Ludovic Subran, economista jefe de Allianz, durante su entrevista con EL ESPAÑOL.

Ludovic Subran, economista jefe de Allianz, durante su entrevista con EL ESPAÑOL. Sara Fernández.

Economía

Subran (Allianz): “La UE debe evitar que el choque entre EEUU y China le afecte tanto como el de Rusia”

El economista jefe de Allianz, la mayor gestora del mundo, es un convencido de que Europa debe independizarse de Estados Unidos y el gigante asiático. 

9 junio, 2024 02:57

Ludovic Subran (Tonneins, Francia, 1981) es el economista jefe de Allianz, la mayor gestora de activos del mundo. Ha estado en Madrid en los días previos a las elecciones europeas de este domingo. Unos comicios que le preocupan, pues nos dirigimos hacia “menos Europa cuando lo que necesitamos es más Europa”. 

Recibe a EL ESPAÑOL en las oficinas de Allianz minutos antes de un encuentro con parte del equipo en España. Lo hace tranquilo y con las ideas claras: “se necesita más autonomía estratégica” porque la Unión Europea “necesita independizarse de Estados Unidos y China”. 

Firme defensor de las políticas a favor de la transición energética, Sucran insiste en que no sólo no hay que parar si no que “hay que acelerar”. Eso sí, buscando modelos que permitan que la población no rechace las políticas que se implementan. 

¿Cuáles son sus previsiones económicas de cara a los próximos meses?

Vemos crecimiento en Estados Unidos, en Reino Unido y en la Unión Europea. En 2024 esperamos un alza del 1% para el conjunto de los 27. No es mucho, pero también estimamos que la inflación llegue al entorno del dos y pico por ciento. 

Hay que tener en cuenta que en Europa no hemos tenido tanto apoyo público como en Estados Unidos para superar la economía de ‘choque’ tras la Covid y la guerra de Ucrania. Creo que la segunda mitad del año va a ser mejor. La renta disponible de las familias va a ser positiva si continúa la subida de los salarios por encima de la inflación. 

En 2024 esperamos un alza del 1% para el conjunto de los 27

No es que tenga una visión súper positiva, pero sí estoy más satisfecho que el sentir general de la gente. 

¿Por qué el ciudadano cree que las cosas van muy mal? 

Por el golpe que ha supuesto el aumento de la inflación, cercano al 10% y que parece que va quedando atrás. La gente percibe que en este tiempo se ha empobrecido. Es una cuestión de redistribución de la riqueza. 

Para recuperar el nivel de compra de hace dos años vamos a necesitar que pasen cuatro más. Eso es lo que hace complejo cambiar la imagen que tiene la gente en su cabeza; sobre todo si no se controla la guerra comercial, la competitividad, la productividad, etc. 

Empatizo con los hogares. Pero estamos en una economía de guerra. Y no veo que la gente perciba eso. Hay una guerra contra el cambio climático y no veo que estemos dispuestos a hacer pagar al ciudadano lo que cuesta hacer eso. Tenemos una situación geopolítica muy tensa, y no parece que la población sea consciente del choque que supone el proteccionismo americano o el planteamiento de crecimiento chino. 

El Banco Central se ha adelantado por primera vez a la Reserva Federal en la rebaja de tipos, ¿acierta en su estrategia? 

Ludovic Subran, economista jefe de Allianz, durante la entrevista con EL ESPAÑOL.

Ludovic Subran, economista jefe de Allianz, durante la entrevista con EL ESPAÑOL. Sara Fernández.

El Banco Central Europeo se ha adelantado, pero esperemos que no demasiado a la Reserva Federal. No podemos estar en un ciclo de normalización de la política monetaria sin que los Estados Unidos también lo esté. Tendría un coste enorme en términos de tipos de interés, tipos de cambio, de tasa real de crecimiento… También para los flujos de inversión. 

Si la FED no consigue bajarlos (sobre todo si gana Donald Trump las elecciones) los rendimientos reales en Europa van a ser muy negativos, y el riesgo es que la inversión se vaya hacia los Estados Unidos. Además, hay que manejar la volatilidad de la inflación de una manera menos cortoplacista de lo que se ha venido haciendo. Porque estamos más expuestos a inflación importada que Estados Unidos por la dependencia que tenemos de tercera potencias. 

La economía europea es mucho más abierta. Por eso puede ocurrir que tengas 12 meses seguidos de inflación por encima del objetivo, pero lo importante es que los banqueros centrales no se asusten y traten de no volver a subir tipos. 

¿Por qué cree que la FED tendrá más difícil rebajar las tasas de interés si gana Trump? 

Entre las tarifas aduaneras, el compromiso de deportar a 7,7 millones de personas y su enemistad con la FED, Donald Trump se lo puede poner muy difícil al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. El candidato Republicano es un inmobiliario y, por tanto, sólo concibe tipos bajos.  

