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Política CASO DELCY

"Las mentiras de Sánchez y de Ábalos deben ir a juicio": tres líderes de la oposición dan su versión sobre el viaje de Delcy

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De la misma manera que el languideciente seguimiento a la lucha venezolana por la libertad y el fin de la tiranía recobró vigor con el robo de las elecciones presidenciales del pasado verano, lo mismo lo ha hecho el caso Delcy. "Si uno quiere hacer negocios allá, pasa por Delcy Rodríguez o no pasa", explica uno de los miembros destacados, jurista, de la oposición democrática en el exilio, "por ella pasa todo en Venezuela".

Al calor de su presencia en las fotos y vídeos de aquellas "horas de extorsión" al líder opositor Edmundo González, ganador de los comicios según las actas oficiales recabadas, la operación acabó con la vicepresidenta de Nicolás Maduro y su hermano tomando whisky y "un tecito" con el embajador español, Ramón Santos, y haciéndole firmar al líder opositor su "claudicación" en la legación diplomática española en Caracas.

Tanto en la controvertida visita de Delcy Rodríguez en enero de 2020, como en la llegada a España de Edmundo González en septiembre de 2024, las gestiones detrás de las bambalinas, al menos algunas de ellas, las llevó un mismo personaje: el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. "Y sólo hace falta saber matemáticas elementales, de las de dos más dos, para sacar la cuenta". La frase es de otro personaje de renombre, periodista, en la lucha por la libertad del país caribeño.

Pero, ¿qué es lo que ha traído de nuevo a la actualidad el caso Delcy? Un informe de la UCO dentro del caso Koldo García, personaje que estaba en el avión aquella noche, junto al "jefe" José Luis Ábalos y quien lo había bautizado así, Víctor de Aldama, hermano de uno de los escoltas del ministro, y autor de la carta-tipo con la que "la jefa" se dio por invitada a Madrid.

Según la Guardia Civil, todo esto ocurrió así. Y el dosier le dice, además, al juez, que Pedro Sánchez lo autorizó y Aldama le organizó una agenda de tres días en Madrid, con almuerzos llenos de ministros incluidos... lo que ha hecho cambiar las versiones de todos los implicados.

De la "escala técnica" y la "visita de cortesía" se pasó el "conflicto diplomático" evitado; de "lo supe esa misma noche" y "nunca supe nada" se llegó a "efectivamente, fui informado" y "cuando se supo que estaba sancionada, se canceló la visita".

Nada es compatible entre sí, todo es contradictorio, y sale de las mismas bocas. "Y esas mentiras de todos, hasta del presidente del Gobierno, deben investigarse, y en su caso llegar ante un juez", concluye un tercer dirigente opositor, este político.

"Sobre todo, porque Delcy Rodríguez es una criminal, es como si el Gobierno español hubiese ido a recibir al Chapo Guzmán por cortesía", sentencia el jurista.

EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con estos tres ilustres venezolanos para que arrojen su luz a las mismas incógnitas. Miguel Ángel Martín Tortabú, presidente del Tribunal Superior de Justicia en el exilio; Francisco Poleo, analista especializado en Iberoamérica y Estados Unidos; y Antonio Ledezma, exalcalde de Caracas, exsenador, exdiputado y líder de la Alianza Bravo Pueblo.

Juez Martín Tortabú

Miguel Ángle Martín Tortabú, presidente del TSJ de Venezuela en el exilio.

Miguel Ángle Martín Tortabú, presidente del TSJ de Venezuela en el exilio. TW

Martín Tortabú (Valencia, 1967) lleva tiempo ya residiendo en Washington. Fue destituido como magistrado en 2008, simplemente por haber tomado juramento al ganador de las elecciones a gobernador del estado de Carabobo. Y desde 2017, preside el "resistente" TSJ en el exilio. Formó parte de la finalmente fallida operación Libertad liderada por Juan Guaidó, como presidente encargado, desde dentro de la misma Caracas.

Desde la capital de EEUU Tortabú sigue trabajando, dando clase, escribiendo y divulgando la resistencia democrática de "una Venezuela libre en la que el Estado de Derecho impere". Y desde esa posición legalista señala "las sanciones de la UE a Delcy Rodríguez" como núcleo de su versión de los hechos.

