Evolución del PIB per cápita.

Evolución del PIB per cápita. Diseño EE

Macroeconomía

Los españoles, cada vez más pobres en la UE: su riqueza crece un 3,4% en 16 años, 5,5 puntos menos que la eurozona

El PIB per cápita del conjunto de los miembros de la UE creció de 2007 a 2023 un 13,4%, diez puntos más que el de España.

21 junio, 2024 02:48

Los españoles son cada vez más pobres si se comparan con el resto de los europeos. Desde 2007, el PIB per cápita —la riqueza del país dividida entre sus habitantes— sólo ha crecido un 3,4%. Un avance 5,5 puntos inferior al de la media de la zona euro, que se eleva al 8,96%. La brecha es todavía mayor si se compara con el conjunto de la Unión Europea. El PIB per cápita de los ciudadanos comunitarios repunta un 13,4%, diez puntos más.

En 2023 (último dato disponible), el PIB per cápita español fue de 25.210 euros, frente a los 31.750 de la eurozona y los 28.930 de la UE. Cabe recordar que las cifras están ajustadas a paridad de poder adquisitivo, lo que permite comparar los niveles de vida entre países eliminando las diferencias de precios.

Más allá de esta salvedad, destaca la cada vez peor convergencia de España respecto a la media europea. Aunque la recuperación tras la pandemia es evidente, no es, ni de lejos, suficiente para que la riqueza de los españoles se acerque a la media europea. Dentro de la recuperación, la situación es de atonía, al igual que ya ocurría antes de la crisis sanitaria.

España se sitúa en el puesto 13 en PIB per cápita, según los últimos datos de Eurostat. Como puede observarse en el siguiente gráfico, sólo adelantó a Chipre (de 2012 a 2020) y ha ido perdiendo comba respecto a la media de los UE y de los países del euro. Si en 2007 el PIB per cápita español estaba en el 91% de la media europea, en 2023 había caído al 88%, con la eurozona en el 104% (es decir, por encima del promedio comunitario).

En los avances del PIB per capita, España se queda muy atrás respecto a sus pares europeos. En el periodo analizado (de 2007 a 2023), Portugal, por ejemplo, creció un 14,4% y Chipre un 13,5%. La locomotora de Europa también deja muy atrás a España, con un incremento del 11,6%.

España tampoco resiste la comparación con otro de los grandes de Europa, Francia. El PIB per cápita galo aumentó un 6%, prácticamente el doble que el español. 

El PIB per cápita es una de las variables fundamentales a la hora de medir el bienestar de un país. No obstante, puede resultar engañoso. La riqueza no se reparte equitativamente entre todos los ciudadanos, o al menos no necesariamente ocurre siempre así.

De hecho, pese a que el PIB español está experimentando un crecimiento notable, se trata de un avance basado principalmente en la incorporación de nuevos trabajadores, muchos de ellos extranjeros, al mercado laboral.

Es decir, que el fuerte dinamismo del trabajo en España es el que, en buena medida, explica el crecimiento económico. Pero esto no se está traduciendo en una mejora equivalente de los indicadores de bienestar.

En otras palabras, el crecimiento se debe al aumento de la población activa y no a un incremento en la productividad individual, un factor clave para lograr la convergencia con la media comunitaria.

De hecho, el momento en el que España estuvo más cerca de los datos europeos fue en 2017, último año completo de Mariano Rajoy al frente del Gobierno. Por entonces, el PIB per cápita español llegó a representar el 93% del europeo.

Sin embargo, en 2023 y cinco años después de que Pedro Sánchez llegara al poder (un periodo en el que ha sucedido varias crisis, como la irrupción de la Covid y la guerra en Ucrania), la convergencia con la UE ha perdido fuste.

Según Eurostat, el PIB per cápita español ha bajado hasta representar sólo el 88% del europeo, cinco puntos menos que en tiempos de Rajoy.

Consumo

España no termina tampoco de remontar en consumo. Pese a que se trata de una de las variables que más contribuye al crecimiento económico, sólo ha crecido un 30% desde 2007, año previo a que se desencadenara la Gran Recesión. Por el contrario, el consumo medio de la Unión Europea ha avanzado un notable 50%. ¿El motivo? España acusa mucho más las crisis.

La estadística de consumo per cápita de Eurostat —que la oficina estadística europea define como un indicador del bienestar material de los hogares— sitúa el gasto de los españoles en 21.800 euros en 2023. La media para el conjunto de la Unión Europea está en 24.600 euros, y en la zona euro escala hasta los 25.500 euros.

La explicación está en las crisis, tanto la financiera de 2008 como la de la Covid de 2020. En ambos casos, España sufrió más que el resto de Europa: durante la Gran Recesión, el consumo estuvo cayendo hasta 2013. Es decir, cinco años consecutivos de descensos. 

En cambio, en la UE, el consumo de los hogares sólo se redujo entre 2008 y 2009. Por su parte, la pandemia llevó a una contracción del gasto del 12,2% en España, el triple que en la Unión Europea.

Es cierto que, en el caso de la crisis sanitaria, España sí ha conseguido recuperarse con fuerza. Desde 2020, el crecimiento del consumo per cápita ha repuntado un 32%, más de ocho puntos por encima de los avances de la eurozona y del conjunto de la UE.

Con todo, el avance desde 2019 es sólo del 16%, dos y tres puntos por debajo de los registrados en la unión monetaria y los Veintisiete, respectivamente.

La situación en España es especialmente grave si se tiene en cuenta la convergencia del consumo, esto es, su evolución respecto a la media europea.

En 2007, España estaba ligeramente por encima de la media europea en materia de consumo. Sin embargo, 16 años después, está un 12% por debajo.

Tanto es así que en 2023 Rumanía se posicionó por delante de España, cuando en 2007 su consumo per cápita no era ni la mitad del español.

Así, la situación del consumo per cápita acompaña a la del PIB por habitante y reflejan, en su conjunto, la pérdida de dinamismo de España respecto al resto de la Unión Europea. En década y media, el país se ha alejado de las cifras medias, mientras que otros que partían de una situación mucho más rezagada se han acercado e, incluso, se han puesto por delante.

Irlanda y Luxemburgo

A fin de mejorar la visibilidad de los datos, en los gráficos del PIB per cápita no aparecen representados Irlanda y Luxemburgo. No obstante, cabe destacar que el PIB per cápita de Irlanda se situó en 2023 en 72.390 euros, mientras que el de Luxemburgo fue de 83.320 euros.

Por su parte, el gasto per cápita no aparece Luxemburgo, cuyo consumo se situó en 2023 en los 34.000 euros.

Los casos del Gran Ducado e Irlanda son diferentes. En el primero, el elevado PIB per cápita respecto al resto de Europa se ve acompañado de un mayor gasto por habitante, cuando en el segundo el gasto no destaca.

Mientras que Luxemburgo es un pequeño país muy rico —cuya riqueza se divide entre pocos habitantes con gran poder adquisitivo—, el elevado PIB por habitante de Irlanda se explica por la fuerte inversión extranjera directa por su atractiva fiscalidad para las grandes empresas.