Los ministros José Manuel Albares, María Jesús Montero, Yolanda Díaz y Nadia Calviño en el acto por el Día de la Constitución.

Los ministros José Manuel Albares, María Jesús Montero, Yolanda Díaz y Nadia Calviño en el acto por el Día de la Constitución. Europa Press

Política NUEVA LEGISLATURA

Moncloa le dijo a Sumar que aceptaba incluir un ministro de Podemos pero Yolanda Díaz lo desechó

Los socialistas inician ahora una nueva etapa con Podemos en la que esperan poder tener buena relación con los morados.

7 diciembre, 2023 02:16
Diego Rodríguez Veiga Luis Casal

El PSOE estaba dispuesto a que la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, asumiera un ministerio del nuevo Ejecutivo. El objetivo era tener a la formación morada atada en corto y comprometida con las iniciativas del Gobierno para evitar que fuera por libre, como finalmente ha sucedido.

Sin embargo, cuando los socialistas se lo trasladaron a Yolanda Díaz, la vicepresidenta lo desechó. La líder de Sumar no quiere que los morados tengan un altavoz, por eso también ha torpedeado las portavocías de Podemos en el grupo del Congreso.

Todo esto ha sido confirmado a este diario por fuentes tanto del PSOE como de Podemos. "Nosotros estuvimos a favor de que se pudieran incorporar al Ejecutivo con un ministerio", dicen fuentes socialistas.

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Según las fuentes consultadas, cuando Podemos anunció su ruptura este martes, se intercambiaron varias llamadas entre la cúpula de los morados y de los socialistas. Una de ellas fue entre el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, y la propia Belarra.

En un momento de la conversación, Bolaños le dijo a Belarra que ellos querían que Podemos estuviera dentro del Gobierno y le preguntó que por qué lo había rechazado. La secretaria general de la formación morada comentó que desde Sumar no se lo habían llegado ni a plantear. Como Podemos estaba dentro de Sumar, los socialistas dirigían sus conversaciones directamente al espacio de Yolanda Díaz.

La líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, junto a la vicepresidenta primera, Nadia Calviño.

La líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, junto a la vicepresidenta primera, Nadia Calviño. EUROPA PRESS Europa Press

Este desplante hacia Belarra ha sido uno de los motivos, aunque no el único, para que Podemos terminara por romper con Sumar e irse al Grupo Mixto del Congreso. Los morados denunciaron que desde Sumar no se les está dejando hacer política y desde el PSOE ahora miran con preocupación las consecuencias que pueda tener.

Problemas con las elecciones

Los socialistas inician ahora una nueva etapa con Podemos en la que esperan poder tener buena relación con los morados. A fin de cuentas, el arco parlamentario presenta unos resultados tan ajustados que el Gobierno y el PSOE van a necesitar contar con todos los votos todo el rato para sacar adelante sus iniciativas. Si Podemos no apoya algo en el Congreso, la derecha estaría en mayoría.

Desde el PSOE creen que sí que va a haber enfrentamientos en cuestiones puntuales, aunque no temen que por ello tambalee la legislatura. Por ejemplo, aunque tendrán que negociar los Presupuestos Generales del Estado también con Podemos, dudan que la formación morada vaya a tensar la situación tanto como para que haya que repetir elecciones. Ese, creen, es un precio que no están dispuestos a asumir.

Según fuentes del PSOE, cuentan con que Podemos de la batalla y tumbe "alguna ley menor" de las suyas. Sin embargo, consideran que donde más se va a notar va a ser en la confrontación con Sumar.

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Las fuentes socialistas dan por hecho que Podemos va a intentar marcar distancias con Sumar y que se van a enfrentar contra sus iniciativas. "Van a estar más exigentes con Sumar, porque el conflicto ha sido ahí, con ellos, y no con el PSOE", aseguran. Pero habrá que hacer equilibrios porque lo que afecte a Sumar también puede afectar al Ejecutivo de coalición en su conjunto.

Sin embargo, aunque no ven problemas en la legislatura, las fuentes aseguran que el presidente, Pedro Sánchez, sí que está preocupado por cómo la división de la izquierda pueda afectar a las elecciones del próximo 2024.

El año que viene, habrá comicios en Galicia y País Vasco y se celebrarán las elecciones europeas. Además, cabe la posibilidad de que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, decida adelantar las elecciones, que serán previsiblemente en febrero de 2025. Un mal resultado en estas contiendas podría ser interpretado como una enmienda a políticas de Sánchez como la Ley de Amnistía.