El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este sábado en el mitin del PSOE en Sevilla.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este sábado en el mitin del PSOE en Sevilla. Joaquín Corchero Europa Press

Política 28-M

El plan de Sánchez para olvidar a Bildu: campaña emocional tras las medidas para colectivos concretos

La estrategia irá virando conforme se acerque el 28-M para apelar a los desideologizados. El 37% del censo decidirá estas semanas qué votará.

15 mayo, 2023 03:54

Apenas quedan dos semanas para las elecciones del 28-M y esta cuenta atrás tiene un elemento que centra la atención en la sala de máquinas electoral de Moncloa. Se trata de un dato: según el CIS, el 37% de los españoles con derecho a votar decidirá qué papeleta coge, si es que coge alguna, durante estos últimos días. Eso son casi 13 millones de votos.

Con esto en mente, y con la idea de que el electorado del PSOE está muy desmovilizado y que hay que cambiar eso, el equipo de Pedro Sánchez ha diseñado una campaña electoral que ha comenzado apelando a colectivos concretos de la población que consideran desmovilizados y que acabará transicionando a un auténtico "bombardeo a las emociones de la gente".

Esta estrategia, que ya estaba diseñada antes del arranque de la campaña, se le hace al PSOE todavía más necesaria ahora que el foco está en que Bildu lleva a 44 condenados por terrorismo en sus listas, siete de ellos con delitos de sangre. Que el partido vasco sea uno de los principales apoyos de Sánchez en el Congreso, no es precisamente un elemento movilizador.

La hoja de ruta que busca Moncloa servirá para, primero, pescar el voto en caladeros concretos y, después, apelar "a los más desideologizados de todos los votantes, a esos a los que se llega sólo con las emociones", reconocen desde el equipo de campaña, aunque sin desvelar todas las cartas para no dar pistas al adversario.

A pesar de no estar ya en primera línea, resuenan aquí las palabras de Iván Redondo, antiguo estratega de Pedro Sánchez. "Primero nos emocionamos y luego votamos", dijo. Y parafraseó a James Carville, estratega de Bill Clinton en 1992: "Son las emociones, estúpido". ¿Y con qué emociones se vota? Según Redondo, con el miedo, el rechazo y la esperanza.

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El sábado de la semana pasada, Pedro Sánchez aprovechó un mitin del PSOE para anunciar que el Gobierno financiará a los menores de 30 años el 50% del Interrail por Europa este verano. Al día siguiente, en otro mitin, anunció que el Instituto de Crédito Oficial avalará el 20% de la hipoteca de primera vivienda a jóvenes y familias con menores. La concreción de las medidas, claro, no son casuales.

"Las categorías están muy bien delimitadas", reconoce una ministra del Ejecutivo. "Hay mucho joven desmovilizado o indeciso que, creemos, por afinidad nos votarían a nosotros. Especialmente entre los 18 y 25 años", completan desde Ferraz. "Si conseguimos movilizarlos, vendrán hacia la izquierda. Al PSOE, aunque tampoco importa tanto que sea a otros partidos", añaden, conscientes de que lo que decantará los resultados serán los bloques.

Y es que, atendiendo al último barómetro del CIS, el 12,3% de los jóvenes entre 18 y 24 años no saben a quién van a votar y el 8,5% dice que no va a votar. Esto es un 20,8% de jóvenes que están desmovilizados o indecisos y donde el PSOE cree que puede rascar más votos porque es el partido favorito en esta franja de edad: el 22,6% les votaría, seguido de lejos por el 14,3% del PP.

En Moncloa están muy satisfechos de cómo está funcionando esta campaña consistente en anunciar medidas en mitines y, luego, aprobarlas en el Consejo de Ministros. Las ayudas para paliar la sequía aprobadas en la reunión extraordinaria del pasado jueves son un ejemplo de ello, apuntando directamente al sector del campo, otro nicho concreto como el de los jóvenes.

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Y este fin de semana, Sánchez ha anunciado nuevas medidas, también a sectores concretos de la población. El sábado aseguró en Sevilla que se iba a implantar el derecho al olvido oncológico y, el domingo, en Puertollano dijo que aprobaría un plan para que los jubilados puedan ir al cine por dos euros los martes.

Pero ahora que la campaña se encuentra en su recta final, también va a ir aumentando exponencialmente el contenido menos pragmático y más emotivo. Los spots electorales publicados este viernes con el arranque oficial de la campaña son una muestra de ello.

En el principal vídeo del PSOE, la canción de fondo habla de "mirar por todos y no mirar para otro lado", se definen como los que luchan, los currantes, los que miran adelante, los feministas y activistas y un largo etcétera. Habla de defender "el amor en todas sus formas" y dice: "no entiendo a aquellos que votaron en contra", recordando la oposición del PP al matrimonio igualitario.

Y culmina con un mensaje llamando a la movilización: "No vas a votar porque no estás a gusto, ¿pero así como esperas que podamos progresar?". Pura emoción y, además, demuestra algunas de las líneas que seguirán los mensajes venideros.

Según fuentes de la campaña, el clímax de esta apuesta se notará a partir del próximo fin de semana, a unos siete días del 28-M, el Día D. Se intensificarán los actos, el bombardeo en Facebook e Instagram, el mailing, los call centers y todas las herramientas que haya al alcance. Eso sí, siempre teniendo en cuenta el sector de la población al que se dirigen, para que los mensajes sean efectivos.

"Se va a hacer todo lo posible por seducir a ese electorado más desideologizado, al que se llega con las emociones. Va a ser un tiempo de movilización pura", aseguran. "Esa parte es fundamental en todas las campañas, más teniendo en cuenta la volatilidad que estamos viendo", añaden. Eso sí, el resultado está demasiado ajustado en muchos sitios y no deja de cundir la sensación de que el éxito o el fracaso dependerá de "una moneda lanzada al aire".