Críticas en el PP por el "lenguaje nacionalista del 'encaje' de Cataluña" utilizado por Feijóo
"El encaje ya está perfectamente definido en la Constitución", apunta un dirigente popular. "Lo que toca ahora es fortalecer el Estado, no disolverlo".
7 septiembre, 2023 03:08"Sé que debemos dar una propuesta y debemos buscar un encaje del problema territorial de Cataluña", dijo Alberto Núñez Feijóo. Y más allá de las intenciones de "autonomismo cordial" del líder del PP, en su Comité Ejecutivo resonaron algunos goznes estatutarios. Miembros de ese órgano de dirección hicieron sonar su voz para que en Génova se escuchara el lamento por el "uso del lenguaje nacionalista" por parte del candidato a la presidencia del Gobierno.
"El encaje ya está perfectamente definido en la Constitución. Lo que toca ahora es fortalecer el Estado, no disolverlo", explicaba un miembro de la dirección popular, en conversación con este periódico. "No podemos asumir el lenguaje nacionalista del encaje", añadía esta persona.
En las últimas semanas, se habían ya alzado voces -unas en público y otras en privado- mostrando inquietud por los "errores tácticos" y, sobre todo, "comunicativos" de la dirección del PP una vez que el líder gallego fue designado por el Rey como candidato a la investidura. Algún barón regional, incluso, se temía que "estemos adentrándonos en un proceso constituyente, queramos o no", sin que el PP hallara el modo de pararlo.
Este diario publicó al día siguiente de la designación real que Feijóo estaba dispuesto a "hablar" con Junts y con Esquerra, dentro de la ronda de contactos previa al debate de investidura de los próximos 26 y 27 de septiembre. La idea de Génova al incluir al independentismo catalán no era "ni negociar ni mucho menos ceder" a las pretensiones que, ya sabían, plantearían los partidos separatistas.
La explicación era sencilla: en la ronda se vetaba a Bildu, "por puro sentido común", y se incluía también al PNV, con el que los populares aún guardaban una lejanísima esperanza para hallar una vía que añadiera sus cinco votos -uno más de los que le faltan a Feijóo para ser presidente del Gobierno- a los 172 con los que ya cuenta. Se consideraba en Génova que "la excusa de Vox" ya no operaba desde el momento en el que Santiago Abascal había comprometido los 33 votos "sin contrapartidas".
Pero las conversaciones con los de Carles Puigdemont y Oriol Junqueras tenían otro objetivo: "Se trata de que se visualicen nuestros límites, que son los artículos de la Constitución", revelaba un portavoz de Feijóo. "Y de que cuando Sánchez sí que les dé a Junts y a ERC lo que lo se puede dar, los españoles puedan constatar las enormes distancias que hay entre el Partido Popular y adónde está dispuesto a llevarnos el PSOE de Sánchez".
El 'plan Urkullu'
Precisamente por eso, que el líder del PP usara este miércoles el término "encaje" para Cataluña, en su comparecencia tras la cita con el presidente canario, Fernando Clavijo, levantó las alarmas. "Ha sonado a guiño al nacionalismo, a asunción de que hay asimetrías regionales asumibles", añade esta fuente del Comité Ejecutivo, "y eso es el plan Urkullu, el que publicitó hace una semana en El País, no es nuestro plan... ¿o estamos con Urkullu?".
Efectivamente, ya la semana pasada, el mensaje de "hablar no es negociar" no había calado. La sorpresa se hizo circular mediante filtraciones desde el PP de Madrid. Pero en público, entonces en solitario, el líder del PP catalán, Alejandro Fernández, sí levantó la mano en su cuenta de Twitter, tras unas declaraciones de Feijóo: "Yo no soy un rival político e ideológico de Junts", había dicho el líder gallego. "Junts sí es mi rival", respondió Fernández.
JUNTS sí es mi RIVAL, un partido cuya tesis esencial es que España es una dictadura dirigida por un Rey fascista, con el que se niegan a "hablar".
— Alejandro Fernández (@alejandroTGN) August 27, 2023
Que alguien me diga de qué hay que "hablar" con ellos...
De nada había servido la explicación de la estrategia, incluida en la información de EL ESPAÑOL, y de nada sirvieron las otras palabras que también pronunciaba Feijóo en esa entrevista, concedida a El Mundo. "Junts es un partido soberanista y el PP de Cataluña no. El objetivo del Partido Socialista es que Junts no tenga poder en Cataluña, porque su pacto es con ERC. Eso no va a cambiar".
Y sólo 24 horas después de renunciar a "hablar" o "reunirse" con Junts, el mensaje de Feijóo este miércoles sobre el "problema territorial", el "encaje" catalán y la "propuesta" que debe "buscar" el PP, se completaba también con esos "límites constitucionales". Pero de nada sirvió dentro del PP que el candidato a la presidencia especificaba que ese pacto "será un pacto de Estado o no será. Y se hará de acuerdo con la ley o no se hará. Se hará en el encaje constitucional o no se hará".
Aclaración de Génova
Porque el titular ya estaba hecho. Y el término encaje había levantado ampollas entre algunos barones, críticos con la gestión de la ronda de contactos, los guiños al nacionalismo, y las rectificaciones posteriores.
"Las ideas de los nacionalistas no representan nuestro proyecto", apuntaba un líder regional, en tono de advertencia. "Es el proyecto de supremacía de unos sobre el interés común", añadía otro, dando por hecho que en el caldero "periférico" no hay nada que pescar y sí "mucho riesgo de alimentar la confusión".
La zozobra interna fue tal en Génova que, pasadas seis horas, fuentes de Génova salían a "recordar" que la referencia de Feijóo al modelo territorial "no es en absoluto novedosa, puesto que no solo fue planteada durante la campaña electoral, sino que además iba explicitada en el documento que Alberto Núñez Feijóo presentó a Pedro Sánchez la semana pasada".
La nota aclaratoria tenía ponía más atención en aclarar los términos para el consumo interno del partido que en aportar noticia alguna. Y de hecho, reiteraba que "esta propuesta" del líder gallego "por supuesto, debe abordar la situación política en Cataluña", huyendo del término encaje.
"Como máximos defensores de la igualdad entre todos los españoles", cerraba el comunicado, "es obvio que las propuestas que impliquen un trato jurídico o económico desigual entre españoles no podrán contar con el respaldo del Partido Popular".