El Gobierno, abochornado: intenta responsabilizar a los Mossos del ridículo ante el Parlament
Ministros lamentan que se haya confiado en el líder de Junts y no se haya previsto que pretendiera burlar a las fuerzas de seguridad.
8 agosto, 2024 13:41Bochorno individual de miembros del Gobierno por lo que ha ocurrido este jueves a las puertas del Parlament y de manera oficial el intento por desligarse de la responsabilidad, para cargarle la culpa exclusivamente a los Mossos d´Esquadra.
En plena confusión por la aparición y la misteriosa desaparición de Carles Puigdemont, esas son básicamente las líneas por las que un desorientado Gobierno se ha manifestado de manera extraoficial. No hay pronunciamiento oficial del Ejecutivo, como no lo hay desde hace dos semanas, tras la rueda de prensa del presidente Pedro Sánchez, y no lo hay todavía sobre los detalles del concierto económico pactado con ERC.
Los socialistas afrontaron el día con el convencimiento de que lo importante era acabar el día con Salvador Illa al frente de la Generalitat y Carles Puigdemont en España y, quizás, detenido.
Daba por hecho que el expresident montaría el espectáculo en las puertas del Parlament y que sería arropado por incondicionales, pero en número muy reducido. Todo ello ha ocurrido.
Miembros del Gobierno entienden que los responsables de la Seguridad del Estado no tenían dudas de que sería detenido posteriormente y que lo más que ocurriría es que el pleno del Parlament podría retrasarse y no contemplaron la nueva desaparición. Como tampoco tenían previsto vigilar sus pasos hasta el Parlament, porque se encargarían los Mossos.
Exceso de confianza en Puigdemont
Es decir, consideran que ha habido un exceso de confianza en Puigdemont y sus intenciones, sin poner medios adicionales del Estado.
Por eso, Moncloa se ha esforzado en dejar claro que no les ha gustado la actuación de la policía autonómica, para eximir de responsabilidad al Gobierno.
Hay que tener en cuenta que el Gobierno de la Generalitat está en funciones y corresponde a ERC que, por un lado, participa en el recibimiento a Puigdemont; por otro dirige a la policía que debe detenerle y, por último, votará la investidura del candidato de ERC.
El bochorno individual de algunos diputados es porque, según explican, Puigdemont es socio del Gobierno y de él, en gran medida, depende la legislatura.
A él se le ha concedido la Ley de Amnistía y mucho protagonismo político.
En el capítulo de lo positivo para el Gobierno está la investidura de Illa y también que el acto de homenaje no ha sido ni mucho menos masivo, lo que demuestra que el independentismo no sólo no tiene mayoría absoluta por primera vez en el Parlament sino que tampoco tiene ya apoyo social.
A Illa, según explican, le corresponde ahora pasar página y devolver a Cataluña a la normalidad. Antes tendrá que aclarar algo que no tenían previsto: qué ha pasado con Puigdemont.