La recaudación del Estado se hunde. Las arcas del Estado ingresaron durante el primer semestre 79.273 millones de euros, lo que supone una caída del 16,2% respecto al año anterior. Una disminución que viene motivada por la famosa ‘hibernación económica’ a la que se sometió a la economía española.
Todas las fuentes de ingresos del Estado cayeron, aunque los más perjudicados fueron los impuestos. Es cierto que los españoles pagaron a la Agencia Tributaria 65.837 millones de euros, pero también es verdad que esta cifra es un 18,1% menor que la alcanzada en el mismo período del año anterior.
Si se analizan las figuras tributarias más afectadas, encontramos que los principales problemas se encuentran en el IRPF. Según las cifras de Contabilidad Nacional, el Impuesto Sobre la Renta de las Personas Físicas cayó un 28,7%.
Desde la Agencia Tributaria se justifica ese abultado descenso en cuatro factores: la parálisis económica, las mayores entregas a cuenta a las Comunidades Autónomas, los menores dividendos pagados y un aumento en la velocidad de las devoluciones en la declaración de la Renta.
Los expertos consultados por Invertia alertan de la importancia que tiene la reducción en los ingresos por IRPF. Están muy ligados a la actividad económica del país, lo que puede dar una idea muy aproximada de la caída del PIB que se puede producir al cierre del ejercicio. Es decir, hablaríamos de una reducción en el entorno del 25%, aproximadamente.
No sólo el IRPF genera problemas. Ojo a lo que está ocurriendo con el Impuesto de Sociedades. En estos momentos el Estado adeuda a las empresas 2.321 millones de euros. ¿El motivo? Las empresas pagan por adelantado y, después, la Agencia Tributaria ajusta cuenta con ellas, si la actividad ha sido inferior a lo abonado toca devolver. Y eso es lo que está ocurriendo.
El IVA
También caen con fuerza los impuestos sobre la producción y las importaciones. Especialmente el IVA, que retrocede un 18,1% hasta los 33.634 millones de euros. Dice el informe de los principales indicadores de la actividad económica y financiera del Estado que hay que recordar que se ha aplicado tipo 0 a muchos de los medicamentos destinados a combatir el Covid-19.
No va bien tampoco la partida destinada a Otros impuestos, que engloban el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica o las subastas de derechos de emisión de gases de efecto invernadero, etc. En esta partida destaca la caída del impuesto de hidrocarburos (-19,1%) y del impuesto sobre la electricidad que se deja un 9,5%.
Los únicos ingresos que aguantan relativamente bien son las cotizaciones sociales, que ‘sólo’ caen un 1,2% hasta los 3.616 millones de euros gracias a que los funcionarios de la Administración Civil del Estado de nuevo ingreso cotizan en el Régimen General de la Seguridad Social.
Para el economista Javier Santacruz estos datos son “realmente preocupantes” dado que en el primer semestre del año el Estado recibe la mayor parte de sus ingresos. Se ha hecho el adelanto de Sociedades, se ha ajustado ya con la presentación del impuesto; además se ha hecho la declaración de la Renta, y se han cobrado dos trimestres de IVA.
Según Santacruz es muy complicado que de aquí a final de año se pueda levantar una caída de ingresos del 16,2%. Algo en lo que coincide también el economista y colaborador de Invertia, Daniel Lacalle. A su juicio estamos ante la demostración empírica de que subir impuestos (como ocurrió con las cotizaciones sociales) no garantiza ingresar más.