Casado mira a las encuestas y ya contempla acabar la legislatura sin que se renueve el CGPJ

Tanto el Gobierno como el Partido Popular aprovechan todas sus comparecencias para endosarse la responsabilidad de la ausencia de pacto. Pablo Echenique, portavoz de Unidas Podemos, ha llegado a acusar a los conservadores de "sedición" por "violar la Constitución".

Sin embargo, los dirigentes populares se muestran "tranquilos". Uno de ellos, en charla con EL ESPAÑOL, responde: "Para nosotros no tendrá ningún coste. La culpa del bloqueo es del Gobierno". Una frase que repiten, casi literalmente, en Moncloa, pero a la inversa.

El CGPJ debe renovarse, tal y como indica la Constitución, cada cinco años. La actual alineación debió cambiar en diciembre de 2018, pero el mandato se viene prorrogando desde entonces ante la incapacidad de las principales fuerzas políticas para alcanzar un acuerdo.

Gran parte de la "tranquilidad" que se respira en Génova tiene que ver con las encuestas. Casi todas ellas auguran un adelantamiento de Casado a Sánchez y una mayoría absoluta integrada por PP y Vox.

El sondeo realizado por SocioMétrica para este periódico a principios de agosto colocaba a Casado en los 116 escaños, 15 más que Sánchez. En los últimos días, NC, GAD3 y Sigma Dos han aupado al PP hasta los 130, doblando la distancia con el PSOE. "Estamos listos para gobernar", anunció la dirección conservadora al inicio del curso político.

El camino a seguir para desbloquear -en este caso reiniciar- la negociación sería una conversación entre Enrique López, juez en excedencia y consejero de Justicia de la Comunidad de Madrid, y Pilar Llop, ministra de Justicia. "No me consta que hayan hablado", dice al respecto un mandatario cercano a Casado.

Sin embargo, el PP cree que existe un resquicio para que haya pacto antes del fin de la legislatura: "No creemos que se atreva a llegar tan lejos. Europa le está marcando el camino".

Se refieren a las recomendaciones de las distintas instituciones europeas, que piden al Gobierno que doce de los veinte vocales sean elegidos por los jueces. Así sucedió a partir de 1980, cuando se elaboró una ley que cumplía con lo indicado por la Carta Magna. Después, en 1985, el PSOE se valió de su mayoría absoluta para entregar el total de los nombramientos al Congreso y el Senado.

El amago de reforma

Pedro Sánchez, en la senda de Felipe González, llegó a amenazar con una reforma exprés que hubiera permitido la renovación del CGPJ con unas mayorías parlamentarias más reducidas; es decir: sin contar con el PP.

El proyecto soliviantó a las instituciones europeas, pero también al poder judicial. Ambos colectivos pusieron el grito en el cielo y Moncloa acabó renunciando a dicha reforma.

La renovación del CGPJ se ha convertido en un caballo de batalla. El tono que utilizan Gobierno y PP es cada vez más duro, como puede apreciarse en este vídeo distribuido por los socialistas.

Pedro Sánchez y Pablo Casado no hablan desde que el líder del PP llamó al presidente del Gobierno para informarse de la crisis de Marruecos. Ni siquiera lo ocurrido en Afganistán ha reactivado la relación entre las cabezas del Ejecutivo y la oposición.

Mientras tanto, Carlos Lesmes, presidente del CGPJ, prepara un discurso de inauguración del año judicial -será el próximo lunes- en el que criticará con firmeza la incapacidad de Gobierno y PP para llegar a un acuerdo. El bloqueo -ya dijo una vez- "puede contribuir al descrédito del órgano de los jueces".