La insólita campaña de Sánchez: por primera vez un presidente pisa más platós (16) que mítines (12)
Ferraz priorizó los formatos audiovisuales, pero el pinchazo en el 'cara a cara' llevó al partido a volver a pelear en la calle.
22 julio, 2023 03:18Pedro Sánchez ha firmado para este 23-J una de las campañas electorales más atípicas que se recuerdan. El candidato socialista a revalidar la Presidencia del Gobierno apenas ha dado mítines, sólo 12 desde que convocó las elecciones, y ha apostado por aumentar su presencia en radios, televisiones, pódcast y YouTube: ha protagonizado 16 intervenciones en estos formatos.
EL ESPAÑOL ha analizado la campaña insólita de Sánchez, con más platós que mítines. Nunca antes un presidente había hecho algo así como candidato. Además, de los datos se desprende que sólo su pinchazo en el cara a cara con Alberto Núñez Feijóo devolvió al socialista a los actos públicos para intentar la disputa de escaños en circunscripciones muy concretas.
Desde que convocó las elecciones anticipadas, el pasado 29 de mayo, Sánchez sólo ha pisado nueve provincias, siete desde que, el pasado día 7, arrancó oficialmente la campaña. Un dato que contrasta con las 24 provincias en las que ha estado Feijóo desde el inicio de la campaña electoral.
El PSOE había diseñado para las elecciones autonómicas y municipales del pasado 28-M una campaña electoral con muchos mítines, en los que Sánchez multiplicó su presencia. Los socialistas celebraron uno por día, como mínimo, con el objetivo de movilizar a su electorado y a los indecisos. Pero, a todas luces, la estrategia no funcionó y el batacazo provocó una pérdida de poder institucional sin precedentes.
A partir de ese momento se abrió un proceso de reflexión —corto, por el adelanto electoral— en la sala de máquinas de Ferraz y se decidió virar la estrategia por completo. "Organizar un mitin requiere mucho esfuerzo y luego aparece sólo 30 segundos en un telediario. Una entrevista en Telecinco, en cambio, la ve un millón de personas", reflexionan fuentes del partido.
Desde que convocó las elecciones hasta que arrancó la campaña electoral, Sánchez sólo dio dos mítines: uno en Dos Hermanas (Sevilla) y otro en Tenerife. En cambio, en esas mismas fechas, acudió al programa Más de uno de Carlos Alsina, a El Intermedio con El Gran Wyoming, fue entrevistado por Jordi Évole, acudió a El Hormiguero de Pablo Motos y a El programa de Ana Rosa.
Los días que no estaba en esos medios, el presidente aparecía en YouTube, en el canal oficial del PSOE, haciendo una especie de entrevistas preparadas y guionizadas con algunos de sus ministros. Se han emitido cuatro con José Luis Escrivá, Luis Planas, Teresa Ribera y Nadia Calviño.
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Sánchez también fue entrevistado en los Informativos de Telecinco por Pedro Piqueras horas antes del arranque de campaña. Aunque por esas fechas sí protagonizó dos actos en Madrid, principalmente para presentar el programa electoral, lo que es prácticamente un trámite.
El PSOE llegó realmente envalentonado al arranque oficial de la campaña, el pasado 7 de julio. La estrategia de priorizar el formato audiovisual había funcionado, Sánchez conseguía colocar sus mensajes y salía bien parado en aquellos medios que se podían considerar territorio hostil, a los que no había concedido entrevistas en años —Alsina, Ana Rosa Quintana y Pablo Motos—.
El debate cambió todo
Sin embargo, desde el PSOE no fueron capaces de mantener este pulso y, nada más arrancar la campaña, la estrategia tuvo que pegar un viraje de 180 grados. Si bien se siguió manteniendo el foco en los medios audiovisuales, los socialistas se vieron obligados a compaginar esa faceta con los mítines y dar a los actos públicos un protagonismo que no estaba en los planes iniciales.
Uno de los motivos fue el debate cara a cara que mantuvieron Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo en Atresmedia. El candidato socialista se mostró nervioso, no consiguió colar sus mensajes ni rebatir los del adversario y dio la imagen de que el tono presidencial lo tenía el del PP y que él era el aspirante.
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En la sala de máquinas de Ferraz también detectaron que, en determinadas provincias, los escaños bailaban por un puñado de cientos de votos. Por ello, interpretaron que debían reforzar la presencia de Sánchez en dichos territorios para arrebatar algunos escaños al PP y defender otros.
Dos días después del cara a cara, el pasado 13 de julio, Sánchez volvió a los mítines en Santander y concatenó uno tras otro. Fue a Valencia, Barcelona, Huesca, San Sebastián, Lugo, Madrid (este viernes ha cerrado la campaña en Getafe) y acudió a un acto por la cultura en la capital. Protagonizó mítines todos los días desde el 13, excepto el 19 de julio, cuando acudió al debate a tres con Yolanda Díaz y Santiago Abascal.
Sánchez llegó a priorizar los mítines frente a algunas responsabilidades como presidente de turno de la UE. Para acudir a San Sebastián y Huesca dejó plantadas a decenas de autoridades internacionales que habían acudido a Bruselas con motivo de la cumbre entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Aunque ello no le apeó de los platós: ha concedido nuevas entrevistas en la Cadena Ser con Àngels Barceló, en RNE y este viernes en RTVE y en Onda Cero, con Julia Otero. Además, apeló al público joven con su aparición en los pódcast Hora Veintipico y La pija y la quinqui.
Con todos estos elementos, el PSOE ha llegado al final de la campaña en lo que consideran un buen estado de ánimo. Desde Ferraz aseguran que, en las últimas horas de la campaña, su tendencia sigue siendo al alza. Si bien parece difícil que los socialistas ganen las elecciones, esperan poder formar una coalición suficiente con Sumar, el proyecto de Yolanda Díaz.