Uno de los acusados del juicio a Bárcenas previsto para el lunes comunica al tribunal que tiene Covid

La defensa del exgerente del PP Cristóbal Páez ha comunicado a la Sección Penal Segunda de la Audiencia Nacional que ha enfermado de Covid, por lo que se encuentra confinado en su domicilio.

En un escrito dirigido esta mañana a la Sala, Páez aporta un certificado de un hospital público en el que se le ha detectado la enfermedad del coronavirus.

La Sección Penal Segunda tiene señalado a partir del próximo lunes el juicio oral de una pieza relativa a los llamados papeles de Bárcenas relativa al presunto pago con la caja B del PP de las obras de reforma de la sede del partido en la calle Génova. También es objeto de acusación la entrega de 140.000 euros en dinero negro al extesorero Álvaro Lapuerta (fallecido en junio de 2018) para comprar acciones del medio Libertad Digital.

La Fiscalía Anticorrupción pide para Páez un total de un año y medio de cárcel como cómplice de un  delito continuado de falsedad en documento mercantil en concurso con delitos fiscales, ya que se habrían realizado certificaciones de obras no auténticas cuyo abono no fue tributado correctamente a Hacienda.

Según el escrito de acusación del Ministerio Público, Luis Bárcenas y Álvaro de Lapuerta -tesorero del PP anterior a Bárcenas- "propusieron a Gonzalo Urquijo [dueño de la empresa Unifica] realizar parte del pago de la reforma de la sede del PP con el dinero existente en la caja B, lo que así se hizo. De estos hechos tenía conocimiento Cristóbal Páez".

La finalidad perseguida, según el fiscal, era "dar salida" a los fondos opacos procedentes de donaciones de empresarios y obtener, además, un descuento del 8% o 10% en la parte de obra satisfecha con los mismos como reparto del ahorro fiscal "que ambas partes obtenían al ocultarlos a la Hacienda Pública".

La enfermedad de Páez puede poner en riego la celebración del juicio en las fechas previstas. Fuentes jurídicas indicaron que la garantía del derecho de defensa exige que el acusado tenga la posibilidad de una comunicación efectiva con su abogado, lo que es imposible si el letrado está en la sala y el acusado, confinado.