Feijóo encaja el desaire de Sánchez y Yolanda Díaz en su investidura e insiste en tender la mano al PSOE
"A pesar de sus desprecios, no cambiaré de actitud. A pesar de su soberbia, no cambiaré mi mensaje. Me debo a los españoles, no a Sánchez", dijo.
27 septiembre, 2023 03:40Alberto Núñez Feijóo se estrenó ayer como orador en el Congreso de los Diputados "con una faena de Puerta Grande", describen con entusiasmo en su bancada. La otra opción, reconocen, era la de "la enfermería". En su sesión de investidura primó una idea sobre el resto: recuperar el espíritu de la Transición y romper con la dinámica de bloques.
Durante todo el debate, mantuvo la oferta al PSOE de entablar un diálogo y alumbrar seis pactos de Estado que marquen el fin de una era de división. Enfrente, sin embargo, se encontró con el mutismo de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, que se parapetaron en subalternos para no dar réplica al candidato propuesto por el Rey para la investidura.
Un desaire sin precedentes en el Parlamento español que el líder popular encajó con deportividad, dejando su mano tendida una y otra vez a los socialistas: "A pesar de sus desprecios, no cambiaré de actitud. A pesar de su soberbia, no cambiaré mi mensaje. Me debo a los españoles, no a Sánchez".
A la decisión del presidente del Gobierno de no participar en el Pleno y mandar al diputado de quinta fila Óscar Puente, Feijóo respondió con ironía fina: "¿Usted me pedía seis debates en campaña y ahora no es capaz de hacer el segundo?"
De la misma forma, cargó las tintas contra el papel de los socialistas: "No merece contestarse un discurso que no lo es". "Hoy el PSOE ha llegado al cénit de su desprestigio como partido histórico de la Democracia española", zanjó en una breve contestación, porque si algo dejó claro es que no estaba dispuesto a convertir su investidura en "el club de la comedia".
[Feijóo vuelve a tender la mano a Sánchez para que los españoles no paguen lo que exige Puigdemont]
El presidente de los populares acudió a la Cámara Baja con un discurso de diez mil palabra que le valió el aplauso unánime de toda su bancada y el cierre de filas de todos los barones allí presentes. Las réplicas y dúplicas posteriores, que fueron de menos a más, llevaron a los suyos a calificar la actuación como sobresaliente: "Ha reforzado el liderazgo en el centroderecha".
Ante una votación imposible por cuatro votos, el Partido Popular sabía que lo prioritario de esta estrategia era vencer en el relato y sentar las bases para lo que está por venir: las elecciones gallegas, vascas, europeas, catalanas y, quién sabe si quizás pronto, las generales. Porque, de seguir Sánchez, en Génova anticipan legislatura "convulsa" y "corta".
"No acepto pagar"
En ese sentido, la satisfacción en el entorno de Feijóo ayer era plena. Tanto por las formas que empleó el candidato como por el fondo de su discurso: "Ha demostrado que venía con argumentos". La principal idea-fuerza que quiso que trascendiera es que, a diferencia de Sánchez, él no está dispuesto a pasar por el aro de los independentistas para hacerse con la Moncloa.
"Tengo a mi alcance los votos para ser presidente del Gobierno, pero no acepto pagar el precio que me piden para serlo. La honestidad con uno mismo y la responsabilidad con los demás son un valor, aunque haya muchos que lo subestimen. Agradezco que me vean incapaz de pactar lo que ustedes van a pactar", remachó.
Basándose en sus principios, dijo que "ni siquiera la presidencia del Gobierno justifica los medios". Todo el primer tercio de su intervención estuvo dirigido a retratar a Sánchez y su intención de mantenerse con el concurso de Puigdemont, que exige condiciones que "ni son jurídica ni éticamente aceptables". "Fuera de la Constitución no hay democracia. Ningún fin, ni la presidencia del Gobierno, justifica los medios".
En el contexto político actual, Feijóo planteó a Pedro Sánchez dos opciones: "Preservar lo que nos es común o seguir cavando en un frentismo motivado por los intereses personales que acabará por no beneficiar absolutamente a nadie". De ahí que, como avanzó EL ESPAÑOL, no dejase de insistir en el mismo planteamiento: un acuerdo entre PP y PSOE.
Todo para abrir una nueva "etapa de grandes pactos de Estado, tomando como ejemplo la Transición y sus objetivos". Según reprochó, es una "anomalía la incomunicación" entre los dos grandes partidos de la Cámara. "Es lo que ha pasado siempre, sería lo lógico que los dos partidos que han alternado en el Gobierno de España se entiendan".
Con el resultado que arrojaron las urnas el 23-J, el presidente popular también consideró "un profundo error" o "una profunda mentira" que el independentismo, "pese a tener menos votos, se arrogue la mayor influencia de la historia". Esta situación, criticó, sólo obedece a un motivo: "Los constitucionalistas hemos estado más desunidos que nunca".
En cuanto al panorama actual en Cataluña, Feijóo compartió una reflexión para dejar en evidencia a Sánchez: "Sí, es verdad que hay menos protestas, pero ¿para qué se va a movilizar el independentismo si obtiene de ustedes todo lo que quiere sin levantarse del sofá? ¿Para qué va a salir a la calle si hasta, vicepresidenta mediante, van a buscarlos a su casa, por lejos que esté, a rendirles honores?"
Sin cejar en su empeño de entenderse con el PSOE, "como quieren la inmensísima mayoría de los españoles", el candidato popular vaticinó que el acuerdo "llegará". "Señor Sánchez, su actitud nunca cambiará la mía. Ni sus desprecios. Ni los desprecios de los suyos. Jamás. Los españoles no esperan de nosotros enfrentamiento, insultos, egocentrismos. Esperan acuerdos y ejemplaridad, en lo que a mí respecta, lo tendrán".