El calendario es el siguiente: acuerdo en el Consejo Europeo del 17 y 18 de julio, el primero presencial tras el coronavirus. Ahí ya se sabrá cómo, cuándo y cuánto dinero le toca a España del fondo de la UE para la Reconstrucción.
Y con esos números, negociar todo agosto los apoyos y llevar al Congreso los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2021 en la tercera semana de septiembre. Ésos son los plazos que maneja Pedro Sánchez, según ha podido saber este periódico en fuentes de Moncloa y del Ministerio de Hacienda.
En conversación con este periódico, una de las personas que trabajan en el gabinete de Presidencia explica que "no sólo es que haya que empezar de cero" las cuentas públicas, "porque todo lo que ha pasado ha reventado el cierre del año". Es que "las previsiones de ingresos y gastos son todavía inmanejables".
Hace falta saber cuándo, cómo y cuánto dinero llegará de Europa. Luego rematar el borrador hasta finales de julio y, con esos datos, contactar con las formaciones políticas con intención de buscar apoyos y pactar durante el mes de veraneo. "Ciudadanos está disponible, quiere probar esta nueva estrategia y además, es el partido que más necesita tiempo de legislatura", explica otra fuente del Gobierno, confiada en sacar los PGE.
Dos objetivos
El plazo de la tercera semana de septiembre tiene dos objetivos: uno práctico, que los números no se pueden cuadrar sin saber "cuántos fondos y en qué condiciones" van a llegar de Europa, advierte otra fuente del Gobierno: "La ayuda de la UE es la máxima prioridad y ahora todo está concentrado en eso".
De hecho, fuentes del lado morado del Gobierno admiten que ahí está la explicación al repliegue público en sus exigencias, no hacer ruido que incomode a Sánchez en la negociación de aquí a la celebración del Consejo Europeo. "Aunque volveremos después, son nuestras banderas y creemos en lo que reclaman los colectivos", aclaran.
El segundo objetivo es no forzar demasiado el frágil equilibrio político de los nuevos socios... o de los que se quiere que sean nuevos socios. "A Ciudadanos no podemos pedirle que se haga una foto antes de verano, aguantar el chaparrón, y otra foto a la vuelta, en otoño, el desgaste sería mayúsculo", revela la persona del gabinete presidencial de Moncloa ya citada anteriormente.
Hay un tercer motivo, no confesado por las fuentes gubernamentales, y es que la supervivencia del Gobierno, en su actual conformación, depende de que Moncloa domine los tiempos y los pasos se marquen con calma. "En lo que estamos es en que los Presupuestos se presentarán probablemente la tercera semana de septiembre", la que empieza el lunes 21 con el otoño, confirma una fuente del lado morado del Gobierno.
Lo que dicen las leyes
Si se cumple lo que revelan por separado estos distintos responsables del Gobierno, su sala de máquinas y del gabinete de otro ministro, la presentación de las cuentas en esa fecha será la culminación de un rally rápido de vuelta a las sesiones plenarias de la Cámara Baja, con techo de gasto, senda de déficit y Presupuestos todo seguido.
En teoría los plazos están tasados por las leyes: la 47/2003 General Presupuestaria y la 2/2012 de Estabilidad Presupuestaria. La primera dice, en su artículo 37.1) que el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado "será remitido a las Cortes Generales antes del día 1 de octubre del año anterior al que se refiera".
Y la segunda, según su artículo 30.2) que "antes del 1 de agosto" se debe informar "al Consejo de Política Fiscal y Financiera sobre el límite de gasto no financiero" que debe haberse aprobado en Consejo de Ministros, tal como dice el artículo 15.1), "en el primer semestre de cada año".
Un trámite no depende del otro, la ley marca fechas pero no sanciones por incumplirlas y, de hecho, en Hacienda reconocen que los mismos PGE llevan cuatro años sin llegar en fecha al Congreso. En todo caso, "no ocurre nada por que el techo de gasto se retrase y casi se solape con la ley de Presupuestos".
El pasado febrero ya se aprobó en las Cortes Generales un techo de gasto para el curso que viene, pero "ha saltado por los aires". Y como se recordará, el Gobierno Sánchez ya jugó a colar en una misma sesión del Congreso la votación de ese trámite presupuestario para dos ejercicios distintos, 2020 y 2021. "Ahora el plan es llevarlo todo negociado en un solo pack: techo de gasto, senda de estabilidad y Presupuestos", explica una fuente de Hacienda.
La clave europea
Para que se puedan poner números a las partidas que ya están esbozando en Hacienda, tal como confirmaba a EL ESPAÑOL una alta fuente del Ejecutivo, es necesario que la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del 17 y 18 de julio sea un éxito.
Pedro Sánchez se está implicando personalmente en ello, con la inestimable ayuda de su homóloga alemana, Angela Merkel, que asumirá la Presidencia de turno de la UE el 1 de julio e inaugurará su último liderazgo europeo con esa cita del Consejo, ya cara a cara.
Merkel ya ha anunciado públicamente su apoyo oficial a la candidatura de Nadia Calviño a la presidencia del Eurogrupo. Este espaldarazo es clave. La canciller ya ha estrechado las manos de tres presidentes españoles desde que llegó al poder en 2005; es la mujer de derechas que supo ver la salida a la crisis de los refugiados de 2016 y acogió a más de un millón de ellos en su país; y es la líder conservadora que defenestró a su sucesora, Annegret Kramp-Karrenbauer, por alentar un pacto regional con la extrema derecha.
Sánchez lo sabe y sus respectivos gabinetes están sondeando más gestos públicos en los que la campeona alemana coja de la mano al herido aspirante español. Y para lograrlo, el acercamiento mutuo con Ciudadanos ha sido el primer aval de seguridad.
Ahora, los puentes tendidos con el PP siguen siendo muy difíciles de cruzar, pero ni el ala socialista del Gobierno ni el equipo más cercano a Pablo Casado lo descartan: "Es muy difícil, pero lo estamos deseando", explica un ministro a este periódico. "Ya no decimos que no de inicio... a ver a qué dicen ellos que sí", puntualiza un miembro del equipo del líder de la oposición.