Pedro Sánchez, este lunes en el Congreso, a su llegada a la reunión con los diputados y senadores del PSOE.

Pedro Sánchez, este lunes en el Congreso, a su llegada a la reunión con los diputados y senadores del PSOE.

Política PARLAMENTO

Sánchez pasa de desdeñar al Congreso a pedir que el PP apoye el techo de gasto y el plan de regeneración

El presidente se corrige, ofrece diálogo y asegura que la Moncloa está abierta para recibir propuestas de los grupos parlamentarios.

17 septiembre, 2024 02:32

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, corrigió este lunes ante los diputados, senadores y eurodiputados reunidos en el Congreso su frase de desdén hacia el Parlamento pronunciada hace diez días ante el Comité Federal del PSOE. Dijo entonces que seguiría gobernando "con o sin el concurso del Poder Legislativo".

Ayer, el líder socialista pidió a sus parlamentarios que dialoguen con los del resto de grupos, que busquen acuerdos y que presenten iniciativas. Pasó así del desdén al Parlamento a asegurar que "la puerta de la Moncloa está abierta" para que cualquier partido pueda hacer propuestas. "Hay que dejarse la piel en las negociaciones", dijo, en lo que se ha entendido como un intento de aprobar los Presupuestos.

La rectificación, que ya inició hace unos días en su viaje oficial a China, responde al convencimiento en el Gobierno y en la Moncloa de que aquella frase fue un error

Explican los socialistas que en aquella ocasión, Sánchez pretendía decir que aunque se haya roto el bloque de su investidura, que no sea posible aprobar iniciativas y que los Presupuestos estén en el aire por falta de apoyos, él seguirá gobernando y tomando decisiones que no requieran votaciones en el Congreso.

Pero la expresión quedó entonces como una especie de desprecio al Parlamento, según admiten en el Gobierno y en el partido. Y eso que el texto había sido preparado en la Moncloa, no era una frase improvisada o fallida.

Por eso, este lunes el presidente del Gobierno rectificó o cambió de opinión ante los suyos en el Congreso, e hizo una loa del Parlamento y de lo importante que son los acuerdos que se fraguan en él.

Incluso, se lanzó a pedir apoyo al PP para dos de las iniciativas clave de la política que impulsa estos días, y que en alguna medida deberán someterse a votación en breve: el llamado techo de gasto y el plan de regeneración.

El techo de gasto es el primer paso para aprobar los Presupuestos Generales del Estado. En julio, el Pleno del Congreso rechazó por los votos de PP, Vox y Junts el techo de gasto propuesto por el Gobierno, y ahora el Consejo de Ministros lo ha vuelto a aprobar para que se someta de nuevo a votación en la Cámara Baja.

Junts, en principio, mantiene su rechazo y el Gobierno pretende que el PP lo apoye o, al menos, que Alberto Núñez Feijóo asuma el coste de un nuevo rechazo. 

Si no se aprueba ese nuevo techo de gasto, los Presupuestos futuros deberán ceñirse al anterior, que era más restrictivo. Según Sánchez, las comunidades autónomas y los ayuntamientos tendrán entonces menos dinero para gastar, concretamente, unos 5.000 millones de euros.

De esa forma, el presidente del Gobierno llega a la conclusión de que si el PP no apoya el texto del Ejecutivo será responsable de que las administraciones no tengan esos 5.000 millones de euros para atender a sus ciudadanos. De paso, logra poner a los presidentes autonómicos del PP en la tesitura de tener que reprochar a Feijóo que bloquee la opción de no poder disponer de ese dinero.

La respuesta del PP

Fuentes del PP explican que si el Gobierno quiere apoyo debe negociar antes y, en todo caso, si eligió un bloque para gobernar debe seguir contando con los partidos que lo componen, es decir, Junts, ERC, Bildu y Podemos.

Consideran que no deben ser la muleta de Sánchez para cuando se quede sin apoyos, que no le darán oxígeno porque, precisamente, parte de su estrategia es la de mostrar que preside un Gobierno débil que pierde votaciones y restringe sus iniciativas parlamentarias.

También Sánchez pidió ayer al PP apoyo al plan de regeneración que presentará hoy el Gobierno. El argumento es que la parte referida a los medios de comunicación y la lucha contra los bulos se basa en una directiva europea que se aprobó en el Parlamento de Bruselas con el voto de los populares, por lo que el ahora deberían apoyar su plan.

En este caso, el PP también replica que las medidas las ha elaborado el Gobierno y que si quiere votos tiene que negociar y elegir con qué mayorías se mantiene.

Cuando aún no se conocen las medidas concretas, el PP ya ha hecho saber que no apoyará "ningún planteamiento del Gobierno que se base en controlar a los medios de comunicación, que les impida publicar temas y asuntos que incomoden al presidente Sánchez".

"Resulta llamativo que Sánchez impulse su propuesta precisamente tras la investigación judicial contra su esposa, imputada por corrupción y tráfico de influencias, y cuando los casos de corrupción salpican directamente a parte de su gobierno y su partido", añaden los populares. Es decir, que no hay opción alguna de que apoyen esas medidas.

El plan de regeneración no incluirá medidas duras contra los medios ni el freno a la acción popular que pidió el fiscal general del Estado de poner coto a la acusación popular.

Según fuentes del Gobierno, no habrá ninguna referida a la Justicia, tal y como trasladó Félix Bolaños a los grupos el pasado mes de julio, para disgusto de alguno de ellos, que quería medidas para acabar con lo que caracterizan como lawfare.