Juan Carlos Monedero: "Yolanda Díaz debería ir pensando que su tiempo político ha acabado"
"Podemos tiene mimbres para intentar volver a ponerse en marcha" / "Ahora mismo no hay líder a la izquierda del PSOE" / "Si Yolanda Díaz se respeta, ella misma debería dejar la vicepresidencia".
12 junio, 2024 02:37Juan Carlos Monedero (Madrid, 1963), politólogo y fundador de Podemos, ha concedido una entrevista al pódcast En La Sabana de EL ESPAÑOL. Respondió por teléfono desde su despacho en la Universidad de Ciencias Políticas, durante un receso de su corrección de exámenes.
En esta conversación, el profesor e ideólogo de la formación reaccionaba al anuncio de dimisión de Yolanda Díaz como líder de Sumar. Todo ello, debido a sus malos resultados en las elecciones europeas del 9-J.
Aunque hace años que está retirado de la política activa, Monedero la sigue a diario. Ahora, hace balance de los errores del liderazgo de Díaz y analiza la crisis abierta a la izquierda del PSOE. Además, asegura que recorrerá España con una mochila para refundar un proyecto de izquierda.
¿Cómo interpreta la marcha a medias de Yolanda Díaz?
Pues con cierta estupefacción. Cuando Pablo Iglesias, con cierta vertiginosidad, decide señalar a Yolanda como su sustituta a la vicepresidencia, era para que organizase el espacio a la izquierda del Partido Socialista. O sea, la razón de ser de la vicepresidenta era esa, porque su mantenimiento como ministra de Trabajo estaba garantizado.
Ese plus lo que buscaba era utilizar su prestigio y el reconocimiento que tenía entre toda la gente de izquierdas para que revirtiera la fragmentación que había atacado como una suerte de metástasis a Podemos. Pero claro, no lo ha hecho. Entonces, si deja Sumar pero no deja la vicepresidencia, recuerda un poco a como cuando el rey Felipe renunció a la herencia de su padre, pero no renunció a seguir siendo Rey.
Tiene algo de trampa, porque te quedas con el cargo, pero, de alguna manera, estás reconociendo que hay algo de ilegitimidad en esa decisión.
¿Cuál ha sido el principal error que ha cometido al frente de Sumar?
El primero fue aceptar ser vicepresidenta cuando, en principio, no le había gustado la manera en la que fue señalada. Lo coherente es que, si no te gusta que te señalen con el dedo, debes decirle a quien te ha elegido —en este caso a Pablo Iglesias—: "Oye, convocad una asamblea dentro de Podemos, y que haya un debate y una discusión. Que yo sea elegida en ese proceso de deliberación, donde yo me comprometa a determinadas cuestiones, y la gente de Podemos me acepte como su candidata o su referencia. Aunque no sea militante de Podemos, claro".
Así que el primer error es haber aceptado ese mandato, que era también no poder decir que estaba envenenado. En segundo lugar, creo que, al sentirse absolutamente liberada de cualquier tipo de compromiso, entendió que podía prescindir de Podemos, y cometió un error.
Para contentar a todos los pequeños reinos de taifas, que están enfrentados al reino más grande [Podemos], dijo: "Pues voy a sacrificar al más grande y me voy a juntar con los pequeñitos".
Empezó en Valencia, haciendo una reunión de mujeres y prescindiendo de Ione Belarra y de Irene Montero. Le dio primacía a una figura como Errejón, que había hecho trampas en su salida de Podemos. Eligió apoyar a Compromís de una manera también fea, prescindiendo de la que era la candidata en ese momento de Podemos, Pilar Lima.
Si te soy sincero, también me recuerda un poco a cuando los senadores nombraron senador, por petición de Calígula, a su caballo. La culpa no era de Calígula, la culpa era de los senadores. Lo último fueron los vetos en las listas. Después de ningunear en el Parlamento a Podemos, evitando la posibilidad de que tuviera la más mínima presencia. Eso desembocó en la salida del grupo. El espacio le ha venido enormemente grande y creo que todo lo que ha hecho fuera del Ministerio de Trabajo ha estado mal. Y es una lástima, porque como ministra de Trabajo había hecho una labor muy, muy encomiable.
¿Cómo se lo ha tomado Pablo Iglesias? En términos coloquiales, ¿está acariciando un gato blanco desde el sofá de su casa?
Pues espero que no, porque esto no es positivo. En términos generales, es un fracaso. Creo que no había otra salida que la dimisión, porque es verdad que le ha salido todo mal. Igual que humilló en su momento a Podemos, después ha humillado a los dos grupos más grandes del espacio que tenía que representar. Y, por un capricho personal, dejar fuera al líder del candidato de Izquierda Unida es incomprensible. Porque eso, evidentemente, iba a generar una respuesta contundente de los militantes. Si alguien acariciara como tú dices un gato blanco, pues sería triste porque no hay nada que celebrar.
El resultado ha sido malo tanto para sumar como para Podemos. A éste último, al dársele por muerto tiene la posibilidad de reinventarse. Tiene ahora mimbres para intentar volver a ponerse en marcha.
¿Quién debe liderar esa nave nodriza de Sumar? ¿Tiene que haber una refundación a la izquierda del PSOE o deben volver a entenderse Podemos y Sumar? ¿Cuál es el futuro?
Sumar está muerto. Sumar es una cosa que nació mal y ha continuado mal en donde lo han usado. Me daba cierta tristeza escuchar a Joan Baldoví diciendo que él no tiene nada que ver con Sumar. Pero reclamó la presencia de Yolanda Díaz cuando le interesaba para recabar votos. Yo creo que los frentes amplios solamente existen cuando las diferentes partes sienten la necesidad de juntarse. Y creo que, en tanto en cuanto no exista esa necesidad, va a ser muy complicado.