"Tanto ella como el Gobierno español las incumplieron, violaron las disposiciones legales de la Unión Europea, y son responsables de manera personal por ello", asevera. Y además señala "la responsabilidad administrativa" de Ábalos y otros "funcionarios españoles que participaron en el encuentro con una persona señalada de cometer delitos internacionales" contra los derechos humanos.

En su opinión, hay hechos incontrovertibles: se sabe que Delcy no podía siquiera sobrevolar el espacio Schengen y que aterrizó en Madrid. Se sabe ahora además que lo hizo con invitación del Gobierno. En concreto, del entonces ministro Ábalos. Y se sabe que el avión de la número dos de Maduro, después del episodio como mínimo confuso de las maletas, la sala de autoridades y las cámaras borradas, "salió rumbo a Turquía".

De ahí, según el magistrado se pueden inferir conclusiones: "Con ese país, el régimen de Maduro mantiene estrechas relaciones comerciales", apunta. "Las versiones contradictorias" de los implicados, las dudas sobre "los bienes del equipaje" y la forma "subrepticia" en la que se reunió con Ábalos denotan "conductas sospechosas". Y por todo ello, el juez concluye que "España y la Unión Europea deben investigar" estas conductas "sospechosas".

Y concluye: "Las contradicciones del presidente Pedro Sánchez aumentan las necesidades de hacer una investigación seria y profesional. Su comportamiento despierta suspicacia, por haber dado versiones diferentes y, en ocasiones, contradictorias sobre lo que ocurrió durante la polémica reunión en el aeropuerto de Madrid-Barajas entre José Luis Ábalos, entonces su ministro de Transportes, y Delcy Rodríguez, la vicepresidenta de Maduro, en enero de 2020".

Periodista Francisco Poleo

Francisco Poleo, periodista venezolano.

Francisco Poleo, periodista venezolano. TW

Francisco Poleo (Miami, 1990) trabajó en El Nuevo País, uno de los últimos periódicos que resistieron vivos después de Hugo Chávez y en los primeros años de su heredero, tras la muerte del fundador de la tiranía bolivariana, Nicolás Maduro. Llegó a conocer a Chávez, siendo él aún joven, cuando todavía era un famoso militar ansioso por revolucionar el país desde las páginas de la otra publicación liderada por el padre de Francisco, Rafael Poleo, la Revita Zeta. Hoy, reside esencialmente en Miami, después de unos años de vivir a caballo entre Florida y Madrid.

Poleo es un experto en la política estadounidense y latinoamericana, colaborador de EL ESPAÑOL, y estudioso conocedor de las "andanzas" de Zapatero en su país. "Es harto conocido en Venezuela que Zapatero es el gran operador político internacional de Maduro. Es su lobista de confianza. Y las empresas españolas en Venezuela han entendido eso, por cierto", lo que coincide exactamente con la justificación que Aldama sugirió a Ábalos (vía carta-tipo) y éste a Sánchez (vía WhatsApp) para orquestar la visita de Delcy. 

"Las relaciones entre el PSOE y el chavismo se remontan a los albores del régimen venezolano. Incluso antes de que Zapatero fuera electo, su PSOE entabló buenas relaciones con el chavismo, quebrantando inclusive relaciones históricas con otros partidos venezolanos que llegaron a socorrer al PSOE de Felipe González cuando todavía Franco mandaba", recuerda Poleo.

Aquel partido amigo del PSOE de la Transición era la Acción Democrática de Carlos Andrés Pérez. Las relaciones se enfriaron con el PSOE, cuando Chávez llegó al poder, pero hoy han mejorado: Henry Ramos Allup, su actual líder, es vicepresidente de la Internacional Socialista que preside Sánchez.

"Acabamos de ver cómo el exembajador de Zapatero en Venezuela, Raúl Morodo, ha sido condenado a cárcel por negocios turbios con el régimen chavista", señala como eslabón a la vista de una cadena aún demasiado oscura.