Si sólo hace lo que hizo en 2017, un choque fiscal bastante fuerte, el dólar va a crecer y el mercado también lo hará. Habrá inflación monetaria por las condiciones de liquidez positivas. 

No podemos estar en un ciclo de normalización de la política monetaria sin que los Estados Unidos también lo esté.

Ahora bien, lo que Trump propone es una inflación importada por la subida de los aranceles aduaneros, y también un tema de estabilización de la financiación. Eso me suena más inflacionista que lo propuesto por Biden. 

Él también aboga por los aranceles, pero los impone por razones políticas, y no van a tener impacto en los precios. Si Trump pone un 10% a todas las importaciones, sí lo va a tener.  Ese es el tema más importante de la política monetaria de Estados Unidos:  manejar los tiempos que quedan de aquí a las elecciones sin que les acusen de estar con uno u otro candidato. 

Este domingo se celebran elecciones al Parlamento Europeo. Los sondeos hablan de un fuerte avance de la ultraderecha, ¿qué consecuencias puede tener para la política europea si se confirman los augurios? 

El efecto va a ser el rechazo a políticas que apuesten por cambios que necesitamos urgentemente. Si la ultraderecha gana peso en el Parlamento Europeo quiere decir que en los trílogos habrá jefes de comisiones que pertenecerán a esas ideas. Entonces se demorarán muchas leyes que son necesarias. Perderemos el tiempo en grandes decisiones en competitividad industrial, política de envejecimiento, lucha contra el cambio climático, etc. 

Los partidos de ultraderecha van a estar en contra de la diversificación y los acuerdos de libre comercio. Seguramente se frenará la unión de capitales, no se verá la utilidad de un mercado común de bonos… Vamos a ir hacia menos Europa cuando lo que necesitamos es más Europa para afrontar los problemas de competitividad. Por ejemplo, el peso de la electricidad en la eurozona es un 60% superior que en Estados Unidos, y eso nos lastra. 

Vamos a perder una década decisiva para lo verde, para la protección social, la mejora de la competitividad y la política industrial, la Defensa… en un momento en el que Estados Unidos y China aceleran. 

Ludovic Subran, economista jefe de Allianz, durante la entrevista con EL ESPAÑOL.

Ludovic Subran, economista jefe de Allianz, durante la entrevista con EL ESPAÑOL.

Lo que sí parece que hay es una cierta coincidencia por ralentizar la velocidad a la que Europa ha avanzado en la transición verde, de modo que se siga el camino pero mucho más lento. 

¡Hay que acelerar! Hay nuevas fórmulas de populismo climático. Existen partidos que no están en el poder que creen que lo más fácil es decir que se deje a la gente en paz y que se jodan. Pero eso es populismo. Si no hacemos nada, el coste para las clases más bajas va a ser mucho mayor. 

El coste del cambio climático para un niño durante su vida va a ser de 500.000 euros. Es lo que va a tener que pagar de más porque perderá el trabajo si vive en zonas calurosas; pagará más luz, más seguros, etc. Existe una falta de educación climática, pero el rechazo viene por el método y no por el objetivo. Los americanos ponen mucho más dinero que Europa. 

¿Cuál es la diferencia entre lo que ocurre a uno y otro lado del Atlántico? 

Aquí ponemos tasas, leyes, falta de soluciones… Eso polariza a una parte de la población. Es lo que ha pasado con los agricultores. Obvio que emiten, pero la manera en la que Bruselas aumenta su desventaja competitiva frente a otros competidores no se puede permitir. Más en un contexto en el que hay que fomentar la seguridad alimentaria.  

Hay una manera de invertir en agricultura de forma más verde sin que la gente pierda el empleo y sin que sepan qué hacer con tanta burocracia. Por tanto, creo que hay un problema de método, pero también de ambición. Biden puso 500.000 millones, en Europa también, pero nadie lo sabe. Lo que sí sabe es que van a pagar más por importar o de que si quieres tomates grandes vendrán de Marruecos. 

El coste del cambio climático para un niño durante su vida va a ser de 500.000 euros

En Europa la comunicación se hace diciendo que todo está mal, metiendo miedo. Cosas que la gente no percibe. El ciudadano no va a aceptar que le cambien su forma de vida si no ve el peligro. Esto hay que verlo, por ejemplo, en la Covid. La gente comprobó el peligro, la economía de guerra con los racionamientos, el esfuerzo estratégico, etc. Queremos que hagan lo mismo con algo que no ven y eso es imposible. La gente piensa, ¿me vas a decir qué tengo que comer? 

Existe la impresión de que ya no vas a comer carne, o que prácticamente no vas a viajar. Si dices eso, la población va a decir que ni de risa. La gente no ve el coste que tiene no hacer nada. Creo que hay que acelerar, porque la gente no ve el coste que va a tener en los activos corporativos, el precio del carbono, el coste hipotecario que va a haber en el futuro. 

Pero también tengo claro que imponer a la gente este comportamiento sin que vea el coste, es un wishful thinking. 

