Los okupas no desalojados por Carmena amenazan ahora con denunciar al Ayuntamiento

A la okupación en Madrid la llaman "Ingobernable". Así lucen los carteles del colectivo que ha invadido un edificio público de 3.000 metros cuadrados a orillas del Paseo del Prado. El 6 de mayo, día de la "asamblea" inaugural, la Policía no pudo desalojar el espacio porque Manuela Carmena, en calidad de propietaria, rechazó la actuación en caliente de los cuerpos de seguridad. Varios de sus concejales apoyan la usurpación del palacete. Tras afianzar su posición, "La Ingobernable", a pesar de no haber recibido denuncia por parte de la alcaldesa, toma la iniciativa: amenazan con denunciarla a ella.

Un chantaje con dos condiciones. Los okupas, apoyados por Ganemos Madrid, casi un tercio del Ejecutivo de Carmena, exigen al Consistorio que rescinda la cesión del edificio del Paseo del Prado al arquitecto argentino Emilio Ambasz, que se fraguó en tiempo de Ana Botella. También claman por su permanencia indefinida y el uso obligatorio del espacio como centro social, sin jerarquías, nunca dirigido por el Ayuntamiento, propietario del palacio. Si Carmena no rompe el convenio con Ambasz, los movimientos que auspician "La Ingobernable" estudiarán emprender acciones legales.

De no denunciados a denunciantes

Los no denunciados por Carmena podrían denunciarla a ella. De momento, no hay diálogo. Por lo menos de puertas hacia fuera. Ahora Madrid sigue despejando balones a diestro y siniestro, algunos de ellos enviados por su socio para casi todo, el PSOE. "Estamos estudiando el caso, cumpliremos la ley, hemos abierto un expediente", relatan fuentes municipales. Pero este jueves, el Gobierno de Carmena se vio obligado a destapar su postura.

Los cuatro partidos, en el pleno del distrito Centro, debatieron la posibilidad de instar a la alcaldesa a desalojar a los okupas de "La Ingobernable". Todos a favor, salvo Ahora Madrid.

Así fue la cesión a Ambasz

El edificio del Paseo del Prado, antes sede de la UNED y centro de salud, fue cedido de forma gratuita y por 75 años al arquitecto Emilio Ambasz. En el último pleno de Ana Botella como alcaldesa se aprobó el plan que permitiría al argentino demoler la construcción y levantar su museo, cafetería incluida. Entonces, los movimientos que hoy okupan esta sede criticaron el "chanchulleo" entre la alcaldesa del PP y "un amigo de FAES y Aznar". El pasado 6 de mayo, cuando se aireó la patada en la puerta, el palacete llevaba cuatro años vacío.

Un portavoz de Ganemos, la corriente más crítica con Carmena de las que nutren Ahora Madrid, explicita: "Esto es un órdago, ella no tiene más remedio que posicionarse, o con los movimientos sociales que la auparon o con las viejas políticas del bipartidismo". De ahí la crisis que provocó esta okupación en la Junta de Gobierno, que llegó a prohibir facilitar información al respecto. "En el argumentario pone que no digamos nada", se le escapó al gabinete el lunes inmediatamente posterior a la usurpación.

"La Ingobernable", llena de vida

Con casi quince días de vida, "La Ingobernable" se confiesa robusta: "Nuestro propósito es alegre y firme". Apuestan por un espacio que funcione carente de jerarquías y con una lógica alejada del consumo.

Los 3.000 metros cuadrados, un laberinto de escaleras, esterillas, sacos de dormir, salas asamblearias y biblioteca, se rigen por el apoyo mutuo, el máximo respeto por los Derechos Humanos y "la democracia radical".

"La Ingobernable" quiere ir lejos, lograr algo más que el edificio del Paseo del Prado. El colectivo okupa espera que una cesión definitiva del palacete siente un precedente, que Madrid reconozca "el derecho a la reapropiación de espacios, como ya se hace en estas ciudades".

La oposición en bloque ha cercado a Manuela Carmena. También "La Ingobernable", auspiciada por parte de los concejales de su Gobierno. De momento, a la espera de la resolución del expediente. El desalojo, imposible si la alcaldesa no denuncia en calidad de propietaria.