Cabe recordar que la medida se aprobó en el último Consejo de Ministros de 2022, para entrar en vigor a partir del 1 de enero de 2023. Con ella se ha suspendido la aplicación del IVA en determinados alimentos básicos, como leche, pan, huevos y queso. También se ha suprimido el IVA de frutas, legumbres, tubérculos, cereales y verduras que tengan la condición de productos naturales. 

Por otro lado, el IVA se ha reducido a la mitad (del 10% al 5%) en aceites de oliva y semillas y en pastas. 

La rebaja del IVA, cuando se puso en marcha, tenía una condición: que cuando la inflación subyacente bajara del 5,5% se retiraría. Sin embargo, no ha sido así. Este indicador lleva por debajo de este nivel desde octubre del año pasado. 

Pese a ello, la medida se ha mantenido. El argumento del Gobierno es que, pese a la moderación de la inflación subyacente, los precios de los alimentos siguen al alza. 

Lo cierto es que, pese a que el coste de la comida se ha moderado desde el año pasado, su inflación sigue siendo mucho más elevada que la media. En mayo, los precios en general subieron un 3,6% anual, mientras que los de los alimentos se incrementaron un 4,4% anual. 

De hecho, desde el Ejecutivo aseguran que la rebaja del IVA no tiene nada que ver con controlar los precios en España, pese a que encadenan tres meses consecutivos de subidas.

En cualquier caso, según ha podido saber este periódico, la inflación se encuentra dentro de los escenarios que manejan los equipos económicos del Gobierno. Además, aunque la medida supone un descenso de ingresos tributarios en este 2024, no pone en peligro los objetivos y las metas fiscales planteados para este año. 

Según los datos de la Agencia Tributaria, la rebaja del IVA tuvo un coste para las arcas públicas de 1.703 millones de euros en 2023. Y este 2024, hasta abril, ya ha costado unos 442 millones. 

Visto bueno

Dicho coste se va a elevar con la prórroga de la medida. Una prórroga que, según pronostican fuentes del Ministerio de Hacienda, durará hasta finales de este año. Eso sí: se trata de una medida que tiene que contar con el visto bueno del Congreso, en donde varios partidos exigen que la iniciativa se amplíe a otros productos. 

Con todo, la iniciativa no gusta en algunos entes económicos. Este es el caso del Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha exhortado a España a retirar las medidas puestas en marcha para paliar las subidas de precios, incluida la rebaja del IVA. 

Sin ser tan categóricos, en esta línea se mueve también el Banco de España. Su director general de Economía y Estadística, Ángel Gavilán, precisa que "estando de acuerdo en proteger a las rentas bajas, nuestro mensaje ha sido que esto se podía hacer con medidas focalizadas, con un coste presupuestario menor y los mismos resultados". 

Por ejemplo, un cheque o un bono a las familias en las tres decilas más bajas de la renta. "Hay medidas más focalizadas que permiten ofrecer el mismo grado de protección a los hogares que la reducción al IVA alimentos".