Jorge Azcón, en su despacho en el Edificio Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón, durante la realización de la entrevista.

Jorge Azcón, en su despacho en el Edificio Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón, durante la realización de la entrevista. Cristina Villarino

Política

Azcón: "El único que me ha llamado para decir que Valencia necesita ayuda es Mazón, ni los ministerios ni la Moncloa"

  • "Creo que hoy Mazón, si volviera a ocurrir lo que ocurrió, pediría la emergencia nacional"
  • "El tráfico de influencias no lo hace Begoña Gómez, sino la mujer del presidente del Gobierno"
  • “Teresa Ribera ha demostrado que para ella es más importante su sillón en Europa que la catástrofe humanitaria de Valencia”
  • “Si no limpiamos cauces ni hacemos infraestructuras hidráulicas, volveremos a ver dramas y catástrofes fruto del cambio climático”
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El presidente de Aragón, Jorge Azcón (Zaragoza, 1973) tiene claro que la DANA ha sido una emergencia nacional y que el mayor impacto político va a estar "en la reconstrucción". Con Mazón ha hablado varias veces desde el fatídico 29 de octubre, ofreciendo una ayuda que se prolongará más allá de las Navidades.

Tras la tragedia, cree que el Gobierno de España debería cambiar "absolutamente" la política del Ministerio de Transición Ecológica. El Ebro ha dado varios avisos a Zaragoza, con riadas cada vez más frecuentes. Las últimas, en 2015, 2018 y 2021. Por eso, urge limpiar los cauces, acabar las infraestructuras hidráulicas pendientes y hacer simulacros de emergencia nacional que afinen los protocolos y la coordinación institucional ante catástrofes de esta naturaleza.

También cree que Sánchez hubiera actuado igual si la Comunidad Valenciana hubiera estado gobernada por el PSOE, ya que, a su entender, al presidente del Gobierno solo le importa que las consecuencias políticas no le salpiquen. Con él tiene numerosas cuentas pendientes. La más urgente: la aprobación de un fondo de compensación de 87 millones de euros para evitar que Aragón pierda financiación por sus problemas de despoblación.

Jorge Azcón: ''Si yo hubiera sido presidente de la Comunidad Valenciana, hubiera declarado la emergencia nacional'' Cristina Villarino

Llegaba yo a la estación de Madrid esta mañana con miedo de que me cancelaran el tren. No solo por la nueva DANA, sino porque el ferrocarril en España no pasa su mejor momento. ¿Cómo lo están llevando en Zaragoza, camino intermedio entre las dos grandes capitales?

Afecta mucho. El AVE se ha convertido en un elemento de dinamización que hace que Zaragoza esté muy cerca de Madrid y muy cerca de Barcelona, y por supuesto del resto de ciudades AVE.

Pero es cierto que, en los últimos tiempos, los retrasos y las cancelaciones han hecho que ahora viajar sea distinto. En Zaragoza ha pasado una cosa muy significativa, y es que era difícil quedarse a dormir en Madrid. Lo hacías cuando tenías un acto a primerísima hora de la mañana o cuando acababa muy tarde, pero si no, ibas y volvías en el día.

Hay muchas veces que ahora tienes que ir la noche antes a dormir porque no te fías de que el AVE llegue a punto. Doy fe porque a mí me ha pasado unas cuantas ocasiones.

Sin embargo, Óscar Puente decía de usted hace menos de una semana que es un placer trabajar con Jorge Azcón.

Eso tiene que ver fundamentalmente con dos razones. A Óscar Puente lo conozco cuando él era alcalde de Valladolid y yo, de Zaragoza. Él era el portavoz del PSOE en la Federación Española de Municipios y Provincias y yo, del PP.

Entonces, hay una cierta relación que viene de aquella época. Cuando se trata de resolver problemas de los ciudadanos y en concreto con los ministros, lo inteligente es hacerlo. Si desde el minuto número uno empezamos a enfrentarnos, esto no ocurre.

Nosotros necesitamos que el Ministerio de Fomento trabaje en Aragón en muchos proyectos que llevan ritmos cansinos o que directamente están paralizados. Hay que darle un voto de confianza al ministro. Si no cumple lo que nos ha dicho, su opinión sobre trabajar con Jorge Azcón cambiará.

El presidente aragonés, en su despacho.

El presidente aragonés, en su despacho. Cristina Villarino

Él añadía una tercera razón, que Jorge Azcón es de los políticos del PP que no se dedica "solo a zurrar a Sánchez".

