Militares españoles encuadrados en la misión UNIFIL de cascos azules de interposición en el sur del Líbano.

Militares españoles encuadrados en la misión UNIFIL de cascos azules de interposición en el sur del Líbano. Ejército de Tierra

Política GUERRA EN ORIENTE PRÓXIMO

ONU y Moncloa, de acuerdo en que las tropas españolas sigan en Líbano para "interponerse" entre Israel y Hezbolá

Fuentes de Naciones Unidas confirman que "ni se ha discutido" retirar a los cascos azules. Un coronel israelí sobre el terreno los considera "inútiles" y sentencia: "Sólo nosotros somos responsables de defender nuestra tierra".

3 octubre, 2024 02:28

Naciones Unidas ha trasladado a España que UNIFIL "sigue siendo útil para cumplir el mandato de interposición". Y, a pesar de la escalada bélica en la región, donde Israel ya atiende tres frentes (Gaza, Líbano y el inicio de lo que puede ser una "guerra toral" con Irán), eso mismo opina el Gobierno de Pedro Sánchez.

Desde el final de la guerra de 2006, la última vez que Israel entró en territorio libanés para tratar de acabar con Hezbolá, han pasado 18 años. Durante todo ese tiempo, España ha mantenido alrededor de 670 militares como cascos azules de "interposición", en la que es su mayor misión militar en el exterior. Ahora, a pesar de la escalada bélica, con combates directos en suelo libanés, el Gobierno de España y Naciones Unidas (UNIFIL) coinciden en que "la misión sigue teniendo sentido".

Así lo sostienen fuentes oficiales del Ministerio de Exteriores español. José Manuel Albares habló el pasado lunes con el secretario general adjunto de Naciones Unidas responsable de la misión en Líbano, Jean-Pierre Lacroix. "Estamos al borde, si no al inicio, de una guerra total en la región", afirmaba Albares en una entrevista radiofónica. "Por eso, hay que evitarla a roda costa".

Explosiones en la región fronteriza entre Israel y el Líbano, producto de los combates entre el ejército israelí y los terroristas de Hezbolá.

Explosiones en la región fronteriza entre Israel y el Líbano, producto de los combates entre el ejército israelí y los terroristas de Hezbolá. Reuters

Aunque la titular de Defensa, Margarita Robles, anunció este miércoles el envío de dos aviones del Ejército del Aire para evacuar a 350 civiles españoles de Líbano, su compañero del Consejo de Ministros sostiene que "el uso de la fuerza por sí solo nunca garantiza a nadie la seguridad total", razón por la que aboga por la diplomacia, la negociación y "el mutuo reconocimiento" entre Israel y los países árabes.

Pero lo cierto es que ese tiempo ha pasado, al menos de momento, sobre el escenario de operaciones bélicas. Y las tropas españolas llevan desde hace días resguardadas en el cuartel e, incluso, guarecidas en sus búnqueres, ante el intercambio de misiles y cohetes a ambos lados de la frontera.

El pasado martes de madrugada, las Fuerzas de Defensa de Israel, comenzaron una invasión "limitada" del territorio libanés. Según fuentes oficiales del alto mando de Jerusalén, se trataría de "operaciones de entrada y salida" para atacar puestos avanzados, vías de suministro y baterías de proyectiles de Hezbolá en la región sur del Líbano. Se trata de "empujar 30 km al norte" la zona de que se supone que amortigua la ONU, para imposibilitar los ataques de Hezbolá y, luego, destruirla.

"Cascos azules inútiles"

Desde entonces, según explica un teniente coronel israelí sobre el terreno, "tiene aún menos sentido" la presencia de los hasta 10.000 soldados que la ONU mantiene para evitar "la guerra abierta en la región".

Es más, este militar en la reserva que está dirigiendo el comando de autodefensa de su región, a apenas cinco kilómetros de la frontera, advierte del riesgo "inútil" en el que están siendo obligados a incurrir los cascos azules españoles bajo el mandato de Naciones Unidas.

"Las tropas de UNIFIL en el sur de Líbano son inútiles", explica. Y añade que si la resolución de la ONU las colocó en suelo libanés tras la guerra de 2006, "era para controlara Hezbolá, algo que no han hecho". Y en su opinión, ahora que su Gobierno ha decidido acabar con los terroristas chiíes, "todo eso muestra que sólo nosotros tenemos la responsabilidad de defender nuestra tierra".

Ha pasado ya casi un año desde el 7-O, la mayor matanza de judíos desde el Holocausto. Aquella mañana de sábado, miles de terroristas de Hamás y civiles gazatíes entraron en el sur de Israel para torturar y asesinar a unos 1.400 hombres, mujeres y niños, además de secuestrar a otros 243 israelíes.

'Proxies' coordinados

Desde entonces, "todos los días", Hezbolá ha venido lanzando misiles y cohetes sobre el norte del país de los judíos.

Por eso, el Gobierno de Benjamin Netanyahu impulsó la evacuación de más de 80.000 personas en la región septentrional de Israel. En los últimos meses, fueron regresando algunos de ellos, y se redujo la cifra de desplazados a unos 60.000. Pero la campaña militar terrestre ha vuelto a provocarla estampida: el Estado provee de alojamiento en el centro del país a quienes lo solicitan

En una estrategia coordinada con los Hutíes de Yemen, que comenzaron una campaña de hostigamiento, bombardeo y pirateo de barcos israelíes o relacionados con este país en el Golfo de Aden, los tres grupos 'proxies' de Irán han participado de la estrategia para "destruir a la entidad sionista", como llama al Estado de Israel el régimen de los ayatolás.

En la última semana han ocurrido dos eventos nuevos: el ataque masivo desde Teherán contra edificios urbanos e instalaciones civiles Tel Aviv y Jerusalén, por un lado. Y por otro, el inicio de las citadas incursiones terrestres de Israel en el Líbano. Para el Gobierno español, ambas circunstancias son "igualmente condenables", y así lo ha expresado públicamente el ministro Albares.

El Gobierno español insiste en su compromiso con la misión, que está bajo el mando del general español Aroldo Lázaro desde febrero de 2022. "En la región se está desafiando al sistema de Naciones Unidas", apunta una fuente de Exteriores, en referencia a la escalada bélica y a la designación de António Guterres, secretario general de la ONU, como persona non grata por parte de Israel.

El embajador libanés ante la ONU, Hadi Hachem, se dirige al Consejo de Seguridad, en una reunión de urgencia, este miércoles.

El embajador libanés ante la ONU, Hadi Hachem, se dirige al Consejo de Seguridad, en una reunión de urgencia, este miércoles. Reuters

Este miércoles, el Consejo de Seguridad se reunió de urgencia a petición del Gobierno del Líbano, sin avances.

Por su parte, el presidente Sánchez conversó telefónicamente con el primer ministro libanés, Najib Mikati. En la conversación, el jefe del Ejecutivo le comprometió mantener el esfuerzo de ayuda humanitaria y su apoyo en defensa de "la integridad territorial" de su país.

Fuentes de Naciones Unidas confirman a este periódico que la opción de retirar a las fuerzas de interposición in siquiera se ha discutido, y que "la decisión es firme", al menos de momento. En todo caso, cualquier país de los 50 contribuyentes a UNIFIL podría ordenar la evacuación de sus tropas, tal como confirman fuentes del Ejecutivo, pero España se atendrá a lo que se decida en la ONU, mientras mantiene el contacto constante con los gobiernos del resto de países implicados.