Dirige el mayor imperio del comercio electrónico. Su voz es una de las más autorizadas en el ecosistema tecnológico. Sus acciones y decisiones al frente de Amazon son vigiladas con lupa. Y ahora Jeff Bezos tiene un ojo puesto en la inteligencia artificial, no tanto como un negocio en sí, sino como una vía para hacer crecer su principal cometido: vender productos. Cuatro años de trabajo y un millar de empleados ya se encuentran dedicados a esta área de desarrollo de software y hardware. “Estamos a las puertas de la edad de oro de la inteligencia artificial; hay mucho por venir, pero somos los primeros que están aquí para ‘golpear’”, ha reconocido Codecon, el ciclo de conferencias del medio digital Recode.
No es un empeño nuevo. De hecho, no sólo es de Amazon, sino que se han sumado el resto de gigantes del sector. Todos buscan lo mismo: controlar el desarrollo de herramientas que sirvan para hacer crecer aún más sus respectivos negocios: la publicidad, el comercio electrónico, la venta de dispositivos electrónicos… Todos quieren mantener el pulso en la carrera.
La casa inteligente, apuesta más evidente
En esa conferencia, Bezos dejaba claro el enfoque de muchas de sus apuestas tecnológicas paralelas al comercio electrónico. Y lo hacía con Amazon Prime Video, su servicio de ‘streaming’ similar a Netflix. Preguntado por si era competencia de esta compañía, su respuesta: no tenemos los mismos objetivos. “Este servicio nos ayuda a vender más zapatos; los miembros de Prime compran más”, explicaba.
Este servicio nos ayuda a vender más zapatos; los miembros de 'Prime' compran más
¿Y en la inteligencia artificial? Algo similar. Su objetivo es hacer más fácil su negocio: la venta. Pese a que hay muchos más frentes en los que son aplicados, su última gran apuesta es Alexa y Echo. El primero es su particular asistente virtual. El segundo, que lleva en el mercado un año, es el dispositivo que lo incluye y que está a la venta en sus propias tiendas. No sólo servirá para hacer más fácil algunas tareas cotidianas en la casa: “Estamos a punto de hacer realidad el sueño de hablar con las máquinas de manera natural”.
Pero, ¿cómo se aplican estas soluciones a su negocio del comercio electrónico? Un ejemplo: uno de sus sistemas, el ‘Dash Replenishment Services (DRS), para reponer productos que se hayan agotado en determinados aparatos del hogar. Sensores ubicados en impresoras o lavadoras permiten enviar una petición de compra de recambios a Amazon de manera directa a través de la conexión wifi de la casa. Traducción: muchas más compras potenciales a través de su plataforma. Muchos más ingresos para su cuenta de resultados.
Cuando tú recabas y recopilas datos, necesitas ser muy claro
En esta batalla, la privacidad es una de las grandes preocupaciones. Desde el lanzamiento de Echo, muchas voces alertaban sobre los riesgos de una herramienta así. ¿Cuál es la posición de Jeff Bezos? “Cuando tú recabas y recopilas datos, necesitas ser muy claro”, aseguraba en el evento de Recode.
Pese a que fue sólo a este segmento de los asistentes personales a los que se refirió Bezos durante el evento CodeCon, no es la única aplicación que Amazon da a la inteligencia artificial. Las recomendaciones de productos en su plataforma, las revisiones de sus productos (para detectar si son o no falsas) o las herramientas para sus soluciones en la nube para empresas son algunas de ellas. “Llevamos trabajando durante los últimos cuatro años; esto es sólo la punta del iceberg”, aclaraba Bezos.
Otras tecnológicas, en la carrera
Pero, como es lógico, Amazon no está solo en esta batalla por ‘colarse’ en los domicilios. Apple, con su asistente Siri, ya está trabajando en el desarrollo de un dispositivo similar a Echo con un altavoz y un micrófono para interactuar con los usuarios. Google presentó hace varias semanas su propio asistente, Home, y su aplicación de mensajería basada también en inteligencia artificial.
Esta será una batalla larga. No sólo en los hogares, sino también en el seno de las empresas. A medio plazo se trata de un jugoso pastel a conseguir. Según la consultora Research and Markets, en 2014 el mercado de la inteligencia artificial movía algo más de 400 millones de dólares. Seis años después, las previsiones señalan a que superará los 5.500 millones en 2020, trece veces más.
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