Es que creo que hay que resolver problemas, los presidentes de comunidades autónomas debemos tenerlo grabado a fuego. Cuando hay debates políticos que tienen que ver con decisiones que se toman en Madrid, podremos opinar de ellos, pero yo trato de que la mayor parte de mi tiempo se dedique a resolver los problemas de esta Comunidad. Aunque evidentemente, si me preguntan, opino sobre lo que pienso de la política nacional y sobre el presidente del Gobierno.

"La carrera política de Sánchez está marcada por la mentira, da igual que hablemos de corrupción o de problemas estructurales de este país"

Pues vamos a ello. Aproveche para zurrarle si quiere. Puede usted elegir. El 'caso Ábalos', el 'caso Delcy', el 'caso Begoña', el 'caso hidrocarburos', el 'caso hermano', el 'caso Errejón'... ¿Usted es de los que pide la dimisión de Sánchez o se va a esperar a lo que digan los jueces?

Yo creo que Sánchez, siguiendo su propia doctrina, y lo que él exigió cuando llegó al poder a través de una moción de censura, demuestra una vez más que no tiene palabra. Ha hecho toda una carrera basada en la limpieza y en la ética pública y, cuando ha llegado la hora de la verdad, ha demostrado en primera persona y en su entorno más cercano que los valores de limpieza, transparencia y altura política que él preconizaba eran todos mentira.

La carrera política de Sánchez está marcada por la mentira. Lo que le caracteriza fundamentalmente es que da igual que hablemos de corrupción o de problemas estructurales de este país. Sánchez ha mentido o ha cambiado de opinión, como él dice.

Pero en este caso, por lo que dice, no es tanto que ahora esté engañando, mintiendo o montando una nueva realidad alrededor de aquello que pasó para que aquello que pasó parezca que no pasó, sino que de hecho pasó. Es decir, si le he entendido bien, presidente, que el problema está en que todo aquel discurso de limpieza y de ética era mentira porque desde el principio Ábalos hacía lo que hacía, porque desde el principio su señora hacía lo que hacía, porque desde el principio Errejón era una cosa aunque pretendía ser otra. ¿Es eso?

Y porque tiene toda la pinta de que él lo sabía y lo tapó. Tiene toda la pinta de que él sabe qué es lo que ha hecho Ábalos. No es que él no haya cumplido con su palabra de limpieza. Es que, cuando se ha enterado de las corruptelas que había alrededor de Ábalos, se ha preocupado de taparlas y esconderlas, intentando que no le salpicaran apartándole del Gobierno.

Pero pasa lo mismo con su mujer. El tráfico de influencias no lo hace Begoña Gómez, sino la mujer del presidente del Gobierno. Si no lo fuera, no le cogerían el teléfono en Indra o en Google, no la recibirían en las universidades públicas, no habría hecho ningún máster como ha hecho ni tendría las relaciones que ha tenido con empresarios importantísimos de este país.

Azcón, durante la entrevista, en el Edificio Pignatelli.

Azcón, durante la entrevista, en el Edificio Pignatelli. Cristina Villarino

Usted es amigo de Carlos Mazón y las comunidades son fronterizas. Sea leal y, como buen amigo, dígale que es lo que ha hecho mal y cómo enmendarlo. ¿Usted dimitiría si le hubiera pasado una cosa como todas las que le han pasado a Carlos Mazón el 29 de octubre y los días siguientes?

Carlos Mazón ha hecho varias cosas. La primera es autocrítica. Si yo hubiera sido presidente de la Comunidad Valenciana hubiera pedido la declaración de emergencia nacional. En las Cortes de Aragón, hablando sobre esta cuestión, he pedido que hagamos simulacros de emergencia nacional.

Creo que decir ahora que hubiera pedido la emergencia nacional también quizás sea un poco ventajista, porque opinar a toro pasado evidentemente no es estar en el momento de la crisis. Creo que hoy Mazón, si volviera a ocurrir lo que ocurrió, pediría la emergencia nacional.

Nadie tiene dudas de que esto es una emergencia nacional. La primera vez que a mí me preguntaron sobre esta cuestión dije que yo sabía perfectamente que lo era. ¿Por qué? Porque había casi 300 aragoneses trabajando en Valencia.

