Feijóo, con representantes de la oposición al régimen de Maduro -como Antonio Ledezma, a su lado, y Leopoldo López, primero por la izquierda, entre otros-, el miércoles en Madrid.

Feijóo, con representantes de la oposición al régimen de Maduro -como Antonio Ledezma, a su lado, y Leopoldo López, primero por la izquierda, entre otros-, el miércoles en Madrid. PP

Política ELECCIONES EN VENEZUELA

El PP saca la bandera de Venezuela y la izquierda mira ahora a otro lado: "Nos jugamos la libertad"

La comunidad venezolana en el exilio reclama a Pedro Sánchez una posición firme si Maduro no acepta una hipotética derrota.

26 julio, 2024 23:15

Venezuela decide este domingo si continúa con el chavismo o si tras 25 años entierra por fin este proyecto político. Probablemente la oposición no haya visto tan cerca una victoria desde que en 1999 llegó al poder Hugo Chávez, el padre de la criatura. Su heredero, Nicolás Maduro, parece ahora más débil que nunca

Así lo indican al menos varias encuestas, que dan una amplia ventaja al candidato opositor Edmundo González. Pero ni los estudios demoscópicos son completamente fiables, ni la limpieza de las elecciones está garantizada. 

Tampoco está clara cuál será la reacción del régimen en caso de derrota. El presidente Maduro ha pedido el voto para impedir que su país “caiga en un un baño de sangre, en una guerra civil fratricida producto de los fascistas”. Hasta los líderes izquierdistas de la región le han reprendido por esta peligrosa retórica.

Hace unos años, estas elecciones se veían en España casi como unos comicios regionales. Una proyección al otro lado del Atlántico sobre dos modelos contrapuestos: el de la derecha liberal y el de una izquierda revolucionaria, que veía en el modelo bolivariano un último vestigio de verdadero socialismo. 

Pero ahora todo eso se ha terminado. El PP ha mantenido un discurso claro en este sentido y esta semana ha enviado una amplia delegación a Venezuela para seguir las elecciones.

En clave nacional han viajado los diputados Miguel Tellado, Cayetana Álvarez de Toledo, Macarena MontesinosBelén Hoyo; mientras que como parte de una delegación europea se han desplazado también los eurodiputados Esteban González Pons y Gabriel Mato.

“El 29 de julio empieza la transición hacia una Venezuela nueva, libre y democrática. Ello permitirá reconstruir el país, las instituciones, la economía, el sistema sanitario y educativo. Así como la liberación de los presos políticos y que millones de venezolanos forzados a huir de su patria puedan regresar”, aseguran fuentes del PP. 

“El Partido Popular está orgulloso de acompañar a los venezolanos en su legítima y pacífica lucha para recuperar lo que el chavismo les robó: su país, su libertad y su esperanza. No puede haber equidistancia entre la libertad y la tiranía”, insisten estas mismas fuentes del partido en el Congreso. 

El régimen ha vetado el acceso a buena parte de los observadores internacionales que habían solicitado seguir el proceso electoral desde el terreno, como ha ocurrido con la misión europea. De ahí que estos diputados populares se desplacen invitados por la oposición. 

“Existe la amenaza de fraude, aunque el régimen de Maduro lo tiene ahora más difícil porque el deseo de vivir en libertad de los venezolanos es un clamor absoluto”, remachan las citadas fuentes del partido.

El PP ficha en Venezuela

“Venezuela se juega este fin de semana la libertad. Somos un país hermano y, como muestra, la comunidad venezolana es la que más ha crecido en España en los últimos años, especialmente en Madrid”, afirma al teléfono Gustavo Eustache, diputado del PP en la Asamblea de Madrid. Los venezolanos representan la cuarta comunidad extranjera registrada en España y la mayoría se concentran en la capital.

Eustache representa a ese colectivo del que él mismo habla. Este venezolano se afincó en Madrid poco después de la llegada de Chávez al Gobierno de su país. Eustache empezó una nueva vida desde abajo, se metió al mundo de los negocios y el PP madrileño terminó reclutándolo. 

La opositora María Corina Machado hace campaña en Venezuela pese a la prohibición para presentarse.

La opositora María Corina Machado hace campaña en Venezuela pese a la prohibición para presentarse. Efe

La presidenta regional Isabel Díaz Ayuso lo nombró secretario ejecutivo de Nuevos Madrileños, un cargo de nuevo cuño, y le concedió un puesto alto en las listas a la Asamblea, a la que llegó en las últimas elecciones. 

