El impulso de Francia al puerto de Nador asfixia más a Melilla, que lleva 6 años con la aduana comercial cerrada
- Políticos y empresarios muestran su desaliento tras haber intentado reanudar, sin éxito, las actividades fronterizas y comerciales con la región.
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El viaje oficial que el presidente francés, Emmanuel Macron, realizó esta semana a Marruecos ha supuesto la firma de 40 acuerdos comerciales e inversiones por valor de 10.000 millones de euros. Algunos de ellos afectan a las empresas españolas, como el negocio del sector ferroviario, que queda en manos de las compañías francesas.
Sin embargo, los ciudadanos más perjudicados por esta alianza son los melillenses, debido a la alianza francomarroquí para explotar el nuevo puerto de Nador, a solo 50 kilómetros de su ciudad.
El armador francés de portacontenedores CMA CGM firmó el martes con Marsa Maroc, líder marroquí en gestión de terminales portuarias, un acuerdo de cooperación empresarial para equipar y operar durante 25 años un tramo de la terminal de contenedores del puerto Nador West Med.
La compañía francesa anunció inversiones conjuntas por valor de alrededor de 258 millones de euros, con el objetivo de multiplicar una actividad comercial que aislará aún más a Melilla, que no ha conseguido restablecer su relación con Marruecos tras el cierre de la aduana y de las fronteras terrestres por decisión de Rabat.
Para la explotación del 50% de la terminal de contenedores de Nador West Med, se está constituyendo una empresa conjunta en la que CMA CGM y Marsa Maroc tendrán respectivamente el 49% y el 51%.
La noticia ha sido recibida en Melilla con desánimo. Políticos y empresarios muestran su desaliento tras haber intentado reanudar, sin éxito, las actividades fronterizas y comerciales con la región de Nador, en el norte de Marruecos, donde se está construyendo el megapuerto.
"Sinceramente, después de más de seis años con la aduana comercial cerrada y dos años y medio con el régimen de viajeros solo en una dirección, desde Marruecos hacia Melilla, y nada en sentido contrario, poco más nos puede afectar, ya que no tenemos ninguna relación comercial con Marruecos, en estos momentos", lamenta en declaraciones a EL ESPAÑOL Enrique Alcoba, presidente de la Confederación de Empresarios de Melilla CEME-CEOE y de la Asociación de Comerciantes.
La alternativa que se estudia en la ciudad española es abrir una línea comercial y de pasajeros con Argelia, como las que operan desde la Península. Sin embargo, las relaciones comerciales entre Madrid y Argel están paralizadas desde que el presidente Pedro Sánchez apoyó públicamente el plan de autonomía marroquí como solución para el conflicto con el Sáhara Occidental.
Además,"pensamos que el Gobierno de España, que es quien la tiene que autorizar, no pondrá ningún interés para no molestar a Marruecos", dice Alcoba.
Por su parte, el alcalde, Juan José Imbroda, asegura que estas propuestas de negocios con Argelia no son nuevas y que hasta que no gobierne el PP en España son sólo "sueños". De momento, ningún político ha puesto el asunto sobre la mesa.
Es la CEME-CEOE quien intenta buscar nuevos mercados y alternativas, a pesar de que su presidente reconoce que "lo deseable sería volver a la normalidad con Marruecos respecto a la frontera, porque es de lo que las dos ciudades, Melilla y Nador, hemos vivido, desde hace muchísimos años". Alcoba afirma que, en la actualidad, la solución está en saltarse al Gobierno central y "solicitar en Europa que Marruecos respete a España, sobre todo a Ceuta y Melilla".
Desde que Marruecos cerró la frontera por la Covid, medio centenar de locales comerciales han tenido que cerrar en Melilla. Desde entonces, solo pueden acceder a la ciudad española los marroquíes con pasaporte y visado Schengen. También se acabó con el comercio atípico y, por la frontera terrestre, no se permite introducir ningún tipo de artículo desde el país vecino.
Miguel Marín, secretario general del PP de Melilla, asegura que, aunque el Gobierno local apuesta por la autosuficiencia con un modelo basado en el turismo, las nuevas tecnologías y la universidad, hay que intentar que se reabra la aduana comercial.
El megapuerto de Mohamed VI en la bahía de Betoya, en construcción desde 2017, está situado en una zona estratégica, a 250 millas del Estrecho Gibraltar, en frente de las principales rutas marítimas este-oeste de tráfico de contenedores y productos petroleros, con una capacidad prevista de 3,5 millones de contenedores.
Es una de las grandes obras faraónicas del reinado de Mohamed VI en el norte de Marruecos, junto al aeropuerto de Monte Aruit, también en Nador; y el puerto Tánger Med, a las puertas de Ceuta. La puesta en marcha de toda la plataforma portuaria y logística está prevista para 2027.
Hay que tener en cuenta que más del 95% del tráfico de mercancías marroquí́ pasa por los puertos. Inicialmente, se planeó que Nador West Med fuera una extensión de Tánger Med; sin embargo, se trata de un puerto gigantesco que supondrá un cambio radical para el Rif y la región de Oriente, frontera con Melilla.
Como ha hecho en Tánger con la industria automovilística, Rabat quiere convertir este nuevo nudo portuario en la punta de lanza de una industria petroquímica nacional. El objetivo es unificar todas las ciudades del norte de Marruecos en busca de crear un potencial económico y turístico al estilo de Casablanca, que estrangule a Ceuta y a Melilla.