La UE cede a las protestas y eximirá a los agricultores de requisitos ambientales en 2024
El comisario de Agricultura abre la puerta a reformar otra vez la nueva política agrícola común que empezó a aplicarse en 2023.
26 febrero, 2024 19:04En una nueva jornada de tractorada masiva en Bruselas que en algunos momentos se volvió violenta, los ministros de Agricultura de la UE han dado luz verde a un primer paquete de medidas para relajar los requisitos medioambientales que impone la política agrícola común (PAC) al sector primario. Una sobrecarga de reglas que constituye una de las principales quejas que los agricultores esgrimen en sus protestas, que se han generalizado en la mayoría de Estados miembros, entre ellos España.
En primer lugar, la Comisión de Ursula von der Leyen tiene previsto activar la cláusula de "circunstancias excepcionales", es decir, un freno de emergencia para la PAC. Eso permitirá eximir de sanciones a los agricultores que incumplan estas exigencias verdes en 2024. El comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski, ha dicho que la guerra de Ucrania y el aumento de los costes de producción pueden interpretarse como "circunstancias excepcionales".
De carta al futuro, el Ejecutivo comunitario plantea reformar otra vez la nueva PAC que apenas ha empezado a aplicarse en 2023. Una reforma cuyo objetivo sería suprimir algunas de estas exigencias medioambientales (como la obligación de dejar un 4% de tierras en barbecho, de tener rotación de cultivos o de garantizar una cobertura mínima de suelos).
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Estas condiciones "limitan la libertad de decisiones de producción de los agricultores", ha destacado Wojciechowski. La alternativa que plantea es que estos requisitos se conviertan en "voluntarios" y se premie con incentivos a los agricultores que los pongan en práctica. A juicio de Bruselas, esta reforma limitada de la PAC podría aprobarse antes del final de la legislatura.
Finalmente, el Ejecutivo comunitario anuncia que propondrá aumentar la proporción de ayudas públicas nacionales autorizadas para el sector primario. "Se necesita más flexibilidad en esta situación difícil. Los Estados miembros deben tener más posibilidades de ayudar a sus agricultores", alega el comisario.
Según los datos de la policía de Bruselas, alrededor de 900 tractores se han manifestado este lunes en el barrio europeo de la capital belga para meter presión a los ministros de Agricultura. Los agricultores han protagonizado choques con las fuerzas antidisturbios y han llegado a saltarse barreras con sus vehículos, a lo que la policía ha respondido con cañones de agua a toda potencia y gases lacrimógenos.
"La realidad es que a día de hoy no tenemos nada encima de la mesa y esto es lo más preocupante. Las elecciones se acercan, lo que significa que si hay alguna toma de decisión que necesite del Parlamento Europeo, el Parlamento va a desaparecer, y esto nos llevaría a un largo plazo", se ha quejado el representante de ASAJA en Bruselas, José María Castilla.
El ministro de Agricultura de Bélgica, David Clarinval, cuyo país ocupa la presidencia de turno del Consejo, ha condenado cualquier forma de violencia, pero ha defendido las protestas. A su juicio, la guerra en Ucrania y el Pacto Verde Europeo son elementos nuevos que justifican una reforma temprana de la PAC.
"Los agricultores no son privilegiados, sufren más que otros ciudadanos las decisiones públicas y por eso debemos escucharles y aportar una respuesta", ha explicado al término de la reunión. La UE dedica a la política agrícola común un tercio de su presupuesto total: 386.000 millones de euros para el periodo 2021-2027.
No obstante, los Gobiernos europeos han concluido este lunes que las propuestas planteadas hasta ahora por la Comisión de Von der Leyen son "insuficientes" y han reclamado "medidas más ambiciosas", según ha relatado Clarinval. En particular, los Estados miembros solicitan a Bruselas que los acuerdos comerciales con los países extracomunitarios sean "más equilibrados".
También piden "soluciones más eficaces" para que los productos agrícolas ucranianos lleguen a sus destinos tradicionales y no inunden los mercados europeos. "Los rusos juegan con los mercados de cereales para desestabilizar a la UE", ha denunciado el ministro belga.
El ministro de Agricultura, Luis Planas, ha dicho que las propuestas de Bruselas van "en la dirección adecuada" y recogen "buen parte de las demandas españolas". En particular, al Gobierno de Pedro Sánchez le satisface la exención de los controles de condicionalidad para los pequeños agricultores.
"En España unos 345.000 agricultores, el 55% de los perceptores de la PAC, se verían beneficiados de esta eliminación de controles, que no va en detrimento de las ambiciones medioambientales, ya que estos 55% solo representan el 6% de la superficie", alega Planas.
"Los agricultores sufren las consecuencias de una situación muy difícil en los mercados agrícolas y se preocupan por su futuro. Los motivos del descontento expresado por los agricultores son numerosos, pero pero se concentran principalmente en algunas cuestiones", ha relatado el presidente de turno del Consejo, que ha hecho una síntesis perfecta de las razones del malestar en el campo.
"En primer lugar, las reglas medioambientales que son muy estrictas. Después, el desajuste creciente entre la realidad del territorio y las disposiciones legislativas europeas y nacionales que tienen un impacto sobre las actividades agrícolas. Igualmente, una legislación demasiado compleja y la necesidad de una simplificación legislativa", apunta Clarinval.
"Pero no perdamos tampoco de vista que los rusos utilizan las materias primas, en particular los cereales, como un arma de guerra. El bajo precio de los productos se debe a estas medidas de los rusos. La falta de condiciones de competencia equitativa entre los productos de la Unión y los productos importados está igualmente en el corazón de las discusiones, así como los problemas de falta de renovación generacional. Todos estos elementos son los que provocan la frustración que constatamos en el sector agrícola en toda la Unión", ha concluido.
El comisario de Agricultura también se ha referido al acuerdo de libre comercio que negocian la UE y Mercosur como una de las razones de protesta de los agricultores, así como a las importaciones de tomates procedentes de Marruecos con cuyos bajos precios no pueden competir los europeos. "Es un problema grave y hay que analizar las posibles acciones para proteger mejor a nuestros agricultores", ha dicho.