'Sólo son dos chavales a los que Maduro hizo rehenes': por qué espías españoles los desvinculan del CNI
EL ESPAÑOL consulta con varios agentes del CNI si el 'modus operandi' de los dos detenidos en Venezuela encaja con el Centro. Coinciden en que no.
16 septiembre, 2024 03:19"No tiene sentido". Esa es la principal y más contundente conclusión a la que llegan varios agentes del CNI al preguntarles si los dos españoles detenidos en Venezuela pueden ser miembros del Centro. "Sólo son dos pobres chavales a los que el régimen de Nicolás Maduro ha hecho rehenes", aseguran.
El sábado por la noche se conoció que las autoridades venezolanas detuvieron a José María Basoa Valdovinos y a Andrés Martínez Adasme, ambos de Bilbao. El ministro del Interior y persona de máxima confianza de Maduro, Diosdado Cabello, anunció en una rueda de prensa su detención, junto a la de dos estadounidenses y un checo, y les acusó de participar en una operación para llevar a cabo actos terroristas.
Según las autoridades venezolanas, los españoles serían miembros del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y estarían participando en una suerte de complot para eliminar físicamente a Nicolás Maduro y a su número dos, Delcy Rodríguez.
El Ministerio de Exteriores español, sin embargo, niega rotundamente que sean agentes del CNI o de algún otro órgano estatal. "España desmiente y rechaza rotundamente cualquier insinuación de estar implicada en una operación de desestabilización política en Venezuela", aseguran desde el organismo dirigido por José Manuel Albares.
Al margen de declaraciones oficiales, este diario ha consultado a varios agentes en activo y retirados del CNI para preguntarles si la situación de Basoa y Adasme puede encajar con que sean agentes españoles. La respuesta es que no.
"Es ridículo el relato que ofrecen las autoridades venezolanas", reconoce un agente en activo. "A esos pobres chavales les va a caer una grande encima, pero dos personas así sueltas no van a conseguir nada en Venezuela", añade.
"Esto es lo mismo que está haciendo Irán, la llamada diplomacia de rehenes. Como España ha molestado a Maduro esta semana, pues se la devuelven de algún modo", apuntala.
A lo que se refiere el agente es a la llegada del opositor y candidato a las elecciones venezolanas Edmundo González a Madrid. El Congreso de los Diputados le ha reconocido como presidente electo y, aunque el PSOE no ha participado en este reconocimiento, España sí le está dando asilo y el presidente, Pedro Sánchez, le ha recibido en la Moncloa.
Además, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha calificado el Gobierno de Maduro como una "dictadura", algo que ha molestado notablemente en Caracas. El ministro de Exteriores, sin embargo, no ha querido llegar tan lejos y pide las actas de las elecciones para reconocer al vencedor de las elecciones venezolanas.
"No me creo que sean del CNI", dice otro agente sobre Basoa y Adasme. "Es un canje, claramente, o algún tipo de medida para presionar. Maduro ahora tiene algo contra España, algo que antes no tenía, y ahí se puede enmarcar esto", añade.
Las fuentes de Inteligencia consultadas señalan que hay varios elementos en esta historia que son llamativos y que por eso piensan que no pertenecen al CNI, ya que no es su modus operandi. El más evidente es que la propia familia de los detenidos pidió hace días ayuda para localizarlos.
Los familiares mandaron una alerta hace varios días a un medio local colombiano diciendo que ambos fueron vistos por última vez el 2 de septiembre en una localidad fronteriza de Colombia y que se dirigían a Venezuela. Según el comunicado, llegaron a mediados de agosto a Venezuela, alquilaron un coche para ir a Colombia y luego volvieron de regreso.
La familia explica que tenían que haber devuelto su coche de alquiler y que no lo hicieron, así como tampoco cogieron el vuelo de vuelta a Madrid, el pasado 8 de septiembre. Además, en el anuncio, los familiares han puesto sus propios números de teléfono personales y las características físicas de los dos españoles.
Las fuentes del CNI consultadas reconocen que es poco creíble que las familias de dos espías estén lanzando avisos para buscarles y difundiendo sus rasgos físicos mientras se encuentran en una operación en el extranjero.
Además, las autoridades venezolanas aseguran que han encontrado en sus teléfonos móviles conversaciones interesándose por la compra de armas y explosivos. Tampoco es creíble que agentes del CNI mantengan conversaciones de ese calado y que dejen las pruebas fácilmente accesibles para cualquiera que les capture.
"Es una pataleta de Venezuela", dice otro agente, en este caso retirado. "Después de que Estados Unidos decomisara su avión y que España haya acogido a Edmundo González, Maduro ha decidido hacer lo mismo que hacen países como Irán o Rusia: diplomacia del secuestro o rehenes para negociar", añade.
Otro agente en activo señala que en Venezuela, después de las elecciones, Maduro ha empezado a detener a adolescentes, periodistas y políticos, acusando a todo crítico de conspirar contra el régimen. Este diario no ha encontrado una sola voz autorizada que opine que sí puedan ser espías. Ese frente sólo lo defiende Venezuela.