"Parece que sólo recientemente, cuando el chavo-madurismo se ha tornado pestilente a nivel mundial, el PSOE de Sánchez ha decidido que está en sus mejores intereses apartarse del mismo". Pero para Poleo aún quedan "muchos ramalazos" por descubrir "de años de intereses crematísticos entre ambos movimientos políticos".

Y como pista, sugiere "la conocida y fluida relación entre Ábalos y Delcy, una suerte de zarina de los negocios en la Venezuela madurista. Lo que queda del empresariado venezolano debe besar su anillo si quiere 'prosperar' en una economía que, cada día más, se parece a la rusa hace unos años", concluye. "Así que es normal que, quien quiera hacer negocios con Venezuela, dentro o fuera, tuviera que pasar por ella". 

Alcalde Ledezma

Antonio Ledezma, alcalde metropolitano de Caracas.

Antonio Ledezma, alcalde metropolitano de Caracas. E.E.

Antonio Ledezma (San Juan de los Moros, 1955) lleva más años fuera de Venezuela que probablemente ninguno de sus colegas opositores. Nominal y legítimamente, sigue siendo alcalde metropolitano de la capital, Caracas, cargo que ocupó desde las elecciones de 2008 hasta su detención en 2015, ya reelecto dos años antes. En su primer mandato arrasó con un 52% al candidato chavista y formó un gobierno de unidad con otros opositores, que habían sido rivales en la contienda.

Dos años después de volver a ganar, la policía política de Maduro, el Sebin, lo arrestó por "golpista", lo recluyó en la prisión de Ramo Verde y lo sometió a torturas. Ledezma fue uno de los primeros liberados por mediación de Zapatero, en 2017. Pero eso no le ahorra críticas al expresidente español, a quien acusa de "no ser un mediador, sino un facilitador del trabajo de la dictadura"

Para Ledezma, a Venezuela se le acaba el tiempo: "Si los gobiernos democráticos buscan una solución por la vía de la diplomacia, que funciona a cámara lenta, no va a detener a Maduro, que va como una locomotora matando gente, torturando, apresando y destruyendo el país".

Respecto a la visita de Delcy, eleva más preguntas que teorías. "Yo no tengo la imaginación de Arturo Pérez-Reverte, pero sí leo... y veo que los portavoces del Gobierno español se contradicen a sí mismos de entonces a ahora. Eso y la presencia de Ábalos y Koldo en el avión son los elementos que le han dado relieve a un episodio con barras de oro, maletas y mentiras oficiales".

Ya exiliado en Madrid, Ledezma miró con ilusión a Sánchez el día que, a principios de 2019, reconoció a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela. El apoyo de España era clave para consolidar aquella operación Libertad... pero todo se truncó en aquel año infinitamente electoral en España que acabó con Podemos en un Gobierno de coalición con el PSOE y Delcy Rodríguez invitada a España.

"Si aquello fue así, si tuvo que ver con posiciones políticas o empresariales, sería un doble juego muy poco ético", afirma ahora que España y la UE dicen no querer repetir el error Guaidó. "La democracia que representaba Guaidó debe defenderse por encima de esas consideraciones" que sirvieron para organizar la agenda de la número dos de Maduro en Madrid.

Y lamenta, desde su casa en Madrid, que "eso lo saben Sánchez y Zapatero". A quienes exige decidir: "O están o no están con la democracia y la verdad". Al alcalde democrático de la capital venezolana le cuesta salirse del discurso de su actual lucha, el de llegar al 10 de enero, fecha de la juramentación del presidente electo en las últimas elecciones, con Edmundo González ungido en Caracas

Y quizá por eso utiliza el escándalo del Delcygate para presionar al presidente español por dos vías. La primera, que abandone su "equidistancia" porque no ayuda en la salida democrática: "Hay que detener a ese desquiciado que insiste en robarse las elecciones", dice en alusión a Zapatero.

Y la segunda, que deje de prestarle oídos a su antecesor socialista en la Moncloa: "Yo me pregunto quién lo nombró mediador, porque hasta ahora sólo ha demostrado ser un embajador de Maduro".