La Justicia tacha de "poco ortodoxo" el origen del 'caso Villarejo' pero no ve un complot Fiscalía-CNI

La resolución subraya que "no puede afirmarse" que la Fiscalía Anticorrupción "haya actuado como un mero instrumento del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) o de la Policía".

La animadversión de Villarejo hacia el CNI ha sido pública y notoria desde que fue detenido por la Unidad de Asuntos Internos (UAI) en 2017.

La denuncia que dio origen a su arresto fue presentada, de hecho, por el autodenominado colaborador del CNI David Rodríguez Vidal, gracias a documentación aportada por el empresario Francisco Menéndez. Aparecía firmada, no obstante, a nombre de una mujer ficticia, Asunción Mba.

La defensa de Villarejo siempre ha cuestionado este proceder. Ahora bien, la sentencia de la Sala de Apelación, conocida este martes, critica que "el método utilizado para conseguir información que permitiese obtener suficientes indicios de la comisión de delitos, sin perjuicio de lo que pueda resultar posteriormente una vez sean enjuiciados, no es muy ortodoxo o fino". Y así sucedió con la sentencia que dio origen al caso Villarejo.

[La Fiscalía insiste en que también se condene por cohecho al excomisario Villarejo]

Ahora bien, la misma resolución, a renglón seguido, expone que "no consta que se hayan vulnerado derechos fundamentales de los acusados [entre ellos, Villarejo] en esa fase de la investigación".

"Forma parte de la práctica policial, como muy bien sabe el señor Villarejo por su experiencia como policía y por haber llevado a cabo labores encubiertas, (...) valerse de informaciones, confidentes, subterfugios, e infinidad de procedimientos ocultos, en ocasiones inimaginables, para obtener indicios suficientes de la preparación o comisión de delitos y con el fin de, una vez constatados, poder elaborar los correspondientes atestados y judicializar la investigación, requiriendo, ahora sí, de las pertinentes autorizaciones judiciales para llevar a cabo aquellas diligencias que supongan una intromisión en los derechos fundamentales de los ciudadanos", expone la Sala de Apelación, en la sentencia que anula la condena de 19 años a Villarejo por el primer juicio del caso al que da nombre.

"Por el hecho de valerse de tretas, atajos, añagazas o subterfugios, en la obtención de la notitia criminis no queda invalidada la prueba obtenida posteriormente en el procedimiento judicial si ésta, como tal, reúne todos los requisitos constitucional y legalmente exigibles", añaden los jueces José Ramón Navarro, presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón González Clavijo y Eloy Velasco.

Datos ilícitamente obtenidos

El tribunal señala que, al inicio de la investigación, "más allá de la burda presentación de la denuncia anónima, constan datos lícitamente obtenidos, aun valiéndose de tretas".

Tal y como informó este martes EL ESPAÑOL, la Sala de Apelación de la Audiencia Nacional anuló la primera condena de cárcel impuesta a Villarejo y ordenó al mismo tribunal que elabore una nueva sentencia tras analizar todas las pruebas. Aquel primer fallo descartaba el delito de cohecho, que la Fiscalía Anticorrupción sí pretende atribuir al excomisario.

Por ello, el Ministerio Público recurrió, para tratar de incluir este ilícito. También, el comisario, para buscar su absolución.

En el escrito firmado por el abogado del excomisario, recuerda la Sala de Apelación, "se alude reiteradamente (...) a las supuestas maniobras entre el Centro Nacional de Inteligencia y la Fiscalía Anticorrupción para formular una querella con ocultación de esas tretas o argucias".

"Es cierto que, como hemos dicho, se había obtenido por medios policiales determinada información previa que permitía sospechar de la realización de actividades ilícitas por el señor Villarejo a través de sus sociedades, pero, insistimos, la ocultación de fuentes de información o las patentes irregularidades en la forma de presentación de la denuncia no implican ni una manipulación, por otra parte inaceptable, de la Fiscalía por parte del Centro Nacional de Inteligencia", insisten los magistrados.

En efecto, el propio David Rodríguez Vidal ha reconocido ser el autor de la denuncia, aparentemente anónima, que dio origen al caso Villarejo. Aquel documento, alertaba sobre la actividad del entonces comisario del Aeropuerto de Barajas, que recibía regalos por dejar entrar en España a altos cargos de la petrolera estatal guineana, Gepetrol. Francisco Menéndez trabajaba para ellos y aportó parte de la documentación que se anexionó a la denuncia.