Nunca en la historia un contingente de ayuda como el que hemos puesto en funcionamiento ha ido a una comunidad autónoma hermana como es la de Valencia. Evidentemente, ¿quién tiene miles de policías y guardias civiles que se está viendo que eran absolutamente necesarios? El Gobierno de España. ¿Quién tiene miles de soldados? El Gobierno de España. Es evidente que esto era una emergencia nacional.

¿Por qué Mazón no pidió entonces que la declararan? Ahora que ya ha pasado el tiempo y supongo que habrá llegado a otra conclusión...

Este es un debate de política ficción sobre lo que podría haber sido y no fue que va a ayudar poco a los valencianos. Yo lo que sí sé, porque lo he hablado con el presidente Mazón, es que a mí el único que me ha llamado para decirme que necesitaban ayuda para los valencianos es él. Me llamó desde el principio.

Y es verdad que la comunidad autónoma de Aragón respondió a esa petición de una forma extraordinariamente ejemplar. No me han llamado los ministerios ni la Moncloa para decirme que había que ir a ayudar a Valencia.

"Tiene que hacerse una reflexión muy profunda sobre los sistemas de alarma, sobre las alertas y sobre cómo se comunican las distintas administraciones"

¿Y en qué cree usted que ha fallado el Gobierno central? A lo mejor son tantas cosas que hace falta elegir solo tres.

El Gobierno central tiene que cambiar absolutamente la política del Ministerio de Transición Ecológica. Hay que empezar a limpiar los cauces de los ríos y hacer obras de infraestructura hidráulica. En Aragón lo sabemos bien, llevamos años y años diciéndolo porque hemos sufrido las inundaciones del río Ebro.

Hemos tenido inundaciones importantes en 2015, 2018 y 2021. Por lo tanto, el Ministerio tiene que cambiar esas políticas que impiden limpiar los cauces de los ríos y apostar por embalses que laminen las crecidas.

En Aragón, Yesa lleva 23 años construyéndose. Se tenía que haber hecho en cinco. Y para que nos modifiquen un problema que hay ahora, el modificado número 4, llevamos varios años con las obras paradas.

El Ministerio, el escenario más optimista que plantea, y no se lo cree nadie, es que las obras acaben en el 2027. Y Yesa, en nuestra comunidad autónoma, tiene una importancia extraordinaria para el campo, pero también para las riadas que hemos sufrido y que, por desgracia, vamos a volver a sufrir. Si no limpiamos cauces y no hacemos infraestructuras de obra hidráulica pensando que lo más importante son las personas volveremos a ver dramas y catástrofes fruto del cambio climático.

Por otra parte, es evidente que tiene que hacerse una reflexión muy profunda sobre los sistemas de alarma, sobre las alertas y sobre cómo se comunican las distintas administraciones. Creo que los datos de la Confederación Hidrográfica del Júcar y ese correo electrónico que se manda esa misma tarde… Me parece que hay un amplio margen de mejora, por ser benévolos.

¿Haría falta crear una entidad independiente por encima de todas y despolitizada como ha propuesto Page basándose en el modelo americano?

La reflexión tiene que ser profunda y fundamentalmente técnica. En las Cortes de Aragón he querido abrir ese debate y he anunciado que vamos a pedir simulacros de emergencia nacional en Aragón. Ya se celebró uno en el año 2019, pero estamos en 2024.

Ese se centró en nevadas copiosas, pero para acontecimientos de mayor repercusión nunca se ha declarado la emergencia nacional. Creo que tiene que haber toda una reflexión sobre los medios que tenemos las comunidades autónomas y los que posee el Estado para actuar en emergencias y catástrofes.

Es inevitable hablar del coste político que va a tener la tragedia de Valencia, aunque fundamentalmente es eso, una tragedia, era imprevisible. Ni siquiera la última previsión de la Aemet acertó. Se quedó cuatro veces por debajo de la cantidad de lluvia. ¿Cree que a Sánchez esto le va a pasar factura?

Le va a pasar factura a toda la sociedad valenciana y a toda la sociedad española. En Aragón estamos muy preocupados de cuál va a ser el impacto que va a tener en Teruel. Hay relaciones económicas directas, muchísimos valencianos vienen al Matarraña a hacer turismo y creemos que va a tener un impacto negativo también en nuestra Comunidad.

¿Pero en lo político? Al final, una vez que ha pasado lo que ha pasado, hay mucho debate alrededor.

