El PSOE no ve interlocutor en el PP sobre Ucrania: "Ni Casado se ha ido ni ha llegado Feijóo todavía"
Fuentes socialistas del Gobierno presumen de que el cambio de criterio sobre la entrega de armas a Ucrania ha roto a Unidas Podemos.
5 marzo, 2022 03:59Noticias relacionadas
El PSOE ve a sus socios de Podemos divididos y a sus rivales del PP descabezados (inmersos en el proceso de sucesión de Pablo Casado) ante una crisis internacional tan grave como la provocada, en el corazón de Europa, por la invasión de Ucrania.
Frente a la debilidad de ambos grupos, el PSOE cree que el presidente Pedro Sánchez sale fortalecido de este conflicto que, como anunció el miércoles en el Congreso de los Diputados, va a causar una dramática crisis humanitaria y a ralentizar la recuperación económica en España.
Al término del Consejo de Ministros de este viernes, una ministra socialista ha recordado que el titular de Exteriores, José Manuel Albares, informa periódicamente a los portavoces de los grupos parlamentarios sobre los avances de la situación en Ucrania.
El presidente del Gobierno tuvo la deferencia, además, de telefonear personalmente a Pablo Casado para ponerle al corriente de la situación. Pero ahora, ha añadido la ministra, el presidente "no sabe con quién hablar en el PP" sobre esta cuestión.
Tricefalia del PP
La ministra intentaba poner de relieve que la crisis de Ucrania ha sorprendido al primer partido de la oposición en una situación de extremada debilidad, inmerso en su proceso de renovación que culminará el 1 de abril en su Congreso extraordinario de Sevilla.
Hasta ese momento, el PP tiene a un líder saliente tutelado por los barones regionales y sin apenas capacidad de decisión (Pablo Casado), un líder emergente que aún no ha sido confirmado por el voto de los afiliados (el gallego Alberto Núñez Feijóo) y una coordinadora general, Cuca Gamarra, encargada de gestionar el día a día del partido, hasta el Congreso de Sevilla.
"Ni Casado se ha ido ni ha llegado todavía Feijóo", dice gráficamente otro dirigente del PSOE consultado por EL ESPAÑOL. De este modo, los socialistas creen que el PP no está en situación de poner en aprietos al Gobierno por la gestión del conflicto de Ucrania, pese a las contradicciones del presidente Pedro Sánchez (que el miércoles anunció el envío de armas a Ucrania, tras sostener lo contrario hasta 24 horas antes).
Pablo Casado tomó la palabra por última vez en las Cortes el pasado 23 de febrero, con un breve discurso en el que, a modo de despedida, apeló a preservar la "concordia" entre los españoles.
"Minoría en la minoría"
Sánchez contestó reprochándole que haya recurrido a la "descalificación constante" como forma de hacer oposición y asegurando que no va a aprovechar la debilidad del PP para adelantar las elecciones. Los populares cruzan los dedos para que esta vez haya dicho la verdad.
Pero los socialistas no ven en una situación mucho mejor a sus socios de Podemos. La misma ministra del PSOE ha atribuido este viernes a "un grupo minoritario de la minoría del Gobierno" las críticas a la decisión de Sánchez de enviar armas para que el pueblo ucraniano se defienda de la agresión de Putin.
Aludía a que sólo las ministras de Derechos Sociales, Ione Belarra, y de Igualdad, Irene Montero, han criticado públicamente la decisión del presidente del Gobierno. En cambio, otros dos ministros designados por Podemos (la vicepresidenta de Trabajo, Yolanda Díaz, y el titular de Universidades, Joan Subirats) han respaldado el envío de armas a Ucrania.
El ministro de Consumo y coordinador general de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha evitado pronunciarse públicamente, aunque se le sitúa entre los segundos.
Sánchez avisó a Díaz
Como ha informado EL ESPAÑOL, el presidente Pedro Sánchez informó personalmente a Yolanda Díaz de su cambio de criterio. En cambio, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, sólo recibió una llamada del ministro Albares para sondearla sobre esta cuestión.
Algo que Podemos ha utilizado ahora para acusar a Sánchez de incumplir su compromiso de no enviar armas a Ucrania, al margen del Fondo de Apoyo a la Paz de la Unión Europea.
De este modo, el conflicto de Ucrania ha resquebrajado a Unidas Podemos. Por un lado se mantiene el núcleo duro formado por Ione Belarra (secretaria general de Podemos), Irene Montero y el secretario de Estado para la Agenda 2030, Enrique Santiago (que es al mismo tiempo secretario general del PCE).
Los tres a la sombra de un Pablo Iglesias que desde sus colaboraciones en numerosos medios (desde la cadena Ser al diario Gara) sigue dictando la posición que debe adoptar el partido ante las principales cuestiones de actualidad.
Pero el resto de ministros de Unidas Podemos comienzan a alinearse en torno a la vicepresidenta Yolanda Díaz, que ya no se somete a las directrices del "núcleo duro" y quiere lanzar su propio proyecto político para las próximas elecciones generales.
Rusia, un 'paraíso fiscal'
Durante la rueda de prensa de este viernes, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha evitado confirmar si algún ministro de Podemos ha cuestionado durante el Consejo de Ministros el envío de armas a Ucrania.
Al respecto, ha recordado que las deliberaciones del Consejo de Ministros son secretas y ha recalcado que no es momento de "estar mirándonos el ombligo", sino de tener "altura de miras ante esta agresión sin precedentes" como la desatada por Vladímir Putin.
El ataque ruso a la central nuclear de Zaporiyia demuestra, a su juicio, la gravedad que puede alcanzar la ofensiva militar desatada por Putin. Isabel Rodríguez ha informado de que el presidente Pedro Sánchez se reunirá mañana sábado en Madrid con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para analizar la situación en Ucrania y las consecuencias que puede tener para la economía.
La ministra portavoz ha destacado que España lidera en Europa la iniciativa para que Rusia sea incluida en la lista de paraísos fiscales.
"Mayoría de investidura" rota
Los socialistas se han mostrado fortalecidos ante la división interna provocada por la invasión de Ucrania en Podemos, que pierde así capacidad de maniobra y de presión en el seno del Ejecutivo.
Es el segundo grave enfrentamiento que se produce entre ambos socios de Gobierno en un mes, desde la aprobación de la reforma laboral. En aquel caso, la vicepresidenta Yolanda Díaz intentó apurar hasta el último minuto la negociación con ERC y Bildu, ofreciéndoles todo tipo de concesiones, para que apoyaran el texto. Intentaba preservar así la llamada "mayoría de investidura", tal como reclamaban Ione Belarra y el propio Pablo Iglesias.
Pero el PSOE puenteó esta negociación, desautorizando a Yolanda Díaz, y armó una mayoría alternativa con Ciudadanos y otros partidos minoritarios (como Unión del Pueblo Navarro, PDCAT y el PRC de Revilla).
Los dos diputados de UPN rompieron la disciplina de su partido y se negaron a apoyar la reforma laboral, que salió adelante gracias a una inesperada carambola: el "error" del diputado del PP Alberto Casero en el voto telemático.