Podemos pasa factura a Yolanda Díaz y se erige en la única oposición de izquierdas al Gobierno

Todo habría salido a pedir de boca si Podemos no se hubiese saltado las reglas al convertir el juego, por una vez, en uno de izquierda contra izquierda.

La formación morada se ha cobrado su particular venganza contra Yolanda Díaz apenas un mes después de abandonar la coalición de Sumar e integrarse en el Grupo Mixto del Congreso de los Diputados. Y lo ha hecho dinamitando el real decreto ley que reforma el subsidio por desempleo, el primero abanderado por la vicepresidenta segunda en lo que va de legislatura. 

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"Hemos tenido que rechazar el decreto para devolverlo, para que lo vuelvan a traer sin recortes", retó la diputada y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, en los pasillos del Senado.

El argumento más repetido por parte de la formación ha sido arremeter contra la medida por esto mismo, por recortar la base de cotización de los mayores de 52 años, que recibirían una pensión más baja. 

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Hay otro motivo. Podemos avisó durante meses, antes, durante y después del verano, que era un partido independiente de Sumar aunque se presentase con él en algunas circunscripciones. Sus diputados, decían los morados, "sólo obedecen a Podemos", y como tal reclamaban que el Gobierno negociar su apoyo como cualquier otro partido. Nunca ocurrió.

En medio de un clima electrizante y muchos rumores pero pocas certezas, el PSOE centró todos sus esfuerzos este miércoles en convencer a los siete diputados de Junts en lugar de a los cinco de Podemos. Sumar, por su parte, nunca llegó a hablar nada hasta que se encontró con la factura encima de la mesa.

Los de Yolanda Díaz pensaban que los morados caerían por su propio peso por miedo a que se les vinculase con los mismos votos que la extrema derecha y ser tachados como la única oposición de izquierdas al Ejecutivo. 

"Que tienten a la suerte, que tienten", se mofaban fuentes de la dirección de Podemos horas antes de la votación fatal. Su voto en contra durante la reforma el subsidio por desempleo implicaba la caída irremediable del decreto, por mucho que el Gobierno lograse la abstención de Junts (como finalmente ocurrió). Precisamente, las mismas fuentes aseguran que estaban en contacto permanente con los catalanes durante las negociaciones.

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Así, ambos partidos han presionado y asfixiado a La Moncloa hasta el final, pero mientras los independentistas cedieron en el último minuto, los de Belarra se mantuvieron firmes. El resultado: 167 síes frente a 176 noes. Decreto tumbado.

Cuando todas las cartas quedaron descubiertas, la vicepresidenta llegó a decir que Podemos "está en contra de los parados" y que sus diputados "golpean a la gente que menos tiene". En paralelo, los diputados Íñigo Errejón y Aina Vidal aseguraron que los morados "no piensan en la ciudadanía" y que habían cometido "una tremenda irresponsabilidad".

Desde Sumar creen que la actitud de Podemos, que sí votó a favor de los otros dos decretos del Gobierno, se debe a las "rencillas personales" de sus dirigentes contra todo lo que representa la coalición y su líder, Yolanda Díaz. La única perdedora de la izquierda.