Iratxe García, la socialista que posa con Puigdemont hoy, lloró de rabia cuando le hicieron eurodiputado
Es presidenta de los socialistas europeos. Con cuatro legislaturas, empezó ésta implorando al presidente de la Cámara que no diera el acta al líder del 'procés', y luego convenció a sus compañeros de quitarle la inmunidad.
5 noviembre, 2023 03:30Dicen de ella que es buena persona, "muy emotiva", e implacable en los asuntos que mejor domina. Iratxe García (Baracaldo, 1974) es una gran desconocida para el gran público político español, pero no sólo es la secretaría de Unión Europea de la Ejecutiva del PSOE, ostenta el cargo más importante del socialismo continental desde 2019. Porque es la presidenta del grupo S&D del Parlamento Europeo, es decir, es la que manda, negocia y fija las posiciones del partido con más primeros ministros de la UE.
Por eso, su presencia, este lunes, en el despacho de Carles Puigdemont tenía un significado trascendental.
"Ella lloró y chilló en el despacho de David Sassoli, cuando les dio el acta de eurodiputados a Puigdemont y los demás", revela una persona presente aquel día de diciembre de 2019 en el despacho del hoy fallecido expresidente de la Cámara. "Sassoli era socialista, como ella, y se saltó las leyes para quitarse un problema de encima", añade un eurodiputado testigo directo de la escena.
Iratxe García había batallado por evitarlo, a la orden del partido en Madrid, y en defensa de la posición oficial del Gobierno de España, todavía en funciones tras las recientes elecciones de unos días antes. Aquéllas en las que, en el último debate televisado, Pedro Sánchez había prometido "solemnemente" -entre otras cosas- "traer a España a Puigdemont para que rinda cuentas ante la Justicia".
Después, durante todos estos años de legislatura europea, García ha mantenido la misma postura oficial en este asunto que la que estuvo marcando Ferraz, hasta la noche del 23 de julio. Que el expresident fugado debía ser juzgado en España, y que para eso, entre otras cosas, había que ganar la batalla -primero política y luego judicial- de levantarle la inmunidad parlamentaria.
"Iratxe es muy fiel a Pedro", explica una fuente del PSOE, "ése es su mayor valor y el motivo de que esté ocupando el cargo que ocupa".
No es del todo cierto esto último, si nos amparamos en las tradiciones institucionales de la UE. García fue la cabeza de lista del PSOE en las elecciones europeas de mayo de 2019, la delegación socialista española es la más numerosa de la Eurocámara, y hacía mucho que no dirigía el grupo un español: era evidente que, si no acababa en un puesto más alto, éste sería para ella.
Pero otras fuentes del Parlamento Europeo (de distintos países y de distintas adscripciones ideológicas) aseguran que, más allá de esas circunstancias, ella no estaba preparada para el cargo. "Lleva cuatro legislaturas en la UE, lo que le debería dar el conocimiento de la experiencia", asegura un excompañero cercano de bancada, "pero no es así, sólo domina los asuntos de género".
De hecho, fue muy famosa una gran bronca que le echó al eurodiputado Janusz Korwin-Mikke, tras escucharle esto: "¿Sabe usted cuántas mujeres hay entre los primeros 100 jugadores de ajedrez? Se lo diré: ninguna. Claro que las mujeres deben ganar menos que los hombres porque son más débiles, más pequeñas, menos inteligentes. Eso es todo", espetó el polaco de extrema derecha, en 2017, durante un debate sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres.
"Según sus teorías, yo no tendría derecho de estar aquí, como diputada. Y sé que le duele y le preocupa que hoy las mujeres podamos estar representando a los ciudadanos en igualdad de condiciones como usted. ¡Pero yo aquí vengo a defender a las mujeres europeas de hombres como usted!", respondió la española entre aplausos... semanas después, denunció "amenazas de muerte" relacionadas con el incidente. Y él fue investigado disciplinariamente por la Cámara.
Lo que sí que es cierto es que basta mirar los calendarios de los triunfos y caídas de Sánchez y García para ver la unión de ambas carreras políticas. En 2014, cuando Sánchez se hizo con la secretaría general del PSOE, Iratxe García fue nombrada jefa de delegación.
Cuando el Sánchez del "no es no" fue defenestrado de su liderazgo en el partido, ella fue relevada, y tomó el puesto Ramón Jáuregui al frente de los socialistas en la UE.
Cuando el hoy presidente en funciones recuperó su puesto y, después, se hizo con la Moncloa, García ascendió a su vez a presidenta del Grupo S&D en la Eurocámara.
