La purga en Canal Red, la ruptura con Monedero y la salida de Verstrynge dejan solo a Iglesias en Podemos
El ex secretario general de la formación sigue intentando dirigir el partido desde su canal de televisión, cada vez más bunkerizado.
28 enero, 2024 03:06"Sigo en Podemos. Llegado el caso, seré el que apague la luz". Juan Carlos Monedero asegura que va a continuar como militante de base del partido morado, pero algo parece haberse roto para siempre.
El que fue su alumno predilecto en la Universidad Complutense de Madrid, Pablo Iglesias, ha dado esta semana un paso más en su proceso de bunkerización al laminar a dos de las estrellas de Canal Red: el joven periodista Sergio Gregori, fundador de la televisión y director de El Tablero; y Monedero, fundador e intelectual orgánico de Podemos.
Como resultado de un proceso interminable de canibalización, una purga infinita en la que no cabe la discrepancia, Iglesias es hoy el único superviviente de la foto de los cinco fundadores del partido, en la que aparecía junto a Íñigo Errejón, Luis Alegre, Carolina Bescansa y Juan Carlos Monedero.
Uno a uno, todos han terminado por caer en el campo de batalla de las disputas internas. Iglesias ha borrado de la parrilla a Monedero y a Gregori por cometer un doble pecado: cuestionar la falta de pluralidad de Canal Red y mostrar una postura equidistante en la actual disputa entre Podemos y Sumar, el partido declarado enemigo número 1.
En los últimos tiempos, ambos cuestionaron, de forma velada a veces y muy directa otras, la beligerancia de Podemos contra Sumar y guardaron silencio sobre la opuesta. Como miembros de un medio de comunicación, pensaban, se les debía presuponer pluralidad de opiniones. Pero todo cambió cuando los de Ione Belarra decidieron tumbar el primer decreto estrella de Yolanda Díaz.
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"No entiendo que un decreto con muchas cosas positivas para los trabajadores no se haya podido solventar porque Sumar y Podemos no se hablan", declaró Monedero en una entrevista a El Mundo. Lejos de interpretarlo como un análisis de la situación (una negociación atropellada y con poca voluntad de llegar a acuerdos por ambas partes), en Canal Red tomaron nota.
Si hay algo que Pablo Iglesias no perdona es la equidistancia frente a Sumar, especialmente después de que Yolanda Díaz vetara la presencia de Irene Montero en las listas para las elecciones del 23-J.
Fuentes cercanas a la televisión y al partido comentan que Monedero se ha convertido en una suerte de "Fernando Savater de Canal Red", en alusión al despido del filósofo de El País por sus críticas al diario.
"Puedes no estar de acuerdo con la línea editorial e ideológica de tu medio, pero no seas tan tonto de hacerlo en público", indican las mismas fuentes. "Canal Red no pretende ser un medio plural. No busca eso. Su función es marcar las posiciones del partido para que los militantes que viven fuera de la corte de Madrid sepan qué pasa".
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Pero para algunos la sombra de Pablo Iglesias comienza a ser demasiado alargada. En determinados momentos de crisis del partido, la secretaria general, Ione Belarra, se ha llegado a sentir presionada cuando Iglesias le marcaba el paso desde Canal Red, pensado como órgano de propaganda pero convertido en punta de lanza.
Juan Carlos Monedero abandonó los órganos de dirección de Podemos en 2015, después de que estallara la polémica por los 425.150 euros que cobró, a través de su sociedad Caja de Resistencia Motiva 2, del Banco Alba, controlado por el Gobierno de Venezuela.
Aunque desde entonces ha mantenido una importante influencia sobre las estrategias de Podemos, sostiene que ser ajeno a los órganos de dirección le concede una mayor libertad para discrepar y la distancia necesaria para evaluar los pasos del partido.
"Mi trabajo es pensar", ha comentado en ocasiones. Le gusta verse como una suerte de Pepito Grillo, una voz independiente y crítica, hasta que el margen de discrepancia se ha agotado. Cuando dejó sus cargos aquel 2015, Pablo Iglesias dijo de él que era "un intelectual que necesita volar".
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Desde entonces ha desarrollado su labor desde la tribuna del programa En la frontera (que comenzó a dirigir en 2017 en el diario Público y ahora se ha apagado en Canal Red) y desde el Instituto República y Democracia, el think tank de Podemos. Tras dejar todos sus cargos, Pablo Iglesias se incorporó al patronado de la fundación como director, con Monedero como presidente.
El camino de Monedero
Si Iglesias atribuye el declive de Podemos a las críticas y fake news de los medios, Juan Carlos Monedero también ha vivido su propio calvario.
Primero como investigado en el caso Neurona, que ha quedado archivado sin reproche penal, y luego debido a la investigación que el juez Manuel García-Castellón abrió, a raíz de las revelaciones con las que el Pollo Carvajal (ex jefe de los servicios de inteligencia de Hugo Chávez en Venezuela) intentó frenar su extradición a EEUU. Pero, en este caso, la investigación judicial tampoco ha permitido confirmar las sospechas vertidas por Hugo Carvajal.
En los últimos meses, tras la traición de Yolanda Díaz, se han producido en Podemos deserciones sonadas como las de Roberto Sotomayor y Carolina Alonso (cabezas de lista de Podemos al Ayuntamiento de Madrid), el economista Nacho Álvarez (cuyo nombramiento como ministro vetó Ione Belarra) o esta semana la propia Lilith Verstrynge (por motivos personales muy distintos, que han contado con la comprensión del partido).
La dirección de Podemos hoy se limita al círculo de la máxima confianza de Irene Montero y Pablo Iglesias (como Ione Belarra, Rafa Mayoral o Isa Serra): son los más leales. En tiempos, la facción errejonista solía denominarlos como "el búnker" debido a su tendencia a aislarse en su propia cámara de eco.
Es el comienzo del fin, o el principio de una nueva era para Podemos, cuya próxima meta es colocar a la exministra Irene Montero como eurodiputada en las elecciones del 9 de junio. A ver quién queda para entonces.