El desarrollo de aplicaciones para utilizar las funciones de las redes LTE 3/4G ha sido una tarea difícil, limitada por el complejo acceso a los servicios y características de la red. Todos conocemos aplicaciones como Uber, que utilizan funciones de red como la geolocalización y los servicios de notificación de eventos.
Con la llegada de las redes 5G, que tienen arquitecturas abiertas, ahora es posible procesar y exponer la mayor parte de las funciones de red, si no todas, poniéndolas a disposición de los desarrolladores de aplicaciones a través de las API, para crear una amplia gama de nuevos y emocionantes servicios generadores de valor, como Uber, pero mejor.
Para sostener y asegurar el crecimiento de los ingresos en el futuro, todos los proveedores de redes tendrán que transformarse rápidamente para ir más allá de la simple venta de conectividad y ofrecer una plataforma de aplicaciones de red abierta que permita a los clientes empresariales desarrollar y conectar rápida y fácilmente aplicaciones a las funciones y características de la red, para aprovechar las oportunidades sostenibles de mercado y de generación de ingresos.
Este concepto de aplicación de red abierta reúne y expone las funciones más potentes de las redes 5G en un marco de ecosistema Dev/Ops para aprovechar la configuración y el control del acceso a la red, desde el instanciamiento, la y las redes privadas inalámbricas, hasta la computación en el borde de la red, la IA/ML (inteligencia artificial, aprendizaje automático) y los sensores IoT.
Se trata de un concepto validado en el mundo Web 2.0, que ahora está disponible para aprovechar plenamente las funciones de red y la infraestructura dentro de las aplicaciones para ofrecer nuevos casos de uso como la realidad virtual y aumentada (VR/AR), robótica y servicios inteligentes conscientes de la situación para todos los sectores verticales de la industria.
Hasta el 5G, las redes y las funciones no eran abiertas ni fácilmente accesibles, lo que dificultaba la exposición o la llamada de estas potentes funciones desde las aplicaciones operativas o de negocio. Las aplicaciones, ya sean accesibles desde redes fijas o inalámbricas, siempre han sido diseñadas específicamente con la red de acceso en mente, y como tal estaban limitadas y no eran fácilmente transportables y accesibles desde otros tipos de red.
Las redes siempre se diseñaron y construyeron para ofrecer nuevas capacidades de conectividad y ancho de banda, y las aplicaciones y los casos de uso se construyeron entonces sobre la base del diseño de la red. Esto es lo contrario de la forma en que se construye la mayoría de las infraestructuras, donde las aplicaciones y los casos de uso se definen primero, y luego se diseña la solución en torno a las limitaciones del diseño de la red y su propósito.
El potencial de generación de valor de las redes 5G no se encuentra únicamente en las nuevas funciones de red como el slicing (instanciamiento de red), las velocidades de banda ancha masiva, el IoT de banda estrecha, los núcleos convergentes o las redes privadas, sino en los nuevos estándares de arquitectura abierta para el núcleo y la red de acceso radio (RAN).
Las redes 5G están diseñadas y construidas para ser abiertas, extensibles y consumibles, lo que permite a los operadores tener pleno acceso y control de las funciones y los datos de la red, así como personalizarla de forma dinámica en tiempo real, lo que potenciará nuevas capacidades de aplicación de alto valor.
Esta arquitectura abierta de las redes 5G nativas de la nube y programables está permitiendo que las redes se conviertan en productos básicos de otras maneras, con lo que los CSP pueden vender el acceso a las funciones y características de la red en forma de 'redes neutrales', 'red como servicio', o 'red como código', que permite a los clientes empresariales diseñar y desplegar sus propias soluciones y servicios en las redes 5G (públicas o privadas, o híbridas) de forma rápida, rentable y sencilla, al tiempo que aseguran, garantizan y monetizan sus experiencias diferenciadoras.
Las nuevas aplicaciones pueden diferenciarse y crear nuevas fuentes de ingresos, aprovechando la red para servicios individuales, permitiendo que las diferentes características de la red, como la latencia ultrabaja, el gran ancho de banda y los casos de uso de instanciamiento de red, tengan diferentes precios, reglas de tarificación y acuerdos de nivel de servicio.
Por ejemplo, una aplicación que gestione un dispositivo de detección remota, como un dron, podría cambiar automáticamente a una instancia de red prioritaria cuando detecte un evento potencialmente preocupante, como un incendio u otra emergencia, y entonces instruir a la red para que cambie su experiencia en latencia y ancho de banda a grado industrial, lo que resulta en un incremento dinámico de las oportunidades de creación de valor.
Los CSP y los MSO están preparados para replicar el poder del modelo de desarrollo abierto de internet que dio lugar a sorprendentes aplicaciones no previstas como Facebook, Twitter, eBay, Amazon, Uber, etc.
Dado que las arquitecturas de la red 5G son ahora abiertas y nativas en la nube, desacopladas en microservicios y disponibles en un modelo SW como servicio (SaaS), y accesibles a través de API abiertas, se han eliminado las complejidades necesarias para crear aplicaciones que puedan aprovechar la potencia de la red. Las nuevas funciones y características de la red 5G que, si se ponen a disposición de los desarrolladores de aplicaciones, podrían permitir una amplia gama de nuevas aplicaciones para que los operadores de redes 5G puedan monetizar a los clientes empresariales.
La llamada a las funciones de red desde las aplicaciones puede mejorarse aún más utilizando el enfoque NaC (Network-as-Code, red como código), que es una nueva forma de abstraer la complejidad de las redes y sus operaciones, exponiendo las capacidades 'listas para el caso de uso' a través de métodos programables simplificados, como las API empresariales y los SDK.
Así, las redes de telecomunicaciones del futuro próximo evolucionarán para permitir la creación de nuevas aplicaciones de valor distribuidas que utilicen las redes de maneras imprevisibles para los diseñadores e ingenieros de redes.
*** Fernando Rionegro es Head of CNS para Telefónica y el Sur de Europa.