Hallan la mayor fosa común de víctimas de la peste negra en Europa: más de 1.500 esqueletos
El enterramiento masivo se compone de ocho fosas y se localiza en Núremberg, Alemania. Los cadáveres han sido datados entre los siglos XV y XVII.
13 marzo, 2024 12:34Un proyecto inmobiliario planteaba construir una serie de edificios de apartamentos en uno de los distritos del centro de la ciudad bávara de Núremberg, en Alemania. Cómo se sospechaba la existencia de restos arqueológicos se realizó una prospección para estudiar el lugar. Pensaban encontrar las ruinas de algún antiguo fuerte datado en la contienda que señaló el fin de los Tercios españoles. Los investigadores encontraron los vestigios de aquella estructura construida en la guerra de los Treinta Años (1618-1648), pero estaban acompañados de ocho inmensas fosas comunes repletas de esqueletos.
En las tres fosas que se han excavado por completo los arqueólogos han contabilizado los cadáveres de más de 1.500 personas que murieron entre terribles fiebres y delirios producidos por la infame y temible peste negra. Otras cuatro fosas serán excavadas en las próximas semanas. "Hasta donde sabemos, este lugar es el entierro masivo, excavado científicamente, más grande en Alemania y, con el número estimado de cuerpos, posiblemente el mayor de Europa", ha explicado en un comunicado la empresa arqueológica In Terra Veritas, responsable de la excavación.
Además del tétrico descubrimiento, datado por radiocarbono entre los siglos XV y XVII, otro elemento que intrigó a los investigadores fue el extraño color verdoso de algunas de las calavereas y esqueletos del sitio. Cerca del yacimiento, se establecieron varias industrias metalúrgicas, como fundiciones, que a lo largo de los siglos fueron creando depósitos de óxido de cobre que tiñó de verde la arena del lugar y algunos huesos de las fosas.
"Desde una perspectiva arqueológica, estos entierros nos dan la posibilidad de echar una mirada profunda a la sociedad de Núremberg en los albores de la Ilustración. Los muertos nos dan una muestra representativa de la sociedad en la era anterior a la guerra de los Treinta Años y en su apogeo. Con cuerpos de hombres y mujeres por igual, bebés, niños pequeños, adolescentes y adultos podemos examinar el estado de salud general y la estructura de edad de la ciudad", se detalla en el comunicado.
Las fosas
Nacida en algún punto de Asia, la peste negra atemorizó el mundo en varias oleadas. Una de las más letales, ocurrida en el siglo XIV, atravesó las estepas de Eurasia gracias a la mejora de las rutas comerciales de la Horda de Oro y se extendió por todo el Mediterráneo sembrando la muerte y la desesperación. Se estima que pudo acabar con hasta un tercio de la población europea del momento. Aquella enfermedad que no tenía cura siguió sacudiendo el continente en decenas de oleadas a lo largo de los siglos siguientes.
Entrada la Edad Moderna, la ciudad de Núremberg registró tres importantes brotes de peste entre los siglos XVI y XVII que acabaron con la vida de unos 5.000 infectados en 1533, 10.000 en 1563 y 15.000 en 1634. La última epidemia se registró entrado el siglo XVIII. Con el objetivo de controlar contagios se establecieron centros de cuarentena fuera de las murallas, pero la avalancha de cadáveres imposibilitó que fueran enterrados en cementerios adecuados.
Las autoridades, como medida de emergencia, decidieron excavar estas fosas comunes cerca de los cementerios; de hecho, el cementerio de san Esteban se encuentra a tan solo 200 metros del lugar de las excavaciones.
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Estas fosas halladas en Núremberg se pueden dividir en dos grupos. Uno de ellos está ubicado bajo una capa de tierra formada por arena de color marrón oscura. Esta tierra parece ser la misma que fue utilizada en la construcción de la fortificación datada en 1634 por lo que el entierro ocurrió antes de esta fecha. El otro grupo de tumbas se encuentra por encima de este nivel estratigráfico y sería más reciente en el tiempo.
En 1943, en plena II Guerra Mundial, la ciudad en la que los nazis ocultaron la famosa lanza de Longinos sufrió más de ocho bombardeos masivos por parte de los Aliados. En agosto del mismo año, la Real Fuerza Aérea Británica arrojó más de 1.500 toneladas de explosivos y artefactos incendiarios en una operación que duró apenas 45 minutos. Alguno de estos siniestros proyectiles lanzados a la ciudad impactaron cerca de la mitad occidental de la fosa 3 y su honda expansiva trituró una gran cantidad de esqueletos dejando miles de fragmentos sin identificar de personas que no pudieron descansar en paz.