“El PP ha estado con la comunidad venezolana desde el minuto uno. Desde que se produjo la primera gran oleada migratoria en 2006 hasta estos últimos años en los que millones de venezolanos se han tenido que exiliar este partido se he posicionado contra Chávez y lo que él representa”, insiste Eustache.

La izquierda olvida a Maduro

Antes, Podemos estaba claramente enfrente. El partido de Pablo Iglesias nunca ha ocultado su apoyo al régimen de Maduro, aunque ahora, pese a su condición de formación minoritaria, esas declaraciones han ido desapareciendo. Tampoco en Sumar han abrazado en exceso este mensaje, ni siquiera entre los políticos que han completado el tránsito de un partido a otro. 

El marco ideológico que se utiliza ahora como contraposición es el de Francia, donde la izquierda se constituyó en las últimas elecciones legislativas en un Frente Nacional unido frente a la derecha radical de Marine Le Pen. “Las elecciones en Francia nos dejan una lección democrática y antifascista: a la extrema derecha se le gana por la izquierda”, pronunció hace unos días Irene Montero en su primer discurso en el Parlamento Europeo. 

Este periódico ha consultado a los principales dirigentes de Sumar y a la dirección de Izquierda Unida, en la que se integra el Partido Comunista de España -también cercano a la izquierda bolivariana-, y todos han evitado pronunciarse

El único actor que mantiene activamente este discurso es Juan Carlos Monedero, quien trabajó como asesor para Hugo Chávez, aunque hace años que no tiene cargos en Podemos y ya ni siquiera influye en el entorno de Pablo Iglesias. 

“Hace años Venezuela servía casi como teatro político. La derecha lo utilizaba como un modelo de fracaso de las políticas socialistas, un ejemplo de todo lo que iría mal si gobernaba la izquierda. Mientras, para la izquierda el chavismo aún tenía un aire de resistencia antiimperialista, pero ahora esta versión de Maduro sólo representa la decadencia de un régimen”, defiende el politólogo chileno Alberto Mayol

El investigador, que ha seguido todos estos modelos latinoamericanos y ahora completa su doctorado en la Universidad de Alicante, agrega que “la izquierda se ha dado cuenta de que el chavismo ya no sirve como un eje vertebrador”. “Ahora busca su identidad política en otros lugares”, sentencia. 

Incluso la izquierda latinoamericana se ha desvinculado en los últimos años de Maduro. El presidente chileno Gabriel Boric, quien representa un modelo más reformista, el brasileño Lula da Silva o el colombiano Gustavo Petro han marcado distancias con su colega venezolano.

“La derecha, en este sentido, siempre ha tenido una misma posición a lo largo de los años. Y ahora, más que a continuar con esa batalla ideológica, parece que acude a Caracas a ponerle el certificado de defunción al chavismo”, opina Alberto Mayol.

Venezolanos en el exilio

Fruto de estas alianzas, la comunidad venezolana en el exilio agradece los apoyos de los sectores conservadores españoles. “Nuestro país se juega este fin de semana la posibilidad de volver a vivir en democracia tras 25 años de una dictadura hegemónica en la que el régimen ha sometido a la población a las peores calumnias”, sostiene William Cárdenas, presidente del Comité Internacional contra la Impunidad en Venezuela y de la Plataforma Democrática de venezolanos en Madrid.

Cárdenas afirma que “es fundamental que el mundo libre ponga su atención este fin de semana en Venezuela” y pide al Gobierno español que mantenga una posición firme si la oposición reclama la victoria tras las elecciones. 

El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, junto a Nicolás Maduro en Venezuela en 2022.

El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, junto a Nicolás Maduro en Venezuela en 2022. Efe

Tras varios titubeos, el Ejecutivo de Pedro Sánchez apoyó en 2019 el “gobierno interno” autoproclamado por el opositor Juan Guaidó. Pero aquel proyecto nunca terminó de fructificar y finalmente se vio condenado al fracaso. 

El expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que ha actuado durante años como mediador entre el régimen de Maduro y la oposición, también ha mostrado simpatías con sectores del chavismo. De ahí que los venezolanos en el exilio pidan ahora contundencia a las autoridades españolas. 

“Es lamentable que un presidente pueda hablar de baño de sangre si pierde. No nos fiamos de lo que puede hacer el señor Maduro, de ahí que lo que diga Pedro Sánchez después de las elecciones puede ser muy importante para los venezolanos”, considera Gustavo Eustache. 

Las votaciones en Venezuela ya no son vistas como unas elecciones locales, pero los lazos de España con este país latinomericano hacen que Sánchez sea una de las voces más autorizadas para valorar en Bruselas lo que ocurra en Caracas a partir del próximo lunes.