El Banco de Inglaterra (BoE) ha indicado que, tras la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE), seguirá existiendo un "alto grado" de cooperación supervisora entre Londres y Bruselas, por lo que los bancos europeos y aseguradoras del Área Económica Europea (AEE) podrán continuar operando con normalidad en el país una vez se haga efectivo el 'divorcio', según anunció en un comunicado.
De esta forma, las entidades bancarias y aseguradoras europeas no tendrán que convertir sus filiales británicas en subsidiarias, permitiendo esto reducir los costes al sector una vez que en marzo de 2019 se produzca el Brexit.
"Las entidades del AEE pueden hacer planes bajo el supuesto de que se cumplirán los requisitos de equivalencia, cooperación supervisora y garantía adecuada sobre la resolución y, siempre que no realicen actividades comerciales minoristas importantes en el Reino Unido, pueden solicitar la autorización como filial", señala el documento.
La banca, un sector esencial
Esta medida se basa en la "evidencia sustancial" de que la apertura apoya el dinamismo económico, por lo que es "la mejor opción" tanto para Reino Unido como para la UE. En este sentido, el BoE señala que el sistema financiero de Reino Unido, a pesar de ser un "bien nacional", también es un "bien público mundial".
Asimismo, explica que un sector bancario fuerte es necesario e importante para la economía británica, ya que los servicios financieros representan el 7% de la producción y es una fuente de alrededor de 1 millón de empleos, dos tercios de los cuales se ubican en Londres. También, contribuye con cerca de 70.000 millones de libras (79.000 millones de euros), o un 11% del total, a los ingresos fiscales anualmente.
Al mismo tiempo, el instituto emisor británico indica que, la mayor parte de los préstamos transfronterizos, el comercio de divisas y de derivados a nivel mundial se basan en Reino Unido. Además, asegura que el sector financiero británico se consolida como el segundo más grande del mundo en administración de activos y cuenta con la cuarta industria aseguradora más importante.
Incrementar costes de financiación
Por todo esto, el BoE subraya que "la fragmentación del sector financiero británico podría aumentar los costes de la intermediación financiera, en detrimento de los hogares, las empresas y los gobiernos de Reino Unido, la UE y el resto del mundo".
Actualmente, existen 160 sucursales de bancos internacionales en este país, de las cuales 77 proceden del AEE, cuyos activos ascienden a más de 4 billones de libras (4,5 billones de euros). De igual forma, hay 110 sucursales aseguradoras internacionales, de las que 80 son del AEE.
"A medida que Reino Unido salga de la UE, esperamos que el sistema financiero británico siga siendo muy grande y que, con el tiempo, se vuelva más complejo, reduciendo la visibilidad de los supervisores de las empresas extranjeras que operan en el Reino Unido", señala el BoE. Por tanto, esta situación, que podría imponer mayores exigencias a la supervisión y plantear problemas para una resolución efectiva, requiere de una "cooperación supervisora profunda".