El Gobierno se aferra a la creación de empleo para relativizar la caída de las previsiones de crecimiento

Este es el diagnóstico de la OCDE. Las previsiones de este organismo internacional, conocidas este jueves, son un nuevo varapalo para el cuadro 'macro' con el que el Gobierno ha elaborado los Presupuestos Generales del Estado de 2022, recién aprobados por el Congreso. El Ejecutivo vaticina y sostiene que 2021 acabará con un crecimiento de PIB del 6,5% en 2021 y del 7% en 2022. 

Sin embargo, la OCDE avisa de que esta realidad está muy lejana. Rebaja el crecimiento previsto del PIB español para 2021 al 4,5% y en 2022 al 5,5%. Varios puntos por debajo de las estimaciones anteriores de la propia institución (del 6,8% este año y del 6,1%), pero también del Ejecutivo

Las claves han sido que "la demanda doméstica fue más débil de lo esperado en el segundo y tercer trimestre, en parte reflejando la inflación y el despliegue más lento de lo estimado de los fondos de recuperación europeos", según la economista sénior y máxima responsable para España de la OCDE, Müge Adalet McGowan.

También ha tenido que ver con el lento desembolso de las ayudas directas a empresas y al débil rendimiento del turismo, ocasionados por la propia crisis sanitaria en la que la Covid tiene sumido al Mundo. 

Problema global

De hecho, el organismo alerta de que los problemas de suministro de materias primas harán que el incremento de precios sea un problema con largo recorrido. Aunque este fenómeno tocará techo (a nivel global) las próximas semanas, se espera que la inflación siga por encima de los niveles prepandémicos durante 2022. 

No es el primer 'palo' a las previsiones económicas del Ejecutivo. La Comisión Europea recortó hasta el 4,6% su pronóstico para España en 2021 (1,6 puntos menos de lo que había calculado en julio) y avisó de que la economía española no se recuperará hasta 2023. 

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) también ha aplicado sus propias rebajas y ha recortado la mejora del PIB al 5,6% para este año y al 6,3% para el próximo.

Mientras se produce la cascada de 'hachazos' en las previsiones económicas, el Gobierno se ha agarrado a un empleo que sigue creciendo a un ritmo sin precedentes. 

Récords históricos

A falta de que se hagan oficiales, los vaticinios en ocupados y cotizantes a la Seguridad Social se mantienen en récords históricos. Según los pronósticos de José Luis Escrivá, ministro del 'ramo', el repunte de la afiliación en noviembre ha sido superior a las 90.000 personas, de forma que se acumularán ya siete meses consecutivos de alzas. 

Así, el total de cotizantes sobrepasó este noviembre, según estos pronósticos, los 19,75 millones de personas, por encima del nivel previo a la pandemia y del que había antes de la crisis financiera de 2008.

A esto se suma la constante bajada de las personas en paro, que encadena reducciones desde hace ocho meses, algo inédito e histórico. El total de personas paradas es de 3,2 millones, casi un 15% menos que en octubre de 2020. 

"En España seguimos recibiendo noticias sobre la recuperación económica y del empleo que animan al optimismo", presumió Pedro Sánchez recientemente, a pesar de que la recuperación se está desacelerando y su Ejecutivo no ha revisado (aún) el cuadro macroeconómico. 

Mientras, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, defendía este mismo miércoles en el Congreso que noviembre ha sido un mes "histórico" en afiliación a la Seguridad Social y con un dato de paro "muy positivo para el país".