Fíjate en Francia: ven claramente que la opción es entre Macron y Le Pen. Yo creo que los votantes no les perdonarían hacer otra cosa que lo que han planteado, que es crear una suerte de Frente Popular.
Aquí creo que hay mucha cabecita de ratón. Pretenden sobrevivir en sus territorios y no sienten la necesidad de hacer algo más grande. En primer lugar, porque les falta grandeza, y en segundo lugar, porque solo viven cómodamente en sus pequeños reinos de taifas.
Personalicemos. ¿A quién ve como líder?
Ahora mismo no hay. Y tiene que formar parte también de un debate. Creo que inicialmente va a tener que ser algo más coral. Tiene que dar la sensación de que las fuerzas de la izquierda estamos otra vez hablando. No se trata tanto de que surja un caballo blanco que de repente nos ponga a todos en pie, porque eso se intentó hacer con Yolanda Díaz y ha sido un auténtico fracaso. Y yo creo que eso va a necesitar también un poco de tiempo de elaboración, de fermentar esa masa madre.
Perderíamos las energías esperando que alguien surja para de repente catalizar todas estas fuerzas. Va a ser un trabajo más de hormiguita. Creo que lo que sobra es el tiempo de agarrar la mochila y empezar a pasearse por el país contando cómo lo vemos. Yo creo que tenemos que hacerlo muchos, y, a lo mejor, de esos muchos surge alguien que capte una mayor atención. Es lo que voy a hacer. Aprovechando que he sacado un libro, voy a empezar a recorrer España como hice hace 12 años, justo antes del surgimiento de Podemos. Después de aquello cuajó la existencia de Podemos.
Si no he entendido mal, ¿va a recorrer España con una mochila para intentar refundar otro Podemos?
Bueno, yo voy a hacer mi parte. Yo creo que Ione Belarra va a hacer la suya, e Irene Montero, la suya. Todos debemos hacer nuestra parte, pero ya digo, sin pensar que vamos a descubrir el oro al final del arcoíris, sino siendo un poquito más modestos.
Decía Walter Benjamin que siempre en el auge de la extrema derecha se expresa un fracaso de la izquierda. Yo no quiero que fracasemos, porque el fracaso de la izquierda nos lleva a la noche del fascismo. Creo que cada cual tenemos que hacer nuestra parte, ya digo, sin esperar grandes espectáculos de fuegos artificiales, sino algo mucho más modesto. Porque al final, si cada uno recorremos el país contando cómo están las cosas, pues habrá una masa crítica suficiente como para poder frenar todas estas mentiras.
Pero fíjese que la izquierda está todo el tiempo peleada. No están en discusión, sino en el enfrentamiento constante.
No creas que la derecha está mejor. Es decir, recuerda que le cortaron la cabeza a [Pablo] Casado.
No le estoy hablando de eso. Ahora le estoy hablando de lo que está pasando en el espacio a la izquierda del PSOE…
Sí, lo que te quería hacer ver es que no debemos negar que la izquierda se pelea desde que tenemos noticia. Es verdad que muchas veces, al estar discutiendo sobre posibles o sobre ideales, y no sobre cosas concretas, hay menos concreción, y por tanto más espacio para el disenso. Porque también forma parte del comportamiento humano.
Pero la derecha no es ajena a este tipo de comportamientos. Y por eso te mencionaba el caso de Pablo Casado, o cómo le cortaron la cabeza a Macarena Olona, o cómo se cargaron a Soraya Sáenz de Santamaría... Es decir, que la derecha también es implacable. Lo que pasa es que también lo ocultan mejor, como las familias aristocráticas.
Lo que le estaba diciendo es que estamos hablando de lo que ha pasado en Sumar…
Sin duda. A eso voy. Es decir, creo que si no somos capaces de dialogar, apaga y vámonos. Claro, creo que yo hablo mucho de la unidad, y mucha gente me dice: pero cómo vamos a unirnos con traidores como Errejón, cómo vamos a unirnos con traidoras como Yolanda Díaz. Yo entiendo esa ira que viene de gente que se siente muy humillada por un trato incorrecto.
A mí lo que me preocupa de esta discusión son los militantes de Podemos de Sumar, porque en el fondo formamos parte de un mismo proyecto. Lo que hay que hacer es intentar que todos los militantes de este espacio a la izquierda del PSOE nos sintamos parte de una misma cofradía. Y eso es, creo, lo que hay que trabajar.
¿Cómo ve el futuro de Yolanda Díaz a medio plazo?
Yo creo que si se respeta, ella misma debería dejar la vicepresidencia y negociar. Seguir en el Ministerio de Trabajo, ¿eh? Y no plantear otro tipo de realidad para continuar el Gobierno. Sí, ha sido un enorme error dejar a Izquierda Unida fuera del Europarlamento. A lo mejor, también las personas que han sido elegidas por ella a dedo, sin ningún tipo de consenso, pueden incluso plantearse no estar en Bruselas, y que corra la lista para enmendar ese enorme error que fue dejar fuera a la principal fuerza política que ha permitido ese resultado; sobre todo, por una cuestión de decencia.
No para que nadie se aproveche de nadie, sino que para que todo el mundo tenga la sensación de que lo que consigue es porque se lo merece, y no por cosas espurias. Y yo creo que, cuando se te acaba su tiempo político, lo que tienes que pensar es en regresar a tu trabajo. Yolanda Díaz tiene algunas cosas pendientes en el Ministerio de Trabajo; igual debe ponerlas en marcha, pero yo creo que ella debería ir ya pensando en que su tiempo político se ha pasado, como le ocurre a tantas otras personas. No pasa nada, regresas a tu profesión y santas pascuas.