En los últimos años, hemos sido testigos de cómo las grandes firmas tecnológicas de Estados Unidos han incursionado en el mundo de las finanzas de la mano de ambiciosas tarjetas de crédito.
Es el caso de Apple, que colaboró con la firma Goldman Sachs para lanzar una tarjeta de crédito que ya cuenta con 14 millones de usuarios en todo el país.
Sin embargo, no todo lo que reluce es oro. El trato ha resultado ser un fiasco para Goldman Sachs, ya que el producto no genera los beneficios esperados. Es más, el acuerdo con Apple podría hacer que la firma financiera estuviera perdiendo dinero. Está previsto que ambas partes pongan fin a esta relación en los próximos meses.
Mientras tanto, la fiebre por las tarjetas de crédito en Estados Unidos continúa. Se trata de un fenómeno un tanto extraño para los europeos, pero en el país norteamericano se juega de diferente manera.
Cada residente del país cuenta con un crédito que va sumando puntos a medida que realiza pagos de facturas a tiempo o va abonando todos los meses a un préstamo o hipoteca. A medida que la puntuación del crédito asciende con un buen comportamiento financiero, se expanden los límites de las tarjetas de crédito y se puede aspirar a adquirir tarjetas “premium”. Éstas son conocidas por su alto retorno en puntos, lo cual hace que su gasto anual resulte beneficioso para el usuario, siempre y cuando todas las deudas sean saldadas a tiempo.
Por regla general, aquellos que más conocen y estudian los entresijos de las tarjetas de crédito, más beneficios obtienen de ellas. Es algo bueno para el consumidor y no tanto para las firmas financieras que emiten las tarjetas.
En el mundo de las tarjetas de crédito faltaba por incluir un pequeño detalle: poder pagar el alquiler a través de este método de pago.
Bilt Rewards, una startup fundada en Nueva York en 2021, supo cómo explotar este nicho de mercado. En apenas tres años, la compañía ha logrado captar más de 413 millones de dólares y ha superado la valoración de los 1.000 millones de dólares, convirtiéndola en un “joven unicornio”.
Su fundador, Ankur Jain, se ha hecho famoso no solo por sus hitos de captación de capital, sino también por su lujosa boda en Egipto que se volvió viral el mes pasado en TikTok. Un acontecimiento personal, retransmitido en la cuenta de TikTok de la novia, que ha puesto el foco en el fundador de Bilt Awards.
Hace apenas dos semanas, el periódico estadounidense Wall Street Journal publicaba, en exclusiva, una información que ponía en duda el modelo de negocio de la startup. Según el medio, Bilt Rewards firmó un trato con el banco Wells Fargo para lanzar la tarjeta de crédito al mercado en el año 2022.
La oferta de poder pagar el alquiler sin incurrir en costos adicionales hizo que el producto tuviera una buena recepción. En sus primeros 18 meses de vida, más de un millón de usuarios activaron sus nuevas tarjetas.
La mayoría de los consumidores de la tarjeta de Bilt Rewards y Wells Fargo son millennials, un grupo demográfico que, al parecer, está más familiarizado que nunca con los secretos de las tarjetas de crédito.
Las entidades bancarias están acostumbradas a generar beneficios cada vez que un cliente acumula saldo en las tarjetas y no pagan a tiempo. No obstante, la mayoría de los usuarios de Bilt Rewards parecen ser conscientes de esto y estarían pagando sus saldos a tiempo, lo cual estaría generando una pérdida de 10 millones de dólares al mes a Wells Fargo.
Las cuentas no cuadran para una entidad bancaria que aspiraba a expandir su negocio dentro del sector de las tarjetas de crédito. El banco habría subestimado a los usuarios de Bilt Rewards.
La buena noticia para la startup es que el contrato entre ambas empresas no vence hasta 2029, por lo que Wells Fargo se encuentra entre la espada y la pared.
Aunque esta historia aún no tenga un desenlace definido, nos recuerda el auge de otras startups en el pasado cuyas cuentas tampoco llegaron a cuadrar.