¿Cómo puede  Europa reducir su dependencia energética? 

Tenemos que apostar por todo. La nuclear no debe quedar fuera del compromiso para reducir las emisiones. El hidrógeno debe estar ahí de cara al futuro del mix energético. Tenemos que dar un poco más de tiempo al gas, apostar por la biomasa. Lo que nos falta es agilidad. Estamos como los conejos mirando a los faros del coche. 

Lo que pasó con el gas ruso lo pagamos por parálisis de acción. Ahora es complejo pensar como si estuviéramos en crisis. Hay que poner la política energética en el centro y poner una financiación ambiciosa. A partir de ahí hay que decidir, y hay dos métodos. El francés, que aboga por nuclearizar, centralizar y planificar o el alemán, en el que hidrogenas, no subvencionas y descentralizas. Por eso no estamos en ninguna parte. 

Ludovic Subran, economista jefe de Allianz, durante su conversación con EL ESPAÑOL.

Ludovic Subran, economista jefe de Allianz, durante su conversación con EL ESPAÑOL. Sara Fernández.

Ahí está el caso, por ejemplo, de las interconexiones. Ahí está la coalición de extrema derecha en los Países Bajos, que va a cambiar la vinculación entre Rotterdam y Alemania en materia de gas. Debemos doblar las inversiones en renovables, y hacerlo con todas las posibilidades que tenemos. Desde los eurobonos a menor politización… Y hacerlo ya. De eso no se habla nada. 

El problema es que estamos intentando dejar de depender de Rusia y estamos echándonos en brazos de China en un contexto en el que está enfrentada con Estados  Unidos, ¿a quién queremos más? 

Para mí el tema de la dependencia de China es un tema geopolítico mayor. Creo que no tenemos que alinearnos totalmente con los Estados Unidos en esto. Tenemos que diversificar fuera de China, pero mantenernos como socios de Pekín. 

Al tiempo, tenemos que evitar que el conflicto entre los Estados Unidos y China nos impacte tanto como el conflicto con Rusia. Con Moscú hemos encontrado una tercera vía, pero con China tenemos que hacerlo también. Sobre todo por el cambio climático. 

No podemos enfrentarnos a China porque necesitamos que se vuelva más verde. Además, todo el esfuerzo que hacemos aquí en esa materia lo consume China.

Está bien que estemos más cerca de la India, que haya opciones con Chile… Pero China es un país que necesitamos. Dependemos de ella para muchas cosas. Igual que Europa es dependiente en los flujos económicos y financieros de los Estados Unidos. 

Tenemos que evitar que el conflicto entre los Estados Unidos y China nos impacte tanto como el conflicto con Rusia

Necesitamos una fórmula de trabajo conjunto sin ser dependientes. Deshacerse de China es imposible en este momento. Quizá nos lleve 20 años, pero ahora mismo no es factible. 

Todo eso está muy bien como marco teórico, pero la Defensa de la Unión Europea sigue en manos de Estados Unidos. 

Apoyo la idea de una Defensa europea, que es un tema muy francés que los alemanes no quieren… Pero en materia económica, creo que los americanos no podrán independizarse de China sin caer en una recesión profunda. La tasa actual de crecimiento sin ese país es imposible. Con los estímulos de Biden quien más ha ganado ha sido China. 

Ahora bien, lo importante es que Europa no ponga también sanciones o aranceles como hace Estados Unidos. Ellos imponen un montón de excepciones, pero nosotros no. No podemos pecar de necios. Lo vamos a ver ahora con los aranceles sobre el coche eléctrico. No podemos subir los aranceles un 100% porque es inasumible para el sector del automóvil. 

¿Y qué debemos hacer? 

Poner cuotas, como se hizo en los 90 con los vehículos japoneses. Si queremos lanzar una señal, habrá que decirles que necesitamos coches verdes pero sólo hasta un nivel. A partir de ahí ya no pueden entrar más. Aplicar lo mismo que Estados Unidos va a aplicar a China es que no hemos entendido que nuestra economía es mucho más diversa y dependiente. 

De lo que se trata es de avanzar hacia la independencia de Estados Unidos. Ahí está el caso del oligopolio digital. Tienen una fuerza enorme. Y en Inteligencia Artificial va a ser exactamente igual. Si ellos quieren pueden aumentar los precios un 15% anual. ¡Y no pasa nada porque no tenemos alternativa! 

Europa debe cuidar más sus intereses, incluso cuando hay un problema de inflación que afecta a las familias y las empresas. 

El tema es si tenemos o no la fuerza que un bloque como Europa necesita para hablar de forma independiente. Es lo que intenta Inglaterra, Turquía… No debemos estar alineados sólo con Estados Unidos o China. Veo la diversificación como una fuente de resiliencia y no como una fuente de vulnerabilidad, pero es complejo de manejar porque los alemanes quieren diversificar y los franceses soberanía.