Compromís premia a una directiva a la que colaron un fraude de 4 millones creándole una plaza nueva
La directora de gestión de la EMT de Valencia, María Rayón, será reubicada en el área de Finanzas pese a la “falta de diligencia constatada” que le achaca el propio Ayuntamiento.
28 octubre, 2020 02:49Noticias relacionadas
María Rayón, la directora de gestión de la EMT de Valencia acusada de la “falta de diligencia constatada” que propició el robo de 4 millones de euros sufrido por la empresa pública, va a ser recolocada en la entidad. Así está previsto que se apruebe este miércoles en el consejo de administración de la Empresa Metropolitana de Transportes con los votos de Compromís y PSPV, según confirman a EL ESPAÑOL fuentes de ambas formaciones.
Los partidos que gobiernan el Ayuntamiento de Valencia incurrirán en una clara contradicción, pues en el orden del día del consejo de administración de la entidad, presidida por Giuseppe Grezzi (Compromís), también está prevista la “ratificación de las conclusiones de la comisión de trabajo para la investigación del fraude sufrido por EMT”. Y es precisamente en esas conclusiones donde el propio consistorio responsabilizó a Rayón de lo ocurrido.
En concreto, el informe de la comisión de investigación recomendó “el cese de la directora del área de gestión, la Sra. Rayón, como Directora de Gestión, ante la falta de diligencia constatada”. La acusan de no haber delegado funciones durante su baja por maternidad -durante la que se produjo la estafa a la EMT- y de tener en el departamento de Gestión un sistema deficiente de conciliación bancaria, ya que comprobaban los movimientos de la cuenta solo una vez al mes.
“Como máxima responsable del área de gestión, se han podido constatar a lo largo de los meses de trabajo de la comisión numerosas acciones y decisiones por parte de la jefa del área que, si bien no facilitaron el fraude, no impidieron que este pudiese prolongarse durante más de veinte días”, aseveró la primera de las ocho recomendaciones de la comisión, que fue liderada por el PSPV.
Preguntadas al respecto, fuentes de la EMT precisan a este diario que, efectivamente, va a ser cesada de su cargo actual, pero que “será reubicada en el nuevo departamento de Finanzas” -Gestión, el que dirigía Rayón, será dividido en Finanzas y Gestión de Personas-.
En concreto, la hasta ahora directora ocupará uno de los puestos de nueva creación destinados a “titulados superiores” en esta nueva área. El nuevo organigrama, al que ha tenido acceso este periódico, contempla un equipo de siete personas para reforzar el área de Finanzas (dos titulados superiores y cinco administrativos) que no figuraban en el organigrama oficial de la EMT de 2019.
Pero la entidad insiste al respecto que “no se trata de un puesto creado expresamente para ella”, ya que el cambio en la estructura “responde precisamente a la aplicación de las conclusiones de la comisión, que recomendaba una reorganización del área”. La decisión, en cualquier caso, consiste en reforzar el nuevo departamento de Finanzas con una persona a la que la propia comisión de investigación de trabajo acusó de “falta de diligencia constatada”.
La estafa
El sonado robo de 4 millones a la EMT valenciana respondió a la operativa de la conocida como 'estafa del CEO', por la que los ladrones suplantan la identidad de los máximos responsables de una firma para empujar a cargos inferiores a traspasarles dinero.
En el caso de la EMT, los estafadores, mediante un servidor ubicado en un país africano no identificado, se hicieron pasar por el concejal de Compromís y presidente de la EMT de Valencia, Giuseppe Grezzi, para mover a la directora de administración, Celia Zafra, a realizar las transacciones. Ella las creyó enmarcadas en una OPA a una firma extranjera para llevar a cabo un proyecto sobre puntos de recarga de vehículos.
Los delincuentes eligieron el momento perfecto, pues el gerente, Josep Enric García, y María Rayón estaban ausentes, y la EMT contaba con un líquido de 24 millones de euros en una cuenta bancaria procedentes de un crédito del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
Además de suplantar a Grezzi, también se hicieron pasar por un abogado de Deloitte. Este falso letrado fue el que logró que Zafra firmara un acuerdo de confidencialidad que la aisló de su entorno y, posteriormente, llegara incluso a proporcionarle las firmas de sus superiores. Al obtenerlas pudo falsificarlas y, con los documentos falsos generados, consiguió que Zafra hiciera hasta ocho transferencias a China, que sumaron los 4 millones sustraídos.
Lo sucedido fue una bomba política que ha puesto contra las cuerdas al alcalde Joan Ribó, quien ha respaldado en todo momento a su concejal Giuseppe Grezzi (ambos de Compromís) pese a las presiones contra el dirigente tanto de la oposición -liderada por el PP de María José Catalá- como de sus propios socios de gobierno -el PSPV de la vicealcaldesa Sandra Gómez-.
A por CaixaBank
Compromís, en defensa de la EMT, señala a CaixaBank como responsable de lo ocurrido. En concreto, opina que el banco, en función de sus protocolos, debió impedir las transferencias a un país en el que la EMT nunca había operado, y que debió percatarse de que eran falsas las firmas que autorizaban los traspasos. Las escasas opciones de Ribó para recuperar algo de dinero pasan por la posible responsabilidad de CaixaBank, pues la pista del dinero parece muy difícil de seguir.
El Tribunal Superior de Justicia de Hong Kong ya ha dictado sentencia sobre el caso, pero su precoz y escueto dictamen -de solo dos páginas- tan solo condena a los testaferros que recibieron las transferencias, que además se encuentran en paradero desconocido. Se trata de los titulares de las mercantiles JG Trade Co y Shengyi Trading Limited -Zuo Jialiang y Li Yuanxin, respectivamente-.