Pedro Sánchez en su llegada a China, junto con la frase que pronunció en el Comité Federal del PSOE

Pedro Sánchez en su llegada a China, junto con la frase que pronunció en el Comité Federal del PSOE Arte EE Efe

Política

Sánchez da por liquidada la "mayoría progresista" y prepara la prórroga de los Presupuestos para 2025

Se prepara para gobernar "sin el Poder Legislativo", con la expectativa de una elecciones anticipadas en 2025.

9 septiembre, 2024 02:49

Los presidentes del Gobierno tienen siempre una baza ganadora en su mano: la capacidad de marcar la agenda política. Pedro Sánchez ha demostrado que tienen una enorme habilidad para manejar esa enorme arma política y cambiar el paso con sus estrategias y, sobre todo, cambiársela a sus oponentes.

Eso le da una enorme ventaja y le sirve, además, para ir enterrando asuntos que no le son favorables. Hace unos meses, lo hizo con lo que llamaba regeneración democrática y el combate contra los bulos para reaccionar a la investigación judicial contra su esposa, Begoña Gómez. Y este verano lo ha hecho con la inmigración, por considerar que sitúa al PP en una posición incómoda. Ahora, lo hace con la financiación autonómica para tapar el acuerdo con ERC que incluye un concierto para Cataluña muy difícil de aplicar.

La negociación de la financiación autonómica es siempre una especie de piñata de cumpleaños en la que los gobiernos se pelean entre sí, sin distinguir colores, con tal de lograr algo para sus territorios.

Por eso, en todos los cambios de sistema ha habido siempre "cambios de bando político" de comunidades cuando se aprobaban los diferentes modelos.

A eso juega ahora Sánchez, buscando romper al PP y hacer olvidar que en su partido hay una contestación sin precedentes al concierto catalán. Fuentes socialistas explican que la aplicación del acuerdo con ERC que permitió la investidura de Salvador Illa en Cataluña no será inmediata. Primero, hay que romper la cintura al PP y llevar el debate a la discusión sobre el modelo.

No es momento para aprobar nada ni lo será en los próximos meses, según admite el Gobierno y según admitió implícitamente el propio Sánchez en su discurso del sábado ante el Comité federal del PSOE al asegurar que seguirán gobernando "con o sin el concurso del Poder Legislativo".

La frase del líder socialista que pide mármol para situarse a la altura de otras suyas como aquel "¿de quién depende la Fiscalía?" se refiere, según el Gobierno, a la necesidad que hay de limitar las iniciativas parlamentarias para hacer otro tipo de política, basada en el control de la agenda y en iniciativas que no siempre se transforman en normas concretas.

Así, el asilo al líder opositor venezolano opaca otros debates. Y el presidente anuncia en su arranque de curso que subiría impuestos a los más ricos los del Lamborghini que Sánchez usó como símbolo aunque, en realidad, el Gobierno no tenga ninguna iniciativa preparada en ese sentido y, además, es imposible que pueda aprobarla en el Congreso por falta de votos.

Por eso, fuentes de Moncloa explican que la frase de Sánchez sobre el Poder Legislativo es, en realidad, la aceptación pública de que se ha roto el llamado bloque de investidura y, sobre todo, el bloque progresista. Si es que alguna vez lo hubo.

El presidente ya no hace apelaciones al diálogo o guiños a sus socios de Junts o ERC, sino que, según esa versión, los da ya por perdidos.

Acuerdos rotos

Carles Puigdemont ya trasladó antes de verano a Sánchez, a través de José Luis Rodríguez Zapatero, su posición dando por rotos los acuerdos, incluyendo los Presupuestos.

Al presidente sólo le queda la posibilidad remota de que en el congreso de Junts del mes de noviembre sea apartado Puigdemont en beneficio del sector que encarna lo que fue CiU, es decir, un grupo de políticos más próximos al empresariado y que quieren un periodo de tranquilidad y acuerdos en Cataluña, enterrando el procés.

También depende del congreso de ERC, a la espera de que ganen los más partidarios del acuerdo, En ese caso, según los socialistas, la dificultad es que ERC necesita, para sobrevivir, encontrar un espacio propio en Cataluña y en el Congreso, sin confundirse con el PSC.

Por eso, fuentes del Gobierno aseguran que la frase de Sánchez está admitiendo que ese bloque de apoyo ha sido liquidado y que, salvo milagro, tendrán que prorrogar Presupuestos.

De esa forma, puede seguir gobernando, a la espera de tiempos mejores. Contraviniendo lo que él mismo dijo hace años cuando pidió elecciones a Mariano Rajoy porque no se puede gobernar sin aprobar Presupuestos. Porque siempre hay una frase de Sánchez del pasado que contradice cualquier decisión del presente del presidente de Gobierno.

Además, el PP tiene previsto volverse en iniciativa que pueda apoyar Junts, especialmente las que tienen que ver con política económica o con impuestos. Ya coincidieron en julio tumbando el techo de gasto y la reforma de la ley de extranjería en el Congreso.

En la Cámara quedarán iniciativas legislativas aprobadas en Consejo de Ministros y varadas en sucesivas ampliaciones de plazos de enmiendas.

Con ese escenario de Sánchez haciendo política sin aprobación de normas, miembros del Gobierno y del PSOE entienden que el horizonte queda fijado en primavera de 2025, con una posible convocatoria electoral. Porque consideran que la situación puede ser insostenible, más aún si hace falta una nueva prórroga de impuestos y las derrotas en votaciones se suceden. Y, además, para eso ha preparado al PSOE tras su Congreso Federal de noviembre.

Tres años así no los puede resistir ningún Gobierno, aunque Sánchez repita siempre que acabará la legislatura. Una expresión sólo retórica, porque en ninguna cabeza cabe que pueda decir lo contrario.

Presentará el proyecto de Presupuestos, tal y como obliga la Constitución, y si es rechazado, hará recaer sobre los partidos que voten en contra la responsabilidad del bloqueo. Para eso es presidente y puede fijar la agenda y establecer el relato.

En ese plan hay una dificultad añadida para el PSOE: el hundimiento progresivo de Sumar. No hay encuesta que no reduzcan al mínimo a los de Yolanda Díaz y sin ellos sería difícil que Sánchez pueda sumar escaños para volver a gobernar tras unas elecciones generales anticipadas.