Entiendo que todos los días tenemos que estar enjuiciando, pero creo que hay tres momentos y todavía falta el más importante. El día que ocurrió la catástrofe, el debate se centró en la gestión de la alarma. Estos días que estamos viviendo ahora corresponden a la gestión de la emergencia, pero hay que empezar la gestión de la reconstrucción. Y creo que el mayor impacto político va a estar en la reconstrucción.

Quien ha anunciado miles de millones de euros para solucionar los problemas de los valencianos ha sido el Gobierno de España. Y por lo tanto, si la reconstrucción se hace bien, los valencianos sacarán sus conclusiones. Si se hace mal, como hemos tenido oportunidad de ver en otras catástrofes, como el volcán de La Palma, tendrán un coste directo.

Una cosa es la opinión que puedas tener sobre la gestión de las emergencias o el que se hayan puesto más o menos medios a disposición. Pero ahora empieza una parte muy importante: la reconstrucción de Valencia. Y eso es lo que más va a marcar el recuerdo de la gente y, por tanto, el juicio político que se haga sobre esto.

Pero hay otra derivada, y es lo que pasó este martes en Bruselas con el bloqueo de la confirmación de Teresa Ribera como vicepresidenta primera de la Comisión Europea. ¿Puede serlo tras su proceder, tanto en la alarma como en la gestión de la emergencia?

Lo que ha demostrado Teresa Ribera es que para ella es más importante su sillón en Europa que la gestión de la crisis en Valencia, es evidente. Se ha borrado de todo lo que ha tenido que ver con la catástrofe de Valencia porque estaba pensando en su vicepresidencia europea.

Si pudiéramos analizar de verdad, objetivamente, el tiempo que la todavía vicepresidenta del Gobierno de España ha dedicado durante estos últimos días a Valencia o a la comparecencia necesaria antes de ser vicepresidenta de la Unión Europea, estoy convencido de que a ella lo que le ha preocupado es su vicepresidencia, no la catástrofe humanitaria de Valencia. Que cada uno saque sus conclusiones.

¿Usted ha repasado sus barrancos, sus ramblas, sus cauces, sus comunicaciones entre la Aemet y la Confederación Hidrográfica del Ebro, Protección Civil...?

Vamos a hacerlo, hay que revisar todo eso. No pueden pasar cosas como las que han ocurrido y que no nos preocupemos de revisar los planes de emergencia que tiene la comunidad autónoma, de evaluar los medios humanos y técnicos o de algunas cuestiones que tenemos pendientes como la creación del Consorcio Autonómico de Bomberos para mejorar la coordinación.

¿Usted es de los que piensan que si en la Comunidad Valenciana, donde se centró la catástrofe, hubiera gobernado otro partido, las cosas hubieran sido distintas?

Sinceramente, no. ¿Por qué? Porque la lógica no tiene que ver con los partidos sino con las prioridades. Para Sánchez, su prioridad es Sánchez, no el partido que gobierna en cada comunidad autónoma. Si en la Comunidad Valenciana hubiera gobernado el PSOE, le hubiera seguido preocupando su imagen como presidente del Gobierno, no su partido.

Muchas de las decisiones que se han tomado han tenido que ver con que no salpicara al Gobierno de España la gestión de la alarma, de la crisis o de la rehabilitación. A Sánchez lo que le interesa es siempre en primer lugar Sánchez, en segundo lugar, Sánchez y en tercer lugar, Sánchez.

Iberdrola y Repsol se llevan inversiones de España, las socimis amenazan con lo mismo... Su Gobierno está trayendo inversiones milmillonarias de multinacionales a Aragón. ¿Nadie le ha llamado para preguntarle qué está pasando en este país con los impuestazos y decirle que a lo mejor se tienen que ir o no llegar?

Hoy Aragón no es la comunidad autónoma que más inversiones está recibiendo en toda España, sino en Europa. Podemos terminar el año con 40.000 millones de euros si finalmente acaba anunciándose la gigafactoría de Stellantis.

Toda la inversión extranjera que vino a España en 2023 fueron 28.200 millones de euros. La mayor parte acabó en la Comunidad de Madrid. De esa inversión, a Aragón venían 100 millones. Este año anunciamos inversiones por 40.000 millones de euros. Dicho de otra forma, 400 años de inversión.

Es evidente que 2024 se recordará en Aragón como el año de la prosperidad porque va a cambiar la economía de esta Comunidad, que se caracteriza por tener algunos motores económicos ligados a la industria de la automoción y la logística… Vamos a poner en marcha uno nuevo que es el de la tecnología, los datos y la inteligencia artificial.

