Uno de los signos de la actual revolución tecnológica es que las mismas empresas que están sometiendo al mercado a una revisión a fondo de sus organizaciones y modelos de negocio se ven asediadas a su vez por la energía transformadora que ellas mismas originan, obligadas a reestructuraciones, giros de timón y bruscos redimensionamientos. Han sido notorios los cambios experimentados en el seno de gigantes como Microsoft, IBM o Intel en el transcurso de los últimos años. Apple acaba de presentar los contundentes datos de cifra de negocio de su tercer trimestre fiscal que le han permitido consumar el hace tiempo previsible hito de convertirse en la primera compañía en alcanzar el billón de dólares de valoración bursátil. Un 18% de su negocio proviene ya del área de servicios (Apple Pay y Apple Store), cuyo crecimiento del 31% compensa el estancamiento de algunos dispositivos. Nada es permanente en la industria tecnológica.

No obstante, por su profundidad y alcance, por el valor icónico que les otorga su larga trayectoria de décadas surfeando el turbulento Cabo de Hornos que enlaza la economía tradicional y la nueva de base tecnológica, en este proceso de permanente estado de metamorfosis que parece afectar a las compañías que aspiran al liderazgo global, resulta significativo el proceso emprendido por General Electric, primero, y desde hace unos días por Siemens. Ambas han optado, en tiempos de concentración de negocio para alimentar sinergias, por un particular big bang que separará sus líneas de actividad. ¿Cuál es la explicación, más allá de la pura mecánica económica interna de estos enormes conglomerados? ¿No era la integración de procesos la clave de la eficiencia? Ciertamente estos tiempos no dejan margen para la relajación.

Siemens acaba de comunicar al mercado su estrategia Vision 2020+ que alumbrará tres compañías operativas y tres estratégicas a partir del próximo 1 de octubre, con el objetivo de tener completada la transformación en marzo de 2019. Las actuales divisiones de Tecnologías de Construcción, Gestión Energética, Gas y Electricidad, Factoría Digital y gran parte de Procesos Industriales se combinarán y formarán tres nuevas compañías operativas: Gas y Electricidad, Industrias Digitales e Infraestructuras Inteligentes. Las compañías estratégicas serán Siemens Healthineers, Siemens Gamesa Renewable Energy y la resultante de la fusión con Alstom, que aglutinará todas las actividades de movilidad.

Como viene siendo habitual en el caso del gigante alemán, este movimiento mira de reojo a la reestructuración anunciada en noviembre pasado por General Electric, con severo castigo del mercado hasta provocar su salida del índice Dow Jones de Industriales el pasado 26 de junio, aunque su puesta en marcha este mes ha logrado reconciliarla con buena parte de los inversores. La compañía que lidera John Flannery escindirá en los próximos meses su división de atención médica (con un imaginativo proceso de entrega del 80% participaciones a los accionistas y venta del 20% restante) y centrará la actividad gerencial en los negocios principales de generación de energía, aviación y energías renovables, donde aplicará un severo ajuste de 12.000 empleos.

General Electric tendrá que convencer aún al mercado, pero el giro estratégico de Siemens ya ha generado expectación y se contempla como una avanzadilla de lo que le espera a otras compañías similares. Las nuevas empresas (¿y las regiones geográficas, esa es una de las cuestiones claves a desentrañar los próximos meses?) ganan autonomía y proporcionarán una atención específica a sus clientes, mientras que la división central asumirá un rol de… ¿reequilibrio y coordinación? Eensaje del equipo comandado por Joe Kaeser al resto de la economía incide aparentemente en que las sinergias que proporcionan las nuevas tecnologías desde el punto de vista operativo y de diseño de producto no siempre redundan en beneficio de la cuenta de explotación de la propia empresa, pero sobre todo pueden ser un obstáculo al desarrollo de negocio y a la innovación interna. Acabáramos. ¿Son acaso un factor limitante? "El objetivo principal de la estrategia de la compañía Vision 2020+ es ofrecer a las empresas individuales una libertad empresarial significativamente mayor bajo la marca fuerte de Siemens con el fin de agudizar su enfoque en sus respectivos mercados", afirma el comunicado oficial. Junto a esto, el compromiso con la integración de servicios del Internet de las Cosas, la gestión de la energía distribuida y la movilidad eléctrica. Habrá que revisar muchos conceptos preconcebidos entonces. Un cerebro global, muchas identidades autónomas e independientes. Un big bang en toda regla.