos que tenía este país con el MPAIAC, un grupo terrorista canario que se mantuvo activo durante la década de los setenta.