Hubo de batallar por el puesto con el alemán Udo Bullmann, que le ha hecho la vida bastante difícil en estos años, según una compañera del Parlamento Europeo. "Los alemanes y los italianos, que son las dos delegaciones con más peso tras la española, no confían en ella".
"Bondadosa" o "sectaria"
En estos años, eurodiputados de las formaciones constitucionalistas españolas se han conjurado para remar en la misma dirección en el caso Puigdemont. "Aquí se hace todo así", explica otro parlamentario socialista, "no hay mayorías por partido, tampoco por grupos de países ricos y pobres, o del este y el oeste... todo se tiene que consensuar".
Pero más aún en un asunto como el procés: "Las imágenes que llegaron a Bruselas del 1-O no fueron los discursos del Senado debatiendo y aprobando el 155, sino los altercados con la Policía, los contenedores quemados, las urnas tiradas por el suelo, y las manifestaciones", añade uno de los europarlamentarios más implicados en conceder el suplicatorio pedido por el juez Pablo Llarena para poder juzgar a Puigdemont.
"Había que hacer mucha pedagogía", explica por teléfono otro exeurodiputado, hoy en la política nacional. "Y ahora posa con él en su despacho, debajo de la foto de la urna... ¿Por qué no se limitó a ir Javier Moreno? ¿Por qué tenía que ir ella? ¿Cómo no se negó?".
Y es que tenía sentido que, si el PSOE de Pedro Sánchez se ha embarcado en este "cambio de opinión", el presidente en funciones hiciera que a Santos Cerdán lo acompañase a reunirse con el expresident fugado Javier Moreno, el actual jefe de delegación del PSOE en Bruselas. Pero haber mandado también a Iratxe García "significa poner a todo el socialismo europeo ahí".
Ésa es una de las quejas que elevan algunos compañeros extranjeros socialistas, en conversaciones de café con sus colegas españoles. Que García ha puesto a S&D por debajo de los intereses del PSOE, y que su agenda es demasiado española.
"Iratxe es una gran persona", dicen unos, "pero sectaria, mucho, como Sánchez", añaden otros. "Y su dirección de grupo ha fracasado, no hemos sabido negociar cargos de relevancia, y las votaciones muchas veces son un caos".
Mirarles a la cara
En todo caso, una de las personas que estuvo en la operación para reunir los votos que le levantaran la inmunidad a Puigdemont -concertada por los socialistas (PSOE), los populares (PP) y los liberales (Cs) españoles- relata a este diario cómo se reunían representantes de las tres formaciones en las cafeterías de Bruselas o Estrasburgo, las dos sedes de la Eurocámara.
"Nos sentábamos a la mesa, con un listado, por delegaciones de países, por grupos políticos... y nos los repartíamos según afinidades".
Eso explica lo intrincada y lo personalista que es la política en la UE. Uno puede ser español y del PP pero ser amigo de un socialista danés. O militar en el PSOE y alojarte habitualmente en el mismo hotel que frecuentan los liberales checos. Y un liberal balear, por ejemplo, haber trabajado una relación profesional estrecha con el negociador verde del dossier sobre industria electrointensiva.
Según cuentan varias fuentes implicadas en estas citas, por su trabajo como presidenta de grupo, García manejaba pocos de esos dossieres, de modo que se encargó preferentemente de los jefes de delegación socialistas.
"Ella se ha fajado con los italianos y con los alemanes, insistiendo todos estos años en que ni el 'procés' era democracia ni España es un Estado opresor, convenciéndolos de que tenían que ayudar a nuestro país en defensa del Estado de derecho... no sé con qué cara volverá ahora a mirarlos", apunta un compañero de bancada.
Sobre todo, a Bullmann, que quiere su puesto y apuesta -según fuentes del PSOE- porque ésta sea la última legislatura de García en el Parlamento Europeo.
Ésta ha sido semana verde en la Eurocámara, es decir, que no ha habido actividad de comisiones ni de pleno. Este lunes será el primer día en el que los subordinados de Iratxe García le puedan pedir explicaciones. "Porque no tenía sentido que ella estuviera allí, no es la jefa de delegación española, que lo fue. ¡Es la presidenta de grupo!".
¿Significa eso que, a las órdenes de Sánchez, García implicó a todo el socialismo comunitario en el amparo a la amnistía? "Y a la impunidad de Puigdemont", añade una fuente socialista, evidentemente, contraria al tipo de operación de blanqueo orquestada por Sánchez para seguir en la Moncloa.
"Obviamente que yo quiero que gobierne mi partido", concluye, "pero no sólo es el desafío al Estado de derecho que supone esta amnistía a cambio de votos... es el desprestigio del PSOE ante nuestros hermanos europeos, porque lo estamos haciendo nosotros, y les hemos engañado. O antes del 23-J o ahora".