España, vulnerable ante la recesión: la munición fiscal que pide Draghi para evitarla ya se ha gastado
Con una deuda del 60% del PIB, Alemania ha guardado más artillería fiscal que España por si viene otra crisis.
15 septiembre, 2019 02:05Noticias relacionadas
Fue en el verano de 2012 cuando Mario Draghi prometió que haría todo lo necesario para salvar al euro y comenzó a sacar del cajón del Banco Central Europeo (BCE) la munición más pesada que hasta entonces conocía el euro.
Lo hizo bajo la advertencia a los gobiernos europeos -en especial a los de los países del sur de Europa- de que sus bajadas de tipos y compras de deuda no eran otra cosa que una compra de tiempo para sostener la economía mientras se ponían en marcha las reformas estructurales que eran necesarias para curar las heridas de la crisis.
La fragmentación política postergó la adopción de esas medidas en países como España o Italia -cuarta y tercera economía del euro, respectivamente-. Mientras, en Francia (segunda economía de la eurozona), la presión de los chalecos amarillos tampoco ha permitido seguir esa hoja de ruta del BCE.
Han pasado siete años desde entonces, los gobiernos europeos no han terminado de hacer sus deberes y Alemania se encamina a una recesión técnica con una ligera caída del crecimiento.
A punto de abandonar Fráncfort, Mario Draghi ha tenido que sacar nueva artillería para evitar que el resfriado de la locomotora del euro contagie al resto y condene a los países que dependen del banco central a una recesión, cuando los efectos de la última -como el desempleo en España- aún no se han disipado.
Quizás rendido por su incapacidad de presionar a los gobiernos para que pongan en marcha medidas estructurales, Draghi ha apelado esta vez a la munición fiscal para animar la economía por otras vías alternativas a la política monetaria.
Su mensaje ha puesto de manifiesto el escaso margen con el que cuenta España para seguir esa hoja de ruta, con unos Presupuestos congelados que imposibilitan cumplir con los objetivos de déficit pactados y una deuda que roza el 100% del PIB.
El músculo alemán
La situación contrasta con la de Alemania. Aunque algunos periódicos germanos, en concreto el Bild, han aprovechado ese discurso para poner al presidente del BCE el mote de "conde Draghila", lo cierto es que el país sí cuenta con mucha munición fiscal a su disposición con la que podría impulsar su economía si la anunciada recesión amenaza con cronificarse.