¿Eso con qué tiene que ver? Con muchas cosas. Pero evidentemente, a día de hoy hay algo que es diferencial: la energía. Aragón es una potencia desde el punto de vista de la producción renovable y eso es lo que están demandando esas empresas, que son grandes consumidores. Y por supuesto, con un Gobierno que trata de ayudar y tiene claro que cuando la gente viene a invertir, crear riqueza y puestos de trabajo acaba generando impuestos, y los impuestos hacen que podamos prestar servicios públicos de calidad.

Ha aprovechado usted la pregunta para hablar de su libro, pero la pregunta iba por el lado de las políticas del Gobierno de la nación subiendo impuestos y, sobre todo, subiéndolos a última hora y de una manera que da poca seguridad jurídica a cualquier empresa que invierte en un país. ¿Le han afectado a estas inversiones en algo? ¿Hay algún riesgo?

Estamos viendo cómo grandes empresas de energía de este país dicen que no van a poner en marcha determinados proyectos en España o que los pondrán y tomarán sus decisiones en otros con una fiscalidad más favorable. Yo fui el primer presidente de comunidad autónoma que dije que si se permitía que el impuesto de las eléctricas fuese distinto en País Vasco y Comunidad Valenciana que en el resto de España iríamos a los tribunales. Por supuesto que influye, porque hay un desincentivo a determinadas inversiones en las comunidades autónomas que estamos a la cabeza de la transformación energética de este país.

Azcón, en los jardines exteriores del Pignatelli.

Azcón, en los jardines exteriores del Pignatelli. Cristina Villarino

Hablando de temas fiscales, confíeme qué es lo que le va a decir a Salvador Illa cuando le vea en unos días en la Conferencia de Presidentes. Usted podrá celebrar que por fin vuelve un presidente catalán, pero a lo que va es a que le pongan el sello al concierto independentista, como usted le llama.

Lo que le voy a decir a Salvador Illa es lo que le voy a decir al presidente del Gobierno, y es que Aragón no es una comunidad autónoma de segunda, que es lo que quieren los actuales gobernantes de la Generalitat. No vamos a aceptar un sistema de financiación que nos perjudique como ha pactado el Partido Socialista de Cataluña con Esquerra Republicana. Hoy, el Gobierno de España perjudica a Aragón porque somos una comunidad despoblada.

A Aragón van a venir 87 millones de euros menos de transferencias del Estado porque tenemos problemas de despoblación. Y eso, pese a que crecemos por encima de la media de España. En 2023, que es con el año con el que se calcula la liquidación de lo que nos viene a las comunidades autónomas, lo hicimos al 2,7% y la media de las comunidades autónomas estuvo en el 2,5%.

Pagamos más impuestos a la caja común y aportando más, a Aragón vienen menos recursos. No es que dejemos de recibir más, sino que habiendo más dinero para repartir entre todos, a Aragón nos toca menos. Es incomprensible. Y esos agravios y privilegios son los que Illa con Pedro Sánchez quieren agrandar.

La posición de Javier Lambán de no aceptar decisiones de Pedro Sánchez, como la amnistía, a los condenados por procés o el mismo concierto catalán... ¿Amenaza una división en el PSOE de Aragón? ¿Le pone a usted más fácil las cosas? ¿Su horizonte político en esta tierra se despeja y puede ni siquiera hacer campaña electoral que ganará igual?

No, no. Es evidente que el PSOE de Aragón tiene un problema de profunda división, pero creo que los juicios que van a hacer los aragoneses no van a tener que ver tanto con la situación en la que se encuentra el PSOE, sino con la acción de Gobierno que desempeñemos en la Comunidad.

El PSOE tiene pendiente la sucesión de Javier Lambán como secretario general, conocemos qué es lo que piensan los secretarios generales de cada provincia, pero creo que lo importante, o lo que a mí me importaría, es que el PSOE en Aragón vote lo mismo que dice. Yo confío en que consigamos un gran acuerdo que ponga de manifiesto que lo que se trata de hacer en Cataluña nos perjudica a los aragoneses. He tratado de buscarlo pacientemente.

Eso le iba a decir, porque usted lleva hablando de esto un mes y pico...

No me importa que no vaya todo lo rápido que yo querría si somos capaces de conseguirlo y si no lo somos habrá un debate político distinto, pero mientras podamos hacerlo, yo voy a seguir buscándolo.