Moncloa da por cerrado el acuerdo al asumir el alto coste para el PSOE de la foto con Puigdemont
Sánchez aceptó la foto con su enviado, Santos Cerdán, que exigía el líder de Junts si las negociaciones se acercaban al acuerdo.
31 octubre, 2023 02:36Pedro Sánchez sigue cruzando líneas rojas para lograr ser investido presidente del Gobierno. Este lunes ha cruzado una de las más delicadas para el PSOE: la reunión del número tres del partido, Santos Cerdán, con Carles Puigdemont, evadido de la Justicia.
Y durante esta semana cruzará otra cuando se formalice el pacto con Junts, que incluye la aprobación de una ley orgánica de amnistía que evitará la responsabilidad penal de los que intervinieron en el procés independentista de 2017. Se aprobará una ley orgánica con un texto pactado con el principal beneficiado de la medida de gracia y su abogado defensor.
Antes ya cruzó otras, como las fotos con los representantes de Bildu, tras asegurar insistentemente que nunca pactaría con ese partido. Lo hizo, de la misma manera que siempre había manifestado que no aprobaría la amnistía porque no cabe en la Constitución y de insistir, en vísperas de las dos últimas elecciones generales, en la necesidad de que Puigdemont fuera juzgado en España.
Fuentes socialistas y de Moncloa admiten que este paso supone asumir un grave coste político para el PSOE y para el propio presidente del Gobierno en funciones. Son conscientes de ello y, por eso, han preparado una intensa campaña política que arrancó el sábado con el discurso de Sánchez en el Comité Federal del PSOE.
Y, sobre todo, por eso se ha blindado antes de la foto en Bruselas con la celebración de un Comité Federal del PSOE en el que tuvo el apoyo casi unánime del partido, con la única excepción de Emiliano García Page.
También por eso ha planteado una consulta a los militantes socialistas sobre la negociación. Ahora bien, los militantes votan sin conocer los términos del acuerdo y, además, la foto con Puigdemont se ha producido sin esperar el resultado de la consulta a los militantes, el mismo día que empezaban a votar. Ni siquiera se han guardado las formas para esperar al resultado de la consulta.
La delicada foto de Cerdán con Puigdemont fue una exigencia desde el inicio del expresidente de la Generalitat, que quería ser reconocido como interlocutor del Gobierno para reforzar su "legitimación frente a la persecución de la Justicia", según explican fuentes de Junts.
El PSOE explica que en septiembre se aceptó que habría foto, siempre que hubiera avance decisivo en la negociación. Es decir, el compromiso del presidente del Gobierno en funciones era que si se llegaba al acuerdo habría foto para reconocer a Puigdemont como interlocutor político.
Hay que tener en cuenta que tras la investidura, los votos de los diputados de Junts serán necesarios en casi todas las votaciones. Y, por eso, Sánchez quiere un acuerdo para toda la legislatura.
Acuerdo, esta misma semana
Moncloa se felicita de haber conseguido que Puigdemont "entre en el carril de la política institucional" al aceptar negociar y pactar con Sánchez. Recuerda, en ese sentido, que hace sólo tres meses el líder de Junts tachaba de "traidor" a ERC por dialogar con el Gobierno central. Eso lo considera una renuncia implícita a la unilateralidad.
El líder socialista ha dado orden a sus negociadores para incrementar las gestiones esta semana con todos los partidos. Ya tiene los votos de Sumar y los de Bildu y sigue negociando los de Junts, PNV, ERC y Coalición Canaria.
Con Junts podría anunciarse el acuerdo esta misma semana, con el punto principal de la amnistía, tras una negociación en la que ha participado el polémico abogado defensor del ex president de la Generalitat, Gonzalo Boye.
El partido de Puigdemont sigue pidiendo que antes de la investidura se presente la proposición de ley pactada en el registro del Congreso y que se tramite de forma urgente en las Cámaras. Inicialmente, pedía que fuera aprobada antes de la investidura y, al menos, el Gobierno ha logrado retrasar la aprobación, aunque ha aceptado que una norma tan trascendente se tramite como proposición de ley de un grupo y no como proyecto de ley del Gobierno.
Respecto al PNV y a ERC, el Gobierno asegura que hay avances y que no hay duda de que llegará el acuerdo, aunque se demore el anuncio a la próxima semana. Con ERC la mayoría de puntos negociados se refieren a mejoras económicas para Cataluña, incluyendo una reducción sustancial de la deuda de la comunidad con el Estado.
La previsión de Moncloa es que a final de esta semana la presidenta del Congreso, Francina Armengol, pueda anunciar la fecha de la investidura, para comunicarla el viernes a la Mesa y la Junta de Portavoces. Las fechas previstas por el PSOE son el 7 y el 8 de noviembre.
Salvo sorpresas, la investidura sólo necesitaría una votación, porque la aritmética parlamentaria indica que sólo es posible una investidura con mayoría absoluta. Sánchez podría tomar posesión el 9 de noviembre, con Gobierno nuevo esa misma semana.