Carles Puigdemont ha dado un paso más en su desafío a las leyes de España. No sólo desconoce la resolución que suspende la celebración del referéndum del 1 de octubre, sino que ahora también niega a la justicia la capacidad de inhabilitarle independientemente del delito que cometa.
Así lo ha dicho este domingo en el tradicional discurso televisado que el presidente de la Generalitat realiza en la víspera de la Diada. Puigdemont ha asegurado que el 1-O se celebrará con todas las garantías, porque es legal. Y que sólo el Parlamento de Cataluña puede inhabilitarle a él y a su Gobierno. La Fiscalía se querelló contra Puigdemont y todos sus consejeros por los presuntos delitos de prevaricación, malversación y desobediencia.
"Sólo el Parlamento de Cataluña puede inhabilitar el Gobierno que yo presido", ha dicho. "No hay ninguna otra instancia judicial o política que pueda hacerlo”.
El Código Penal
Pero los delitos a los que se enfrenta Puigdemont no sólo conllevan penas de inhabilitación, sino también de cárcel. Según el Código Penal, el presidente catalán puede ser condenado por desobediencia a entre seis meses y dos años de inhabilitación. También puede ser inhabilitado entre nueve y 15 años por el delito de prevaricación. El Código Penal también prevé un período de inhabilitación de entre seis y 10 años por la malversación.
Al margen de la querella, que ya está admitida a trámite por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, el Tribunal Constitucional tiene la facultad de suspenderle de sus funciones en el cargo. Esta vía, aunque disponible, parece descartada.
La inhabilitación puede posponerse hasta que la sentencia sea firme y estén agotadas las vías de recurso. El expresidente de la Generalitat, Artur Mas, fue condenado a dos años de inhabilitación por la consulta del 9-N y está pendiente de que se resuelva su recurso ante el Supremo. El Alto Tribunal ya ratificó la condena a poco más de un año de inhabilitación a Francesc Homs, que perdió su acta de diputado en el Congreso.
A Puigdemont parece no importarle demasiado. En su mensaje, ha asegurado que tampoco puede inhabilitarle una instancia "política". Pero existen fórmulas. El artículo 155 de la Constitución y la ley de Seguridad Nacional son recursos legales -y a disposición del Gobierno- que pueden despojarle de sus funciones si se invocan. El Gobierno lo ha descartado de momento.
Diada masiva
Puigdemont ha dicho que sacará las urnas a la calle el 1 de octubre y ha reconocido que la Diada de este lunes es muy importante. "Es una Diada muy importante, que debemos celebrar activamente con el civismo y la alegría que nos caracteriza", ha asegurado. "Es un día para expresar nuestra voluntad de ser como pueblo, recordando el pasado, de dónde venimos, pero también para proyectarnos hacia el futuro. Un futuro que tenemos en nuestras manos y que democráticamente decidiremos pronto".
El presidente catalán ha acusado al Gobierno de no querer hablar, pactar, escuchar u ofrecer una salida diferente. Y sobre la tensión que se puede vivir en las próximas semanas, Puigdemont ha asegurado que no permitirá que se rompa la convivencia en Cataluña. Horas antes, sin embargo, su portavoz Jordi Turulll celebraba las protestas callejeras ante la Guardia Civil.
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